EN LA PROVINCIA HERCULINA
El bloqueo de los piquetes impide cumplir los servicios mínimos de la huelga de transporte
Varios autobuses no pudieron salir ni entrar en las estaciones de La Coruña, Santiago y Ferrol hasta bien entrado el mediodía
Los sindicatos celebran un seguimiento «total» y cientos usuarios se quedaron tirados sin alternativa para desplazarse
Santiago
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Iniciar sesiónLa primera jornada del calendario de huelga establecido por el servicio de transporte en la provincia de La Coruña se hizo notar en sus principales urbes. Desde primera hora de la mañana de este viernes, cientos de usuarios se vieron afectados ya no solo por ... el seguimiento por parte de los transportistas, sino por la presencia de piquetes que impidieron la salida de ningún autobús hasta el mediodía en Santiago y la ciudad de La Coruña. Un factor que sumado a la fecha el principio del puente de la Constitución, que siempre implica una mayor afluencia de viajeros, generó colas y un trasvase a las estaciones de tren de aquellos que se quedaron tirados desde la mañana, sin alternativa para llegar a sus destinos.
Por su parte, los sindicatos convocantes (CIG, UGT y CCOO) celebraron un seguimiento «total» que les da fuerza de cara a la negociación del convenio colectivo del sector, motivante último tras la huelga que, salvo acuerdo, se reanudará los días 12, 15 y 19 de diciembre. Los parones afectan a todos los servicios que tengan origen, destino o parada en la provincia de La Coruña a excepción de la compañía de tranvías de la ciudad herculina, que cuenta con su propio convenio.
«Cuando no son mínimos y son máximos, el resultado es este», afirmó el responsable del sector de carreteras de UGT, Ivan Cancela, respecto a la falta de servicios mínimos en declaraciones recogidas por Europa Press.
«La huelga está siendo un éxito, con un seguimiento del 100%», añadió Cancela, presente en la concentración de transportistas frente a la estación herculina, donde demandó junto a alrededor de 200 personas un convenio colectivo «digno». Las concentraciones se sucedieron también frente a las estaciones de Ferrol y Santiago.
Desde UGT, Martín Fernández puso el foco en las jornadas laborales que se extienden hasta «15 horas al día». «Esa gente al día siguiente tiene que volver a coger un autobús, volver a llevar un transporte escolar», añadió Fernández, que criticó la «precarización del sector» con salarios que se sitúan en torno a los 1.200 euros al mes.
Por su parte, la Xunta informó de que hasta las 14,30 horas de este viernes, el grado de incumplimiento de los servicios mínimos fue del 32% en los contratos afectados y del 76% en el caso del transporte escolar, datos que no actualizaron más allá.
Indignación de los usuarios
En la estación intermodal de Santiago de Compostela, la novedad no era la afluencia de personas en la zona de autobuses, sino la falta de vehículos. Pese a que la gran mayoría de estudiantes universitarios y de FP que se desplazan diariamente a la capital gallega ya contaban con la huelga, decenas de personas aguardaban en las dársenas y otras acudían a las zonas de información para conocer el avance del servicio.
Las conversaciones eran monotemáticas: sobre la presencia de piquetes, el incumplimiento de los servicios mínimos o sobre cuándo podrían viajar a sus destinos. Pese a que personal del concello recomendaba buscar un medio de transporte alternativo, varios usuarios hacían fila en las ventanillas de información, y la sorpresa y el enfado era visible.
En el caso de Nuno, afectado que pretendía desplazarse desde Santiago a Vigo, la indignación procede del hecho de que el día anterior pudiese comprar el billete, pero la presencia de piquetes impidió la salida incluso de los servicios mínimos, con un goteo que arrancó ya entrado el mediodía. «La empresa tiene que poner servicios mínimos, y los servicios mínimos son vender billetes para esos buses y para los otros no», reclama el afectado.
En la ventanilla de Monbús explicaban que no sabían cuándo podrán entrar o salir los autobuses de, razón por la que, durante la mañana del viernes, tuvieron que dejar de vender billetes.
El resultado, tanto en La Coruña como en Santiago -en Ferrol sí se respetaron los servicios mínimos pese a alguna incidencia relacionada con los piquetes-, fue que gran cantidad de usuarios se desplazaron a las estaciones de tren, intentando buscar una alternativa, aunque en el caso de aquellos que se dirigían a poblaciones peor comunicadas que Vigo o las respectivas ciudades no contaban con esta alternativa. Es el caso de Marco, que tenía previsto viajar a A Estrada a la hora de comer, la única opción era esperar hasta las 20:15 de la tarde, teniendo en cuenta que el hecho de que saliese ese autobús era «una lotería».
A escasos metros, un grupo de mujeres explican que no pueden regresar a Lalín tras viajar a la capital gallega para unas cita médica tras cuatro horas esperando más información en la estación. En su caso, cuentan con la posibilidad de reservar un taxi o llamar a familiares, pero no es la tónica general de los cientos de usuarios que se quedaron tirados en la estaciones de la provincia herculina.
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