«En el almuerzo y la merienda es cuando tenemos que hacer más hincapié para que los niños coman fruta. Y sin límite»

Por un día, los escolares han dejado de lado sus pupitres y libros para celebrar el Día del Frutero y adquirir otros conocimientos gracias a la iniciativa 'Clase en la frutería' de Manzanas Val Venosta. Un evento anual que persigue aumentar el consumo de frutas en la infancia, al mismo tiempo que revaloriza la figura de los fruteros.

La realidad es que los niños españoles con edades comprendidas entre los 10 y los 17 años apenas consumen 164 gramos de frutas al día y 107 de hortalizas (275 gramos en conjunto), según la Encuesta Nacional de Alimentación en la Población Infantil y Adolescente. Estas cantidades se quedan muy lejos de los objetivos marcados por la OMS de tomar, al menos, 400 gramos diarios de estos alimentos. Además, según el organismo, la baja ingesta de frutas y hortalizas ocasiona 1,7 millones de muertes al año en su mayor parte por enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes.

«Somos el país de Europa donde menos fruta comen los niños», ha explicado a los menores Lourdes Montes, diseñadora de moda, abogada y madre de dos niños, que también ha participado en la iniciativa. «¿No os da pena que seamos los últimos? ¡Tenemos que ganar! -ha continuado- Recordad que tenemos que cuidar nuestro cuerpo para que nos dure mucho tiempo porque sólo tenemos uno y no lo vamos a poder cambiar. Y para ello, tenemos que llevar una alimentación saludable».

Sin embargo, los escolares estudian en sus centros cómo llevar a cabo una buena alimentación de manos de la pirámide alimenticia, un sistema que numerosos expertos han denunciado porque no es correcta y es todo un «despropósito», como decía Aitor Sánchez, dietista-nutricionista y tecnólogo alimentario, en una entrevista con ABC.

Ante este panorama tan confuso, Llorca aconseja a las familias «tener muy claro que la alimentación en general se tiene que basar en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Recibimos tanta información y muchas veces tan sesgada, que no sabemos hacia dónde ir -continua-. Pero todos, en el fondo, tenemos una idea de lo que es o no saludable».

Teniendo en cuenta los alimentos que no pueden faltar en la despensa, toca pasar a la práctica. Y eso es lo que más cuesta porque a la hora de hacer la compra, pueden llegar a adquirirse una gran cantidad de productos insanos. «Lo que sí podemos hacer es que entren lo menos posible», dice el experto a ABC, «porque una vez dentro de casa, no podrás negárselo a tu hijo».

Por eso es fundamental hacer de la fruta un aliado. «Los niños pueden comer fruta cuando quieran, y la cantidad que deseen, en cualquier momento del día», recuerda Llorca. «Obviamente, para ellos es más apetecible en el almuerzo y la merienda. En el desayuno, por ejemplo, suele ser más complejo, así como después de comer porque están llenos. Por eso, en esos dos momentos del día, es cuando tenemos que hacer más hincapié para que los niños coman fruta. Y sin límite para no generar una posible mala relación con la comida».

Y, aunque los menores salgan hambrientos del colegio, la fruta es la mejor merienda que pueden tener. «Todos los niños salen hambrientos del cole pero suele ser un hambre emocional. Que se coma una, dos... seis manzanas, si quiere. Además, la fruta se puede acompañar de unos frutos secos, que dan energía y aporta calorías. ¿Merendar un bocadillo? ¿Galletas? Yo no le voy a decir a un papá o mamá que no lo haga pero que le lleve la manzana, que se la coma primero y luego el bocadillo», concluye.