Dónde guardar las patatas para que no se pongan verdes

Las patatas, la parte que se consume que no es el fruto sino el tubérculo, el tallo subterráneo, son un alimento repleto de propiedades. Según datos de la Bedca, contiene un 82% de agua y es muy saciante y de fácil digestión. Rica en vitamina C (19 mg por cada 100 gramos del alimento), potasio, fósforo, magnesio, hierro (0,7 mg), calcio (11 mg) y sodio. Todo un tesoro nutricional en este humilde alimento que tiene múltiples posibilidades de preparación y que absorbe los sabores de los ingredientes que la acompañan.

Este tubérculo tiene una vida útil bastante larga, e incluso más si se almacena correctamente. La clave es guardar las patatas en un lugar fresco y seco, como en el armario de una despensa, en una bolsa de papel o en una caja de cartón. Es importante mantener las «papas» a una temperatura fresca e ideal (pero no, sorprendentemente, en el refrigerador) para evitar que se pongan verdes, se ablanden o broten prematuramente. Una vez que esto sucede, es una señal de que han superado su punto máximo.

Aunque las patatas ciertamente se cortan en el momento de la cosecha, siguen respirando y, en cierto modo, viven en los estantes de las tiendas de comestibles y en su hogar. A medida que el oxígeno se combina con las patatas, las raíces lo respiran en forma de dióxido de carbono y agua, descomponiéndolas, por lo que almacenar las patatas en un lugar fresco y oscuro desacelera enormemente esta inevitable descomposición.

Las patatas deben almacenarse en un lugar fresco y oscuro (a menudo, en una bolsa de papel funciona bien) para conservar la frescura y evitar que se pongan verdes, así que las bolsas de plástico no van a ser buenas aliadas. La dietista-nutricionista Marta Moreno indica que, para guardarlas, no es estrictamente necesario su lavado, sin embargo, cuidado con la contaminación cruzada y los alimentos que tenga al lado... «Sí es muy importante que las laves antes de cocinarlas y consumirlas y, por último, nunca metas las patatas en el frigorífico porque luego al someterlas al calor tendremos una mayor formación de acrilamida (producto no recomendable)».

En cuanto a la compañía que puedan tener las patatas, las cebollas suelen guardarse juntas por error. Estas pueden hacer que los tubérculos se echen a perder rápidamente, así que asegúrate de mantenerlos separados.

Por otro lado, las patatas tienen un índice glucémico alto, y esto significa que liberan azúcar a la sangre de forma rápida, lo que se traduce en un pico de insulina excesivamente rápido y alto. Marta Moreno insta a actuar a través del cocinado de los alimentos: «Como bien sabes, no es lo mismo tomar patata cocida que patata frita, ¿no?». Pues bien, el índice glucémico de la patata en puré, al parecer, es mayor (y, por tanto, menos recomendable) puesto que está triturada. Si hacemos patata cocida, por ejemplo, el índice glucémico será algo menor.