Dario Cecchini: el carnicero de la Toscana que solo vende carne de Cataluña y es una estrella en Instagram
Su carnicería, en la pintoresca localidad de Panzano in Chianti, con ocho generaciones de historia es, junto a sus dos restaurantes, un reclamo para el turismo gastronómico que visita esta zona de Italia
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El mundo de Dario Cecchini (Panzano in Chianti, Italia, 1955) se recorre en diez metros. «Son los que separan la casa en la que nací de la Antica Macelleria Cecchini, la carnicería que ocho generaciones de mi familia, de padres a hijos, han ... mantenido en pie hasta hoy». Aunque sea hoy el carnicero más famoso de Italia, su vocación era otra. Quiso ser veterinario. Incluso llegó a «huir», como todos la mayoría de jóvenes de su generación, para estudiar en la Universidad.
La inesperada muerte de sus padres en 1976 y la responsabilidad sobrevenida de cuidar de una hermana pequeña y una abuela ya anciana, le devolvió a la casilla de salida. «No sabía nada de carnicería y tuve que aprender de los mayores del pueblo. La cocina la cultivé con mi abuela, cuyo recetario sigue presente hoy en mis restaurantes», explica sobre aquel veinteañero que transformaría con su energía y carisma, un pequeño local de 39 metros cuadrados en el templo de todo un movimiento que no solo cambió su vida, sino la de buena parte de sus convecinos.
Así lo ha contado esta semana, en el marco de Discover Eat, el primer congreso internacional de turismo gastronómico no urbano celebrado en Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Una cita organizada por Vocento Gastronomía que ha contado con ponentes expertos y casos de éxito como el de este curioso carnicero, al que siguen más de 232.000 seguidores en redes sociales. Su popularidad se disparó cuanto Netflix decidió dedicarle uno de los capítulos de la serie documental 'Chef's Table'.
«¡Carne Diem!»: el grito de bienvenida de Dario Cecchini
Antes de saltar al escenario de este encuentro, se acicala su bigote puntiagudo y cano y hace sonar una bocina para clamar su lema vital: «¡Carne Diem!». Es lo que grita a las puertas de su 'macellería' –carnicería– para dar la bienvenida a quienes viajan para conocerle y comer en alguno de sus dos restaurantes: Solociccia y Officina della Bistecca.
Para llegar a Panzano in Chianti hay que coger una carretera que serpentea entre los viñedos de esta región y vistas panorámicas: la «chiantigiana». Desemboca en un pintoresco municipio en el que Dario ha intentado forjar algo más que un negocio. «Mi objetivo siempre ha sido forjar una comunidad. Por eso le doy trabajo a los jóvenes que me lo piden», explicó durante su intervención en Discover Eat. Lo ha logrado sobre tres pilares: la tradición, la ética y la hospitalidad. Tres valores que aprecia, a tenor de lo expuesto en este congreso, el turista internacional que busca autenticidad y experiencias únicas en entornos rurales.

La que él procura está basada en sus principios. «Yo soy un carnicero de la nariz a la cola», describe en referencia a su trabajo de aprovechamiento máximo de animales –ternera y cerdo– que se provienen de los Pirineos españoles, de Cataluña. «No tienen razas particulares pero están criadas por ganaderos de mi confianza y con los que llevo colaborando desde hace más de 35 años». Todas están maduradas durante al menos 30 días por la empresa gerundense Viñals Soler, en plena Cerdaña.
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Se describe como un 'carnívoro responsable'. «Es lo mínimo que podemos hacer por un animal que nos da su vida: comérnoslo de una manera responsable», explica. Así lo divulga en sus dos restaurantes que tienen alma de 'mensa antica' –casa de comidas antigua– en la que la igualdad, para él, es clave.
«Yo doy de comer igual a todos, al mismo precio y a la misma hora, como hacía mi madre en casa. Al que tiene dinero y al obrero. Todos por igual», explicó. «No importa el origen ni la clase social, cualquiera es bienvenido a la mesa», subrayó. Sus menús son cerrados: 40 euros por su menú del 'Macellaio' en Solociccia y 50 euros en la Officina della Bistecca. Ambos espacios cuentan con un menú vegetariano al mismo precio, 40 y 50 respectivamente.
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