Isaac, el alma de Lady Pepa

Alfonso J. Ussía

Ningún otro maître del Madrid de entonces tenía la naturalidad de tratar a todos por igual

Cuando el capuchino se cargó al Café

Alfonso J. Ussía

Quizá esté bien que nos duela un poco perder el Café Gijón, para recordar que una ciudad sin memoria es solo un decorado, y que los cafés no se cierran: se quedan esperando por si algún día el dinero se olvida de venir

Alfonso J. Ussía

Moderadamente idiota

Hemos sustituido la convicción por el adverbio

EL BAR DEL TANATORIO

¿A quién le toca pagar?

Alfonso J. Ussía

Al fondo, unos chavales hablaban de unos vídeos de no sé qué red social, convencidos de que pronto los algoritmos escribirían los obituarios antes de que el fallecido dé alguna pista

Madrid y un memo machista

Alfonso J. Ussía

Esta mujer estaba haciéndolo mejor que cualquier conductor y, sin embargo, cuando la paré, estaba convencido de que me había mirado un tuerto

Alfonso J. Ussía

Una mañana en Bailén

Con todos ustedes: la política feminista del partido que gobierna

Madrid es inmigrante

Alfonso J. Ussía

Si se dan un paseo por la calle Atocha entenderán que nuestras raíces han crecido con semillas de todas partes. Hay quien todavía no se ha enterado

Alfonso J. Ussía

400 muertos más

No recuerdo flotillas por la paz en el Nervión ni el Bidasoa