Un lugar imprescindible en nuestra visita a Murcia es la Catedral, un impresionante edificio en el que se conjugan los estilos gótico, renacentista y barroco y cuya Torre-Campanario se eleva hasta los 93 metros de altura. El imafronte de la fachada principal está considerado una obra maestra del barroco español.

En el interior destacan las capillas de estilos diversos, como la llamada de los Vélez exponente del gótico flamígero o la capilla de Junterones, una de las grandes obras del renacimiento español. También se puede visitar el museo ubicado en el antiguo claustro y donde se puede conocer la evolución de la construcción del edificio a lo largo de tres siglos de su historia.

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El museo Salzillo, ubicado en la plaza de San Agustín, está dedicado al genial escultor del siglo XVIII y en su visita guiada podremos apreciar el detallismo alcanzado por el artista en las imágenes de los pasos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús que forman parte de su colección.

Además de las tallas más emblemáticas del escultor, el museo también alberga el Belén de Salzillo, compuesto por más de quinientas piezas que fueron creadas por el artista y su discípulo Roque López entre 1776 y 1.800

Callejear por la ciudad y recorrer las plazas y el buen clima del que goza Murcia todo el año es una buena forma de conocer el ambiente murciano. La plaza de las Flores o la plaza Santa Catalina son algunos de los lugares indicados para disfrutar de la rica gastronomía local, tomar unas cañas o tapear a base de las típicas marineras, los caballitos, los pasteles de carne o el bonito en salazón entre otros.

Los más golosos tienen la obligación de probar los exquisitos paparajotes, una hoja de limonero rebozada en una masa de harina, huevo, leche y raspadura de limón que se convierte en un delicioso postre. Pero que no te engañen, la hoja no se come.

Un paseo por el centro histórico de Murcia permite descubrir las calles más emblemáticas del comercio murciano como Trapería y Platería donde podremos realizar las compras de nuestro viaje y conocer además plazas de singular belleza como la Plaza del Romea, presidida por el Teatro del mismo nombre y que ofrece una variada oferta teatral durante todo el año o la Plaza de Santo Domingo, donde podemos visitar la iglesia del mismo nombre o el palacio Almodovar del siglo XVII y estilo manierista. También podemos realizar una parada en el casino de la ciudad, un señorial edificio de finales del siglo XIX ubicado en la misma calle Trapería, permite tomar un refrigerio al tiempo que se aprecian sus salones de estilo neobarroco o su patio arabe de estilo neonazarí.

Otra visita sin necesidad de salir de la ciudad de Murcia es el Museo Santa Clara, que forma parte del Monasterio del mismo nombre y que ofrece un importante conjunto de arqueología andalusí ubicada en los salones de un antiguo palacio islámico del siglo XIII. Un lugar imprescindible para conocer el legado islámico en la ciudad donde también se puede visitar una completa colección de arte sacro formada bajo el nombre de «Tiempo de Silencio».

En la misma plaza donde se encuentra la Catedral, Murcia cuenta con otro edificio de singular belleza. El Palacio Episcopal, sede de la diócesis de Cartagena, construido en el siglo XVIII y que completa con su estilo rococó la majestuosidad del conjunto monumental de la Plaza Belluga. En las inmediaciones podemos apreciar la original Iglesia de San Juan de Dios de planta ovalada y que merece la pena visitar por la fusión de pintura y escultura propia del arte murciano del Setecientos.

En el parque de El Valle encontramos el Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta, construido sobre los restos de una antigua ermita medieval y que aloja la imagen de la Virgen de la Fuensanta, patrona de la ciudad de Murcia y su huerta. El Santuario está acompañado por el monasterio de las monjas benedictinas cuyo conjunto, enclavado en plena sierra, es imprescindible conocer.

En estas fechas y durante todo el mes de marzo la localidad de Cieza, a media hora de trayecto desde la ciudad de Murcia, ofrece un recorrido por los parajes del municipio para observar el proceso de floración de los árboles frutales. Una explosión de color formada por melocotoneros, albaricoques y ciruelos que crean un espectáculo visual único en España. Los visitantes pueden animarse a conocer los mejores parajes en flor del municipio con las rutas de senderismo que organiza el ayuntamiento.

A escasos diez minutos de Murcia encontramos el parque regional El Valle y Carrascoy, que es el lugar idóneo para la práctica de deportes al aire libre. Existen varias rutas de senderismo que permiten acceder a la sierra de Carrascoy. El mayor pulmón verde de la ciudad ofrece espectaculares vistas en un entorno formado por densos bosques de pino mediterráneo.

Desde el corazón de la ciudad y en dirección a la Contraparada, el Segura se adentra en la Huerta de Murcia que ofrece una ruta siguiendo el curso del río que los vecinos de Murcia aprovechan para la práctica de deportes al aire libre. La Contraparada es una visita obligada para todos los que quieran conocer la Huerta de Murcia y el sabio aprovechamiento del agua a través de las acequias, muchas de ellas todavía en uso hoy en día.