Calderón de la Barca dedicó un auto sacramental, «El mágico prodigioso», a las fiestas del Corpus de la localidad toledana de Yepes. Y, desde 2003, este pueblo le devuelve el homenaje al dramaturgo retornando un día al siglo XVII cuando se acerca dicha fiesta. Este año será el domingo 16 de junio cuando el pueblo celebre sus Jornadas Calderonianas, dirigidas desde hace años por Yolanda Mancebo, actriz, directora y profesora de la Real Escuela Superior de Arte Dramático. De su mano, los visitantes pueden hacer una ruta de dos horas y media por el pueblo durante la que se representan dieciséis escenas que recrean la historia de Yepes y su conexión con Calderón, culminadas por un auto sacramental a la manera del Siglo de Oro, con cabezudos, una tarasca y otros elementos escénicos que lo convierten en un gran espectáculo.

Todo el pueblo se vuelca con esta celebración, en la que muchos vecinos se unen a actores y músicos profesionales -que colaboran de forma desinteresada- para representar las diferentes escenas. Estas tienen lugar en algunos de los edificios, calles y patios más bonitos de la localidad y presentan tanto a personajes históricos como a tipos populares de la época. Además, durante las jornadas también se instala en el pueblo un mercado barroco y uno de artesanía.

Este año presenta también una novedad: el 8 de junio tendrán lugar las primeras rutas de «Yepes invisible», tres recorridos de media hora (a las 22, 22:30 y 23 horas) que, a la luz de las antorchas y con animación, recorrerán los lugares donde se levantaban algunos monumentos ya desaparecidos, intentando recrearlos en la imaginación de los visitantes.

El que posiblemente sea el principal festival de teatro clásico en España no se queda encerrado en los teatros, sino que también saca a la calle buena parte de sus espectáculos. Plazas, patios de palacios, claustros, los alrededores de ermitas y hasta los espacios a la entrada de alguno de los teatros se cuentan entre los escenarios al aire libre que frecuenta el festival. Eso sin contar con el celebérrimo Corral de comedias, tal vez el escenario al descubierto con más solera de nuestro país (con permiso del teatro romano de Mérida).

En la edición de este año (que se celebrará del 4 al 28 de julio) la selección de obras y compañías participantes es, como de costumbre, impresionante. Entre las obras que se podrán ver en la calle están «La dama duende», de Calderón de la Barca, dirigida por Miguel Narros; «El médico a palos», de Moliére, una versión de «Los empeños de una casa» (Sor Juana Inés de la Cruz) visualmente inspirada en las pinturas de Frida Kahlo; una peculiar adaptación de «Romeo y Julieta» basada sólo en los personajes masculinos; una versión moderna y dirigida al público infantil del calderoniano «El gran teatro del mundo», o la folía «Siglo de Oro, siglo de ahora», que juega a ser un viaje de ida y vuelta entre el siglo XVII y nuestros días.

A finales del siglo XVI, Zalamea de la Serena recibió a las tropas que iban a la conquista de Portugal. Se cuenta que, durante el tiempo en que estas estuvieron acampadas, un capitán violó a la hija del alcalde y este (después de que el capitán rechazase casarse con la muchacha por no ser esta de familia noble) decidió ajusticiarle por ello. Los hechos fueron considerados un escándalo por los militares, pero finalmente Felipe II fue al pueblo y dictaminó que el alcalde, Pedro Crespo, había obrado correctamente. Esta historia fue inmortalizada años más tarde por Calderón de la Barca (quien al parecer residió una temporada en el pueblo) en su obra «El alcalde de Zalamea» y es recordada cada año, en la segunda quincena de agosto, con una representación de la obra en la Plaza de la Constitución de esta localidad pacense.

Este año se celebrará la vigésima edición de este evento, en el que participan más de quinientos vecinos entre actores, figurantes y colaboradores. Pero la representación de la obra (que se repite cada noche durante cuatro días) no es la única parte de esta celebración, sino que está rodeada de otras actividades: rutas guiadas por los principales monumentos de Zalamea, un mercado artesanal, pasacalles, representaciones de escenas en distintos puntos del pueblo (a menudo en los mismos donde se desarrolla la acción en la obra), animación en la calle... En definitiva, toda Zalamea se viste de Siglo de Oro durante un largo fin de semana.

«Don Juan Tenorio» ni es una obra del Siglo de Oro ni está ambientado en Guadalajara; pero sí que está basado en una («El burlador de Sevilla y convidado de piedra», atribuida a Tirso de Molina) y los guadalajareños han decidido hacerla suya y combinarla con la historia de una de las épocas de mayor esplendor de su ciudad, creando un espectáculo verdaderamente singular que es una de las principales atracciones turísticas de esta ciudad.

La tradición empezó en 1992, cuando una asociación popular decidió salir a las calles de Guadalajara la noche del 31 de octubre para representar la obra en escenarios de finales del siglo XVI. Esto hizo que se combinase la historia del Tenorio con la de la familia Mendoza, la más importante de la ciudad en aquel siglo y a la que pertenecieron algunos de los escenarios empleados, en especial el bellísimo Palacio del Infantado. Con los años, la celebración ha ido ganando tirón popular, hasta convertirse en una gran celebración con más de 150 actores aficionados que recorren la ciudad durante toda una tarde y una noche en torno al 1 de noviembre. A la representación del Tenorio propiamente dicho en plazas, patios y zaguanes por todo el centro de Guadalajara se han sumado desde hace años otras actividades paralelas, como el «Retablo Mendocino», que recrea el ambiente de la ciudad en torno al año 1600 y que ocupa la tarde, como calentamiento para el gran espectáculo.

La tierra de Dulcinea no podía menos que recordar a Don Quijote. Y lo lleva haciendo desde 1991 con las Jornadas Cervantinas que celebra cada año en la segunda quincena de abril, con especial auge en torno al Día del Libro. En estas jornadas hay exposiciones, mercados cervantinos, lecturas del «Quijote», conferencias y otras actividades. Pero, sobre todo, teatro.

Los vecinos del pueblo son quienes interpretan a sus homólogos del siglo XVII en toda una serie de representaciones. Entre ellas, el programa de las jornadas del pasado abril incluyó una ronda literaria nocturna en la que Don Quijote y Sancho recorren El Toboso buscando a Dulcinea. También hay rutas guiadas y dramatizadas para conocer los rincones más interesantes del pueblo, destinadas específicamente a colegios de primaria. Y entremeses, una ronda, teatro infantil itinerante... En suma,un Toboso en el que quizá si se podría encontrar a la Dulcinea que imaginaba Don Quijote.

Nuestra última propuesta no es teatro en sentido estricto, con escenario, actores y un texto conocido, pero sí en un sentido más amplio. Se trata de recorrer este pueblo tan bello, situado a 47 kilómetros de Madrid, en compañía de actores caracterizados de Goya o la Condesa de Chinchón, entre otros.

El Ayuntamiento de Chinchón organiza durante el mes de junio las visitas teatralizadas «El Alma de Chinchón». La ruta comienza a las 22.00 horas, y después de un paseo de noventa minutos podremos saber y comentar qué suceso llevó a Goya a tener relación con el municipio de Chinchón, o descubrir por qué a una parte de la Plaza Mayor se la llama «Columnas de los franceses». Los precios de la visita teatralizada son: 10 euros los adultos, 8 los jubilados, y 5 euros los niños de 5 a 10 años. Hay que inscribirse en la Oficina de Turismo de la ciudad.