Es fútbol y es femenino
¿Si no están los campos dónde esta el dinero?
«Lo raro es que el Badalona Women ha jugado contra el Dux Logroño, en Sabadell y contra la Real Sociedad, en Salou»
El Madrid y el Atleti se pegan en los despachos
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Iniciar sesiónEn la asamblea de la Liga F del 29 de mayo se propuso sin éxito retrasar el inicio de la competición. Y todo porque el FC Badalona Women no tenía campo disponible para la fecha prevista. La votación, claro, dio un resultado negativo. Así ... que el cuadro catalán ha tenido que buscarse la vida para jugar sus dos primeros partidos como local. Y lo raro es que lo ha hecho en dos instalaciones distintas. El primero, contra el Dux Logroño, en Sabadell; el segundo, contra la Real Sociedad, en Salou.
Cuando un equipo se inscribe en la RFEF para participar en alguna competición tiene que dar como localización su campo principal y además otro alternativo, en caso de incidencias. Cuando la incidencia ocurre, como ha sido el caso, se solicita el cambio y el juez único de competición resuelve y suele autorizarlo. En este caso, surgen tres preguntas aún sin respuesta. ¿Cuál era la instalación alternativa, Sabadell o Salou? ¿Por qué se ha tenido que jugar en dos campos distintos? ¿Por qué no se han hecho públicas las resoluciones de competición de la RFEF autorizando el cambio de sede de los partidos?
Lo peor es que los clubes han dispuesto de fondos públicos adjudicados por el CSD para mejorar las infraestructuras y cumplir con lo que mínimamente exige una liga profesional. ¿Por qué se ha tardado tanto (tres años) en tener unas instalaciones preparadas para afrontar los requisitos y estándares que necesita su instalación? Lo peor seria que no estuvieran justificadas muchas de las partidas del dinero o que no se hubieran gastado en el carácter finalista de la subvención.
En el fútbol no profesional encontramos otro caso sorprendente. El del Rayo Vallecano Femenino y todos los equipos de categoría nacional que disputan sus partidos en su ciudad deportiva, sita en el ensanche de Vallecas, por las graves deficiencias de los campos 3 y 4 de césped artificial. Por eso se dio un cambio de campo a última hora del partido de la Copa de la Reina del pasado miércoles, entre la fundación Rayo Vallecano Femenino y el Sportextremadura CD. Como solución de emergencia, el encuentro se acabó disputando en el Ernesto Cotorruelo, de la Federación Madrileña de Fútbol.
No estamos asistiendo a una simple cuestión de campos. Lo grave es que es el reflejo de una gestión deficiente y una falta de respeto hacia el propio proyecto del fútbol femenino. Hay clubes que ni siquiera tienen una instalación donde ejercer su localía, y otros que sí la tienen, pero en condiciones que no cumplen el mínimo exigible. Mientras tanto, los fondos públicos se reparten y las justificaciones se diluyen. Y tres años después de recibir dinero y promesas para mejorar infraestructuras, seguimos hablando de campos prestados, céspedes deteriorados y resoluciones opacas. El problema no es la falta de recursos, sino la falta de control, transparencia y voluntad real de hacer las cosas bien.
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