Carmen Calvo: «Las chicas jóvenes están desorientadísimas con el sexo. Hay que hablarlo con libertad y franqueza»
Rechaza nepotismo del PSOE en su nombramiento como presidenta del Consejo de Estado: «Yo nunca aceptaré una puerta giratoria»
Las perlas del libro de Carmen Calvo: «Se aguanta la penetración sin rechistar. Y vamos a peor»
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Iniciar sesiónEste miércoles 14 de febrero ha salido a la venta el libro 'Nosotras', escrito por Carmen Calvo y editado por Planeta, pocas horas después de que se haya conocido su nombramiento como presidenta del Consejo de Estado, una decisión que el presidente ... del Gobierno, Pedro Sánchez, le comunicó hace «solo unos días».
Dicen del ensayo que es una especie de 'vendetta' de un sector del feminismo con otro, pero su autora defiende que con quien ha saldado cuentas ha sido solamente con las dos amigas que en la primavera de 2023, durante una cena, le impulsaron a hacer un repaso de la historia del feminismo en España durante cada noche desde entonces. «Me relajaba mucho poner en orden mis ideas», dice Carmen Calvo, exvicepresidenta del Ejecutivo que no necesita mucha presentación.
En el volumen hay capítulos imperdibles como el de la sexualidad ('El cuerpo de las mujeres, epicentro de la infamia'), donde la nueva presidenta del Consejo de Estado se explaya sobre que «las jóvenes aceptan la penetración sin rechistar y vamos a peor». Tacha el día que se aprobó la ley Trans de Irene Montero de «fatídico» y margina en el libro la ley del 'sí es sí', aunque no se esconde durante los minutos que en un día de mucho trajín dedica a ABC: «Agradezco al PP que nos acompañase en reformar esa ley, que tantos problemas mantuve que iba a dar», resuelve.
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Presenta libro y es presidenta del Consejo de Estado. ¿Estamos ante la Semana Grande de Carmen Calvo?
[Ríe] Hoy estoy un poco pluriempleada, pero estoy contenta. Es la semana en que ha coincidido de manera absolutamente casual sacar mi libro, en el que llevaba ya unos cuantos meses metida, como es lógico, y al mismo tiempo, esto. Esto pasa, son solo unos días, y después me tengo que poner a lo que de verdad importa, que es estar en un órgano constitucional muy importante, en el que voy a poner todo de mi parte. Creo que son tiempos en los que se necesita calma, reflexión y en la medida modesta de mis posibilidades, a ello voy.
¿Cuándo decide escribir el libro y por qué?
Lo decido en la primavera del año pasado, porque llevo toda mi vida, no hay una sola provincia de España que no haya pisado dando conferencias, contactando con las mujeres y lo decido, en una cena con dos amigas, que ellas me dicen: '¿Carmen, por qué no le pones orden a todo eso?' y lo escribes. Al principio pensé que no, tengo tantas cosas que hacer que no, y luego me di cuenta de que me relajaba mucho por la noche poner en orden mis ideas. El ensayo es una perspectiva histórica, fuera y dentro de España, de lo que hemos pedido las mujeres y de lo que he compartido también con mujeres. Pero fue aquel impulso durante la cena, y de repente empecé a hacerlo, lo pongo en la mesa con el ánimo de ayudar sobre todo a las mayores, y a las más jóvenes también, por si les sirve de guía y a muchos hombres, que creo que tienen que entrar ahí y que pueden entrar al libro para que entiendan la importancia que tiene para la democracia la igualdad que nosotras exigimos para nuestras vidas. En ese sentido, estoy bastante contenta de haberlo hecho.
Es muy llamativo lo que escribe en el libro sobre la penetración, que no es algo que busque ni quiera la mujer, quizás de mayor edad. Y que las jóvenes «aguantan la penetración sin rechistar». También opina que la monogamia es un sindiós. ¿Es una prueba más de que queda mucho que hablar de sexo entre las mujeres?
Sí, sin duda. Hay que hablar más de sexualidad en nuestro país, con respeto y libertad, porque cuando hablamos ahora de atajar la pornografía, que tanto daño está haciendo a nuestros jóvenes, con los derroteros tan tremendos que tiene para las mujeres, pues habrá que hablarlo. Y habrá que hacerlo con la cautela de que nos adentramos en terrenos muy íntimos y de la libertad de cada quien, pero hay que hacerlo con sentido común y en fin, con argumentos. Yo lo que sostengo en mi libro es que es bastante incompatible que las mujeres hayamos cambiado tanto, avanzado tanto, que seamos independientes económicamente, estemos formadas, hayamos accedido a todos los espacios públicos y la sexualidad haya avanzado muchísimo menos. Y que en muchas ocasiones la sexualidad que se practica siga bebiendo de eso que vemos en la pornografía, que son los usos y costumbres de nuestros abuelos y bisabuelos, sin que muchas cosas hayan cambiado.
Ahí hubo un debate muy interesante, que recojo en el libro, en el feminismo español cuando iniciamos la democracia y al final del franquismo, que las mujeres hablábamos mucho de esto. Luego esto se ha callado y ahora vemos que hay muchas chicas jóvenes desorientadísimas con todo esto, hay que hablarlo con libertad y franqueza. Vamos a peor.
En la arena política, ¿cuál cree que ha sido el peaje para el feminismo de la gestión de Podemos cuatro años al frente de Igualdad?
Yo estoy en el mismo lugar de siempre, como dice la canción mexicana. Para mí, el feminismo es igualdad, ocuparte de los grandes problemas que tiene más de la mitad de la población, es decir, la mayoría absoluta natural, que somos las mujeres, los problemas de peores pensiones, brecha salarial, violencia, de retraso de la maternidad, de dificultad de llevar a los niños de 0 a 3 años, de las leyes que hemos hecho. Para mí el debate está ahí y siempre ha estado ahí. En el feminismo del que yo vengo y en el que yo estoy tiene que ver con los problemas reales de las mujeres, no me he movido de ahí. Como dije, estaba muy contenta de que ese ministerio volviera a las riendas de mi partido. Lo dije cuando había que decirlo y lo sigo sosteniendo.
Hablando de eso, Ana Redondo tiene enfadado ya al sector trans por el nombramiento de Isabel García al frente del Instituto de las Mujeres, ¿le sorprende?
A ver, la ministra creo que está al principio de lo que tiene que hacer, habrá que dejarla que vaya desarrollando sus objetivos de legislatura, pero ella viene de un partido como el mío, que tenemos acuerdos en nuestros congresos, en el último congreso decidimos una ley abolicionista de la prostitución y seguir trabajando en la ilegalidad de los vientres de alquiler. Por cierto, dos asuntos sobre los que el Parlamento Europeo se ha pronunciado hace dos meses sobre que las dos cosas son violencia contra las mujeres y que Europa tiene que legislar por ahí.
¿A usted le hubiese gustado ser mujer en otra época, nacer en la España actual, por ejemplo?
Fíjese, le voy a confesar que hace mucho tiempo lo que me relaja es leer e irme a otra época, pero hacia atrás. Lo último que acabo de leer es una biografía espectacular de Catalina de Aragón, que por cierto fue la primera mujer embajadora del mundo, porque presentó credenciales en nombre de su padre, que era Fernando de Aragón, en la Corte de su marido. Me interesa mucho para entender el presente y el futuro el pasado, de dónde venimos y qué ocurrió en la historia.
¿Qué problema femenino aún no está en la agenda política?
Espero que esté y va avanzando mucho el empleo de las mujeres. Me gustaría que hubiese un gran debate público, con elementos de posicionamiento político, decisiones jurídicas y de planificación, sobre la maternidad. Me preocupan mucho las mujeres jóvenes que quieren ser madres, que retrasen tantísimo su primer hijo porque no encuentran hueco, no hay una respuesta de la sociedad en su conjunto para que la maternidad sea un hecho confortable. Para que tengan, si quieren, más de un hijo; para que interrumpan cuando quieran su embarazo en la sanidad pública sin cambiarse de ciudad; me preocupa todo eso porque es lo que determina en buena medida la vida de las mujeres más jóvenes.
¿Debe ser la legislatura en que se prohíba la prostitución?
¿Cuál es la principal queja como mujeres que no se está atendiendo?
La de la maternidad es muy, muy importante, porque hemos tomado decisiones muy parciales, pero creo que tendría que haber un gran debatte público. La maternidad no puede ser un problema para la mujer, un obstáculo en el currículo ni en la vida laboral de las mujeres. Han de encontrar una respuesta justa y confortable de la sociedad porque de la maternidad de las mujeres depende el futuro de este país. No excluyo otros temas, pero éste es nuclear.
No dice nada del 'sí es sí' en el libro, ¿por qué?
Bueno, hablo de todo, en general, pero yo estoy en la vida pública -o lo trato de estar- con respeto siempre sin acritud y con franqueza. Con franqueza 'sí o sí', también. Lo dije: creo que era una ley importante que avanzaba en materia de consentimiento y era un asunto sobre el que tenemos que seguir avanzando, porque ahí está el nudo gordiano de los atropellos y de los delitos contra nuestra libertad sexual, pero también señalé que había algunas cuestiones que se subsanaron porque mi partido las propuso como grupo parlamentario y nos ayudó el Partido Popular. Es público, lo dije en su momento, que habría problemas, no necesito ya recordarlo porque es sabido. Soy una mujer muy normal, pero en la política me expreso con el binomio respeto-franqueza. A la vista está, porque hicimos reformas porque yo pensé y formé parte del grupo parlamentario que pensó que había que hacerlas, incluso dije desde el primer momento que el PP nos tenía que acompañar y que yo se lo agradecía.
El CIS mantiene que los jóvenes se sienten discriminados por la radicalización de las políticas de igualdad. ¿Cómo valoró usted esos datos?
Hay un repunte del machismo, porque el machismo y el patriarcado es una estructura tan profunda que no cambia fácil ni rápido. Hay idas y venidas. Las feministas con esto contamos. Si te das cuenta, se corresponde esas respuestas en el sondeo del CIS con varones muy jóvenes de ultraderecha que sienten que pierden privilegios, hombres que no aceptan los cambios que vienen de la mano de la incorporación de las mujeres a todos los planos de la vida. Eso estaba cantado que les iba a parecer a ellos mal, no les parece mal a los varones que ya han hecho ese camino de reflexión.
Hoy Alberto Garzón ha renunciado a estar en la consultora de Pepe Blanco por las críticas recibidas. Usted ha recibido también muchas por la puerta giratoria que le ha buscado Sánchez
No, es que el Consejo de Estado no es una puerta giratoria. Son aquellos elementos del mundo privado donde entras por haber tenido un cargo y habitualmente estás bien remunerado. Pero el Consejo de Estado es el destino de muchos exministros, entre otras cosas, porque para presidirlo hay que haber sido ministro. Es una institución a la que me voy, como si me hubiese ido al Senado o a una alcaldía.
Responde a los que ven nepotismo del PSOE en ese cambio que no es una puerta giratoria...
Es que no lo es. Aquí ha habido muchísimos ministros de todos los partidos políticos y siguen estando allí. Sería bueno que cualquier miedo, como ABC, sacase la lista de ministros que han ido y los que están, precisamente por la experiencia que acumulan para poder servir. Pero repito, donde me voy es a otra institución, eso no es una puerta giratoria.
¿Se ha quitado un peso de encima dejando el escaño para no votar la ley de la amnistía?
No. Después de lo que hemos sabido del Partido Popular, este país tiene que resolver la situación de Cataluña. Parece que en eso también está el PP. Pero en fin, sobre esos asuntos no me pronuncio. No, he salido de mi escaño porque así me lo han pedido y yo he considerado que en este momento merecía la pena trabajar por mi país en otra responsabilidad. Insisto: yo nunca estaré en una puerta giratoria.
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¿Va a rebajar usted ahora el tono desde el Consejo de Estado que va a presidir?
Evidentemente. El Consejo de Estado se expresa en sus informes y yo trataré de que el hombre funcione, que cada uno haga su función, los letrados, consejeros... Trataré de hacerlo lo mejor que pueda y en ese sentido ya no estaré en mi trinchera ideológica, no es mi papel. Es evidente que tengo opinión de las cosas, que seguiré siendo quien soy pero tengo un espacio diferente de trabajo.
¿Debe dimitir Marlaska?
A ver, yo estoy en 'modo Umbral', estoy aquí para hablar de mi libro.
Se lo tengo que preguntar...
La entiendo. Es un hombre que está haciendo un trabajo en el ministerio muy complicado, le estimo muchísimo y desde luego por mí tiene que estar donde está, de ministro del Interior.
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