Suspenso a los comedores escolares, según un estudio de la OCU
Ni uno de los 622 menús escolares analizados cumple las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.
Madrid
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Iniciar sesiónEl 40% de los estudiantes de educación infantil y primaria comen en el cole. ¿Qué tal lo hacen? ¿Son los menús escolares ricos, nutritivos y equilibrados? ¿Qué les falta y qué les sobra? Las familias dan respuesta a estas preguntas... y los resultados son ... decepcionantes: ni uno de los 622 menús escolares analizados se ajusta a lo que recomienda AESAN.
Mediante un cuestionario online, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha consultado a los padres y madres sobre el menú de sus hijos en el colegio. Cuestiones como el tipo de colegio, el precio del menú, cómo se gestiona el comedor, dónde se elabora la comida, la información que reciben los padres, la cantidad de veces que un determinado alimento se incluye en el menú y las diferentes formas de cocinado… Estos datos les han servido para conocer cómo es el servicio de comedor, clave en la alimentación y salud de los niños, además de importante en su educación para que aprendan a comer bien.
Consiguieron reunir 622 menús mensuales diferentes enviados por familias de toda España, con niños en edad escolar en colegios públicos (73%), concertados (21%) o privados (6%). Los menús estudiados, del curso pasado, corresponden a los meses comprendidos entre marzo y junio de 2023.
Observaron que el precio del comedor depende sobre todo del tipo de colegio: en un centro público cuesta unos 96 euros mensuales, de media, mientras que en un centro concertado el precio sube hasta los 134 euros, y hasta los 146 euros si es privado. El comedor es uno de los gastos más fuertes del curso escolar.
Sin embargo, en general, el precio no afecta a la calidad: hemos comprobado que los menús mejores y más completos no tienen que ser los más caros.
¿Catering o cocina propia en el cole?
En la actualidad, solo en el 33% de los casos se cocina directamente en el centro. Y es que cada vez más los colegios, sobre todo los públicos, recurren a empresas de catering: el 55% de los menús son elaborados por empresas que cocinan miles de menús para diferentes centros y que transportan a los comedores de dos maneras:
Envasada y refrigerada para calentar posteriormente en el comedor; es la llamada línea fría, la más generalizada, que se usa en 7 de cada 10 comedores con cocina externa.
En platos que llegan calientes el mismo día que se van a consumir; a esta línea caliente, mayoritaria hasta hace unos años, recurren 3 de cada 10 comedores con catering.
Gracias a la encuesta se ha podido saber lo que comen, cuánto y cómo. La valoración de la OCU se basa en el número de raciones recomendadas por la Guía de comedores escolares del programa Perseo de 2008, el documento de consenso sobre la Alimentación en centros educativos aprobado en 2010 por el Consejo Interterritorial del Sistema nacional de Salud, los indicadores de la Estrategia NAOS de 2011, y los criterios propios de OCU.
Cómo debería ser una buena dieta
Una buena dieta para niños en edad escolar debe incluir:
-Alimentos ricos en hidratos de carbono, arroz, pasta o patatas como plato principal o guarnición.
-Legumbres un par de veces a la semana, como plato principal o guarnición.
-Fruta a diario
-Verdura, como plato principal o guarnición.
-Carnes, pescado y huevos alternándose en los platos principales, pero es importante dar prioridad a las carnes magras y al pescado sobre otros alimentos más grasos.
Y en las preparaciones, evitar precocinados y frituras, apostando mejor por guisos, preparaciones a la plancha o al horno. En resumen, una buena dieta para niños, como para los mayores, debe ser variada y equilibrada.
Y cómo son los menús escolares
Demasiadas patatas, poca legumbre
Las recomendaciones nutricionales sobre arroz, pasta y patatas apuntan a entre 2,5 y 3 raciones semanales, pero, de media, se están dando un poco por encima, unas 3 veces a la semana. Sin embargo, el consumo de legumbres es escaso, no llega al mínimo recomendado de 1,5 veces a la semana.
Comen verdura… pero en puré
La presencia de verdura en la dieta de los escolares es fundamental, ya que proporciona vitaminas, minerales y fibra, y pocas calorías.
Aunque a algunos niños les pueda costar tomar verduras, el comedor escolar es el lugar indicado para crear buenos hábitos. Su presencia en los menús debe ser complementaria a los hidratos de carbono.
El valor medio de la encuesta es de 2,45 raciones semanales, casi alcanza el mínimo recomendado de 2,5. Sin embargo, la forma de elaborar los platos no es la ideal: solo el 11% de la verdura de los menús se cocina entera, la mayoría se presenta en puré o en ensaladas como guarnición (que a menudo los niños se dejan en el plato). Se echan en falta preparaciones de verdura clásicas: judías verdes, menestra, coliflor...
Faltan huevos
La carne, el pescado y los huevos deberían aparecer entre una y dos veces a la semana en los menús. El objetivo es variar y alternarlos, dando prioridad a las carnes más magras, a los pescados azules ricos en omega 3 e incluir más huevos.
Los escolares comen carne en cantidades que se ajustan a lo recomendado, pero debería rebajarse el porcentaje de embutidos (15%), demasiado grasos.
Las cantidades de pescado son adecuadas, aunque deberían tomar más pescado azul. Idealmente los niños más pequeños no deberían abusar de pescados de gran tamaño (atún, pez espada) por su contenido en mercurio, pero sí incorporar grasas omega 3 procedentes de otro tipo de pescados azules (salmón, trucha, boquerón, sardinas, caballa...).
Lamentablemente, el consumo de huevos no alcanza el mínimo establecido de una vez a la semana. El huevo es un alimento con pocas calorías, rico en proteínas, minerales y vitaminas.
Y más fruta de temporada
Para el postre, lo ideal es tomar fruta fresca a diario. Se debería optar siempre por frutas de temporada e ir alternando entre unas y otras. En la práctica, los niños comen fruta en el cole unas 3,75 veces a la semana, no a diario. Además, la variedad sigue siendo una asignatura pendiente: básicamente toman plátanos, manzanas y peras. En contrapartida, esa carencia de fruta se suple con un exceso de postres lácteos, sobre todo yogur azucarado: lo recomendable es un postre lácteo a la semana en el menú escolar, pero de media se toman 1,4 veces.
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Croquetas, empanadillas, flamenquines, san jacobos, patatas fritas… están entre los platos preferidos por los niños, pero estas preparaciones suelen venir de precocinados industriales, altamente ricos en grasas e hidratos de carbono y con poca proteína. Aunque en los menús aparecen en poca cantidad, 0,55 raciones a la semana, sería aún mejor si se redujeran a una vez cada dos semanas.
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