Sin rastro de La Liga F en la Quiniela

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Manuel Merinero

Esta temporada ya no hay subvención del CSD para cubrir los ingresos que se han dejado de percibir. Los dirigentes de La Liga F han afirmado en distintas ocasiones que lo proveniente de las quinielas cubrirá esas partidas. La propia Beatriz Álvarez afirmó con contundencia que «se está desarrollando el decreto de quinielas para meter nuestros partidos». La Liga F recibirá, gracias a ello, un nuevo impulso a través de la Quiniela, tanto en visibilidad como en potencial económico. La cantidad concreta que ingresarán los clubes dependerá del reparto final definido por el Gobierno, que podría traducirse en cifras modestas, especialmente si hay pocos partidos femeninos en los boletos. Vaya por delante que el campeonato ha empezado sin que en los boletos figuraran partidos femeninos.

¿Por qué no se han incluido todavía los encuentros en la Quiniela? La presencia estaba anunciada, pero aún pendiente de reglamentación formal mediante un real decreto que debe aprobar el Gobierno y todavía no se ha hecho. Así que de momento no hay partidos de La Liga F en la Quiniela y, por lo tanto, tampoco hay ingresos. Inicialmente, lo presupuestado y aprobado en asamblea en La Liga F eran 5 millones de euros. Pero son castillos en el aire: ni tiene aún la firma del Gobierno, ni se sabe a cuánto ascenderá la cantidad total a ingresar, pues es una incógnita todavía cuántos partidos irán incluidos cada jornada en los boletos de la Quiniela. La primera batalla ha comenzado.

La segunda batalla parece que va a ser la utilización del VAR, una de las novedades anunciadas en La Liga F. Primero iba a ser un VAR de bajo coste; después anunciaron que funcionaría bajo demanda. Y, finalmente, ni lo uno ni lo otro. Se ha implantado un sistema de Football Video Support. ¿Qué es eso? Cada equipo tendrá dos solicitudes de revisión por partido, siempre pedidas por el entrenador principal, en cuatro situaciones posibles: gol/no gol, penalti/no penalti, tarjeta roja directa y confusión de identidad. Para rematar el jaleo las árbitras tienen que ir a la banda a ver en la pantalla todos y cada uno de los goles en cada partido, con el añadido de que posteriormente hay que añadir un minuto de descuento por cada tanto. Esta medida, en mi opinión, es un error que afecta directamente a la credibilidad de la competición. La obligación de que las árbitras revisen prácticamente cada gol marcado, en lugar de aportar claridad, está generando la sensación de desconfianza, embrollo permanente hacia las propias colegiadas y hacia el desarrollo natural del juego, además de una prolongación innecesaria del encuentro.

El fútbol es emoción inmediata; cada gol tiene un valor no solo en el marcador, sino también en la experiencia del público, en la dinámica de los equipos y en la justicia del partido. Pero cuando cada celebración se ve interrumpida por una revisión sistemática, el espectáculo pierde automáticamente autenticidad y ritmo. En lugar de corregir errores puntuales, se está transmitiendo la idea de que nada vale hasta que una pantalla lo ratifique, lo que desvirtúa el papel de la árbitra en el campo.

Para rematar la primera jornada, anotar una salida más de talento al extranjero, en este caso la de Lucía Corrales, una jugadora de 20 años, internacional en todas las categorías inferiores de la selección española y hasta ahora perteneciente al FC Barcelona. El London City ha pagado 500.000 euros por ella y la jugadora ya está rumbo a Londres, una muestra más de la debilidad y la falta de músculo financiero de la liga española. En definitiva, esta jornada inaugural deja claro que el fútbol femenino español necesita menos excusas y más seriedad, como tantas veces hemos reclamado desde aquí: inversión real, gestión profesional y un arbitraje moderno y respetado. De lo contrario, cada inicio de temporada dejará al descubierto nuevas carencias y jamás logrará lo que debería ser: una promesa clara y nítida a futuro.