Suscribete a
ABC Premium

Coliflor versus brócoli: de la col aristocrática a su «primo silvestre»

El crítico gastronómico Carlos Maribona analiza estas dos verduras y sus formas de cocinarlas

Carlos Maribona

Como le ocurre a la alcachofa, y como su propio nombre indica, la coliflor es una flor que se come . El gran periodista gastronómico Cristino Álvarez la llamaba, con acierto, «la más aristocrática de las coles». Desde luego, por su finura y por ... su textura tan especial, estamos ante la reina de las verduras de invierno, aunque como su recolección se prolonga en las huertas del Ebro hasta el mes de mayo podríamos incluirla también entre las hortalizas de primavera. Dicen los riojanos que en su tierra se dan las mejores . Puede ser cierto porque las que se recogen en Calahorra son de excepcional calidad, e incluso están amparadas con una indicación geográfica protegida. Allí es habitual incluirlas, rebozadas, en las menestras. Una muestra más de su versatilidad en la cocina , lo que la convierte en la más consumida de todas las coles que se cultivan en España, aunque aquí no empezó a comerse hasta el siglo XVIII. Con su sabor agradable (no tanto su olor al cocerla) y ligeramente dulzón, se puede tomar tanto cruda como guisada, encurtida o rebozada. Es muy tradicional prepararla simplemente cocida acompañada de mayonesa o de una vinagreta, y también gratinada con bechamel y queso.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia