«Igualdad no ha solucionado nada. Han sido cuatro años perdidos»

El resumen lo hacen para ABC las entidades y expertos que durante los últimos cuatro años han reclamado iniciativas y recursos: han faltado las tres promesas clave (asignatura escolar, cribado en el sistema de salud y valoración de riesgo) y se han puesto sobre la mesa medidas cosméticas, como los comités de crisis del último año. La Alianza contra el Borrado de las Mujeres denuncia que «estos gabinetes no han servido para planificar ni una sola estrategia a largo plazo».

No es eso lo que recoge el equipo de Irene Montero en su documento 'Algo habremos hecho', una especie de memoria de 179 páginas de todos sus avances. Cantan para celebrar mañana la efeméride internacional del 25-N, Día para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que 'Hoy España es otra', pero no, en esta materia parece que no es diferente a la de 2019 al calor de los datos. Sí es una España con más dinero consignado para estas políticas, cierto. Igualdad entregó al Congreso un documento para acreditar que había logrado culminar el 65% de iniciativas planteadas en el Pacto de Estado, si bien desde el propio departamento reconocieron no controlar adónde va el montante presupuestado, una vez se distribuye entre entidades locales o autonomías. Un aspecto que deberá apuntalar la nueva ministra, Ana Redondo, si quiere dotar al Pacto de Estado de la máxima transparencia.

En ese largo epitafio publicado el pasado lunes, Igualdad incluye como «victorias» contra esta lacra propuestas que son aire todavía: un ejemplo, cita la creación de centros de atención 24 horas para asistir a las víctimas. Se proyectaron en la ley del 'sí es sí' sin que estén siquiera construidos. De los 52 que debía haber en diciembre de 2023 hay cuatro en pie. Podemos descargó culpas en las autonomías, que pidieron a Europa una moratoria de un año más.

Las frías estadísticas tampoco han mejorado. Hoy 82.588 casos de mujeres parpadean activos en el sistema de vigilancia VioGén. Como pudo saber ABC de fuentes del Instituto Armado, hay más de 22.000 agentes solo de este cuerpo desplegados que han intervenido en 911.000 ocasiones en lo que va de 2023, un 26,5% más que en todo 2022. Cada uniformado controla a veces a 50-100 mujeres, así que la sobresaturación es evidente.

El pasado diciembre las autoridades se percataron de que no se estaba evaluando bien el riesgo de las víctimas, porque un 50% de los agresores tenían antecedentes y un 40% de las asesinadas habían denunciado antes, recuerda Ana Bella, presidenta de una de las asociaciones con más víctimas, la fundación que lleva su nombre. Pero sigue fallando la valoración de ese riesgo, cuya revisión se prometió en varias ocasiones y no se ha implementado aún, afirma el exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Género Miguel Lorente, que recuerda que el 22% de las mujeres asesinadas este año habían denunciado. Se prometieron unidades de forense integral para auxiliar a los órganos judiciales y no están en marcha, salvo excepcionalmente en algunos juzgados del País Vasco, abunda Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas.

Lorente sí señala que el Ministerio de Igualdad ha seguido una línea continuista con políticas desarrolladas con anterioridad y que su balance no es negativo, aunque considera que la creación de los comités de crisis sí ha generado más ruido y confusión que medidas específicas.

De los grandes déficits que se observan en el sistema, Igualdad y asociaciones de su órbita consultadas responsabilizan a «la instalación del discurso negacionista de Vox» en las instituciones públicas. Fue a partir de mayo de 2023 cuando el partido de Abascal se sentó en cinco autonomías, cinco diputaciones provinciales y 135 ayuntamientos. Al decir de Besteiro, la «ruptura de la lucha unitaria» no ayuda en el combate de la lacra porque proyecta una imagen de desconfianza en las víctimas hacia el sistema.

Pero lo cierto es que los malos datos ya vienen de antes. De hecho, el mayor retroceso en este sentido se produce entre los jóvenes y el cambio sociológico se registra hace más de dos años. Lorente confiesa su preocupación por lo que han dibujado en este tiempo los barómetros del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud o la Fundación Mutua Madrileña, esta misma semana. Para un 20% de los chavales la violencia de género es «un invento ideológico», otros no creen que exista si es «de baja intensidad» y el 24% piensa que solo busca perjudicar a los hombres. Casi nueve de cada diez jóvenes reconocen alguna situación de violencia machista en su entorno. «La normalización de esta violencia se ha disparado entre los varones de 16 a 21 años», recoge el estudio de Mutua, donde una cuarta parte de los jóvenes afirman que «insultar a la pareja» no es un acto violento, el doble que la población general (11%). La responsable del área de Violencia de la Fundación Integra, Ángeles Ventura, corrobora que el maltrato se produce a edades más tempranas. Entre las adolescentes la media es a los 16 años.

Para Encarni Iglesias, presidenta de la única asociación de ciberviolencia que hay en el país, Stop Violencia Digital, «se ha conseguido que la violencia de género deje de ser importante esta legislatura, porque cada vez los adolescentes la niegan más y se comportan con un machismo que hace tiempo que no se veía. Han hecho que violadores estén en las calles y han gastado cantidades ingentes de dinero, pero la situación de las víctimas es la misma de antes». «No digo que otras cosas no sean importantes, pero llevamos muchos años mentalizando a la sociedad en violencia de género y en estos últimos años ha habido un claro retroceso», desarrolla.

Susana Gisbert, fiscal especializada en violencia de género en Valencia, opina que ha faltado la medida por excelencia, la de incidir en la educación en prevención a través de una materia en todas las etapas curriculares. La falta de sintonía entre Igualdad y Educación frenó esa asignatura que sería, agrega Bella, la palanca para que revierta la tendencia negativa entre los jóvenes.

El tercer gran compromiso fallido que ninguneó el equipo que sale de Igualdad ha sido el cribado de las mujeres en el entorno sanitario. Aquí hay consenso de todas las fuentes: «Es prioritario implicar al sistema de salud en la detección temprana de los casos porque el cien por cien de las maltratadas acuden a la consulta de un médico».