La ciudad de Peñíscola, al norte de la provincia de Castellón, se encuentra en un punto privilegiado del Mediterráneo. Con playas de arena blanca y aguas trasparentes, la ciudad antigua, coronada por la que fuera morada del Papa Benedicto XIII, un castillo-fortaleza del s. XIV, ocupa un imponente peñón que se alza 64 metros sobre el mar; está unido al continente por un cordón de arena que tiempo atrás era barrido por las olas durante los temporales, transformando a la ciudad en una efímera isla.

En contraste con el casco antiguo, se encuentran las nuevas calles y avenidas de la zona turística. Cálidas aguas en verano y otoño, se reparten entre las extensas playas de fina arena al norte de la ciudadela y hermosas calas flanqueadas por abruptos acantilados al sur.

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No todo en Benicásim es música ni playa, aunque sin duda, el Festival Internacional de Benicásim (FIB) ha dado dimensión internacional a esta localidad castellonense, que cuenta con mucha y variada oferta turística. Un clima y una orografía excelentes le permiten ofrecer una amplia oferta de actividades deportivas durante todo el año. En Benicàssim puedes disfrutar haciendo bicicleta de montaña por sus rutas cicloturísticas, o navegando por sus costas con alguno de los barcos de la Escuela de Vela.

Considerada como una de las estampas más bellas de España, Morella es una impresionante ciudad amurallada presidida por un castillo de gran belleza y encanto.

En una escapada a la provincia de Castellón, Morella es sin duda un lugar que no puedes dejar de visitar. Adentrarte en este fantástico lugar es hacerlo en una ciudad medieval en la que se respiran ecos de un pasado bélico y una historia que hoy aún cuentan las piedras que la sostienen. No se pude pasar por alto la gran cantidad patrimonial y cultural de esta villa que hará de su visita un experiencia enriquecedora y única.

A tan sólo 23 kilómetros de Morella, en la provincia de Castellón, se encuentra Zorita del Maestrazgo, un bonito pueblo enclavado en una colina desde el que disfrutar de unas vistas espectaculares del valle bañado por el río Bergantes.

A dos kilómetros del pueblo, enclavado en una montaña conocida como la Tossa, se encuentra el Santuario de la Balma, uno de los lugares más mágicos y misteriosos de toda la Península.

El acceso al santuario resulta sobrecogedor y lúgubre, sobre todo hasta que llegas a la capilla que se encuentra en el centro de la gruta y donde se venera la imagen de la Virgen de la Balma. Junto a la capilla se encuentra otro habitáculo totalmente estremecedor cuyas paredes están cubiertas por exvotos (objetos que reproducen partes del cuerpo humano, estampas, fotografías…) que personas han ido dejando como signo de agradecimiento por la “curación de sus males”.

Hoy en día este santuario es un lugar de peregrinaje donde los devotos de la Virgen de la Balma no faltan a su cita el día 8 de septiembre, jornada en la que se congregan miles de fieles para venerarla.

La Todolella era una alquería musulmana del siglo XI y fue conquistada por Blasco de Alagón en 1238 y donada a Ramón de Caldera. Obtuvo carta puebla a fuero de Valencia el 2 de agosto de 1242. Aunque incluida en la comunidad de aldeas de Morella, no pertenecía a ella.

Fue zona de fuerte actividad carlista durante las guerras civiles del siglo XIX. Se libró una importante batalla en las cercanías del puente sobre el río Cantavieja entre morellanos y migueletes.

Los parajes mas destacables de Todolella son el poblado románico de Saranyana cuyo su origen es anterior a la porpia población de Todolella y tiene posibilidades de ser la ciudad romana de «Sarna». Hoy solo quedan los muros y el ábside de la primitiva iglesia románica, la antigua casa consistorial y una casona señorial.

El castillo del siglo XIII-XIV, es el edificio más imponente de Todolella, declarado bien de interés cultural, situado en lo más alto de la población y destaca por su grandeza. Se trata de un edificio típicamente medieval, de planta cuadrangular, con patio central y buen estilo. Es tambien muy destacable el puente sobre el río Cantavieja del siglo XV. Se trata de un puente, cerca de la población, sobre el río Cantavieja.

Las fiestas mayores se celebran la última semana de agosto. También celebran la fiesta de Sant Antoni, el domingo de carnaval, Les Tronques, la romería de Sant Cristofol el primero de mayo y la romería de Sant Miquel en septiembre.

Cinctorres es una población de origen árabe que fue conquistada en 1231 por Blasco de Alagón y donada a la familia En Torres. Posteriormente pasó a la Corona como pueblo dependiente de Morella. Carlos II le concedió la autonomía municipal en 1691.

Gracias a su situación ofrece unas espectaculares vistas paisajísticas, como en la Roca Roja, desde la cual se puede admirar la Roca Parda. También pueden visitar las cuevas del Boyalar. En la Roca Parda y a través de la rambla Celumbres, podremos ver los restos de un antiguo poblado ibérico.

La Torre de los Moros está declarada bien de interés cultural (BIC). Se halla muy cerca de la población en la partida de Les Torretes. Se trata de una torre defensiva de planta cuadrangular con portal adintelado al Norte.

Se trata de uno de los parajes más emblematicos y bellos, ya que nos permite contemplar la espectacular Cascada del Brazal de 60 metros de espectacular caida que vierte sus aguas en este bello paraje donde confluyen las formas caprichosas que la erosión ha provocado en las montañas y el cauce del río, con el verde predominante siempre en este paisaje.

El Salto de la Novia es un lugar mágico también por la historia que da nombre a este bello paraje y que dice así:

«Hace de esto muchos años…cuando dos novios iban a contraer matrimonio tenían que someterse a una curiosa ceremonia para demostrar ante todos que se querían de verdad y asegurar su fertilidad. Cierto tiempo antes del matrimonio debían ir a ese lugar, donde más se estrecha el río y allí, ante todos, la novia debía de cruzar de un salto a la orilla opuesta. Si lo conseguía sin percance era símbolo de fertilidad y proliferación para el futuro matrimonio y demostraba con ello que quería fielmente a su novio, más si no lo lograba el salto, el matrimonio se consideraba irrealizable o desgraciado, de forma que convencidos de ello, los novios rompían su compromiso. Cierto día dos jóvenes novios bajaron radiantes de alegría a demostrar ante todos que se amaban. Como cada vez, la gente esperaba el salto con impaciencia; por fin la novia se dispuso a saltar, pero después de tomar impulso perdió pie y cayó al río con tan mala fortuna que se vio envuelta en un potente remolino que allí había y la llevaba a una muerte segura. Al ver lo sucedido, el novio se arrojó inmediatamente al río para intentar salvar a su amada, pero por más esfuerzos que hizo en su desesperado intento, el agua se los llevó a ambos y nunca mas se supo de ellos, aunque los lugareños siguieron bajando al Salto de la Novia a esperar su regreso.

Cuentan que en las noches de luna, por el valle se escuchan sus voces y lamentos. La cascada llora su pérdida y el río se convierte en el manto blanco y puro de la novia, que acoge tiernamente a su amada, convertido en piedra».

Menos conocida para los turistas nacionales que otras localidades vecinas, Benicarló, abierta al mar, ofrece el paisaje costero de suaves playas de arena, así como zonas arboladas de reposo en el interior.

De gran importancia fue la producción de vino a finales del siglo XIX, el denominado «Vino Carlón», que constituía la mayor fuente de riqueza de la ciudad. Este cultivo se realizaba tanto en el término de Benicarló como en las poblaciones vecinas de Peñíscola, Cálig y Vinaroz. La plaga de la filoxera acabó con prácticamente todas las viñas de la zona, desapareciendo por completo este cultivo.

Entre 1931-1944 se construyó el actual puerto, con el consiguiente impulso en el desarrollo del sector pesquero que, en la actualidad, mantiene una flota de más de 50 embarcaciones, la cual ha obtenido en los últimos años, un promedio de 1.500.000 kg anuales de toda clase de especies marinas, entre las que destacan el salmonete, pescadilla, pulpo, rape, lenguado y langostino.

El término es un terreno llano con escasos accidentes orográficos de poco relieve (el Puig de 166 m.), de 21 m. de altitud. El clima es típico mediterráneo, muy suave durante todo el año, lo que convierte a esta localidad en un destino ideal durante todo el año..

Oropesa es un lugar de contrastes: playas extensas y abiertas en el norte, bahías como la de la playa de la Concha y acantilados y calas con pinos en la parte sur como la Renegà. Además, la población linda al norte con el Prat de Cabanes-Torreblanca y al oeste con el Desert de les Palmes; dos parques naturales que brindan al visitante un marco incomparable para practicar senderismo, btt, o cualquier otra actividad en contacto con la naturaleza.

A lo largo de su historia, Oropesa del Mar, con su situación estratégica, ha sido foco de atracción de muchas culturas que han pasado por la Península. Del paleolítico datan los primeros asentamientos humanos, constatados por restos en el Cau d’En Borràs. Los vestigios íberos de Oropesa la Vella y los romanos encontrados en la zona, confirman la fuerte presencia de estas culturas en la ribera mediterránea. Su castillo ha sido conquistado por personajes tan ilustres como el Cid Campeador (1090) o Jaime I (1233). Muchos son los señores que la gobernaron, pero sería Jofré de Thous quien fortigficó el castillo y las murallas y ordenó la construcción de la Torre del Rey, que tomaría su nombre tras la adquisición por parte de la corona, durante el reinado de Felipe II.

Segorbe es una de las localidades castellonenses con mayor densidad monumental ya que todo su casco antiguo puede considerarse como conjunto histórico-artístico de gran interés por lo que fue declarado Bien de Interés Cultural en 2002.

El casco histórico de Segorbe queda enmarcado por parte de la muralla medieval de la ciudad (siglos XII-XIII), que todavía tiene anejo parte del acueducto del siglo XIV que abastecía de agua a la población desde el manantial de la Esperanza al casco urbano; está situado junto a la Torre del Verdugo.

Del antiguo recinto amurallado también se conservan las torres de la Cárcel y del Botxí y el arco de la Verónica. El Arco de la Verónica, es una puerta de acceso de la antigua muralla. No es muy grande de tamaño, su arco es de medio punto y las dovelas del mismo son muy alargadas, por lo que se da un origen musulmán. Su nombre proviene de imagen de la Santa Faz que figura en la parte superior.

La Torré del botxí o del verdugo, también formaba parte del recinto murado. Era la residencia de este personaje (botxí es verdugo en valenciano). Su edificación se sitúa en el siglo XIV. Tiene cuerpo cilíndrico y una altura de 17,3 m., siendo su parte inferior, hasta los 8,3 m. maciza y el cuerpo superior tiene forma interior de hexágono seccionado y abierto rematado en bóveda de crucería.

Desde Segorbe se pueden visitar interesantes poblaciones como Onda, Jérica, Sagunto. Todos ellos son lugares cuyos principales monumentos medievales son castillos.

Fiestas Patronales dan comienzo el último sábado de agosto durante 7 días y antes de la semana taurina. Fiestas de gran importancia declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional, fiesta dedicada a las tres patronas de la ciudad, Nuestra Señora del Loreto, Esperanza y Cueva Santa. Se celebra numeroso actos, entre los que destacan las Presentaciones de las Reinas de las fiestas, la tradicional y popular Ofrende a Ntra. Sra. De la Cueva Santa, la Romería a la ermita de Ntra. Sra. De la Esperanza, las Carreras de cintas a caballos, los magníficos castillos de fuegos artificiales, las solemnes procesiones, el concurso y Exposición Nacional de Arte José Camarón, etc.…

Dos semanas festivas con actividades culturales y lúdicas. Con verbenas, celebraciones religiosas, actuaciones de grupos folclóricos o las emblemáticas Entradas de Toros y Caballos (declaradas de Interés Turístico Nacional e Internacional).