La situación financiera del Ayuntamiento de Lugo en lo que respecta a las facturas no reconocidas es cuanto menos llamativa. Así se desprende de un informe complementario al de morosidad del cuarto trimestre de 2013, firmado por el departamento de Tesorería este miércoles, y que deja en evidencia el descontrol contable del gobierno del socialista Xosé López Orozco. Esta última revisión de las llamadas «facturas en el cajón» revela un desfase de 10 millones de euros, entre la cifra contabilizada en un documento anterior (12,7 millones de euros) y el definitivo de 2,7, según consta en la documentación entregada ayer durante la Comisión de Cuentas.

El informe, al que ha tenido acceso ABC, no solo rebaja el importe de las facturas que cursaron entrada en el Concello antes del 1 de octubre y que a 31 de diciembre no habían sido supervisadas, sino también su número, que pasa de 471 pendientes a 438. Asimismo, y como resultado de la citada comprobación, la tesorera municipal, Rosario Vázquez, apunta avarias incidencias y errores en la transcripción de los importes para justificar el desfase detectado.

Lo hace a raíz de una denuncia del PP de Lugo en la que alertaba de una deuda por parte del gobierno municipal de cerca de 13 millones de euros sin tramitar, con más de tres meses desde su anotación en el registro, como así consta en un documento compulsado por el secretario municipal, José A. Carro, con fecha del 26 de marzo.

Una «evidente falta de supervisión del equipo de gobierno», según el portavoz de los populares lucenses, Jaime Castiñeira, que no solo se circunscribe al informe de mora del último trimestre de 2013. Ya en el primer y segundo trimestre se recogían 258 y 382 facturas pendientes de reconocimiento, por importe de 2,1 y 6,5 millones respectivamente.

El origen de los 12,7 millones ahora corregidos a la baja se encuentra en una serie de errores que la tesorera recoge al detalle. Entre ellos, hasta cinco facturas con fallos de transcripción por importe total de 9.942.070 euros que fueron rebajados a 9.942,07. Nueve, por valor de 20.671,68, que tuvieron que ser dadas de baja por duplicidad —ya constaba como pagada en la contabilidad, de modo que no podía ser tramitada dos veces—; y seis, por un total de 99.873,37, que debían ser desglosadas en dos partes (una presupuestaria y otra no) y que, pese a haber sido abonadas, se encontraban en un estado de tramitación incorrecto. Había incluso facturas con signo negativo, que no dan lugar a tramitación de gasto.

Réplica del gobierno

Al respecto de estas cifras se pronunciaba ayer la concejala de Economía del Ayuntamiento de Lugo, Sonia Méndez, quien tras la celebración de la comisión de cuentas cargó las tintas contra Castiñeira. Al respecto de los 12,7 millones, acusó al edil popular de utilizar «un documento interno de trabajo» para «hacer una aparición estelar. Según declaró, «su imprudencia le llevó a dar un dato que no es tal», en clara referencia a los 2,7 millones finales.

Sobre este último extremo, desde el PP insisten en que hace dos días la contabilidad era otra y acusan al gobierno de «desentenderse de la gestión contable», responsabilizando directamente de la «falta de supervisión» a la concejala socialista.