Los nuevos restaurantes de Madrid

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Laura Pintos

La capital ofrece gastronomía de todos los niveles, estilos y gustos. Aquí, algunas propuestas nuevas y muy originales para probar en estos días libres

No se trata solo de un restaurante. Aunque al frente de su ecléctica propuesta gastronómica está el conocido chef Aurelio Morales, el que llevó a la cima a Cebo (una estrella Michelin), y en Abya se come y se bebe bien (ensaladilla japonesa de Wagyu, rolls de bogavante, tartar con caviar, croquetas de jamón de bellota y oro y ceviche de lubina salvaje, entre otros platos del estilo) este es uno de los locales que se suma a la tendencia de moda en la capital de 'place to be'. Son esos locales, cada vez más numerosos, donde se ofrece una experiencia global que, a la comida -en Abya, fusión con buen producto y toques latinoamericanos-, une la localización -este en la zona más selecta de la ciudad, y una de las que acoge últimamente la mayor parte de las novedades gastro-, el espacio en sí -nada menos que un palacete histórico reabierto, decorado por su dueño y repleto de obras de arte- y el ambiente -ya hay lista de espera y el ticket medio es de 85 euros-.

Otro que redobla su apuesta en Madrid es el sumiller y empresario asturiano Marcos Granda. Lo hace con un japonés exquisito, pensado solo para seis comensales y bautizado Toki. En su barra ofrece alta cocina nipona de la mano del chef de ese origen Tadayoshi Motoa. Granda conoce esa cocina por su estrellado Nintai de Marbella, donde además triunfa con su dos estrella Skina. En la capital además posee Clos Madrid (una estrella) y en su tierra natal Ayalga (Ribadesella, una estrella). Hace un mes abrió, como si fuera poco, el restaurante Marcos, en Gijón.

Este mes de marzo encuentra ya por fin en marcha la anunciada nueva etapa del Club Allard de la mano, nada menos, que de Martín Berasategui. El prestigioso chef -que entre todas sus exitosas salas suma 12 estrellas- ofrece dos menús degustación como antesala de una propuesta a la carta que incorporará algo más tarde.

Pero el donostiarra no se queda ahí: en estos días abre también las puertas de su propia sala en la capital, bautizada Madrí Madre, ubicada a solo unos pasos del club social, con el chef Iñaki Rodaballo al frente y una carta con platos castizos como tortilla de bacalao, gildas, callos y bocadillos de calamares.

Uno de los flamantes locales de Madrid, Cícero, va rápidamente un paso más allá y abre otro espacio en la misma localización, Cícero Bar. Allí se centra en cócteles, vinos por copas, tequila y cerveza, con una breve carta de picoteo y un ambiente más ligado al ocio que se completa con un DJ de jueves a sábados.

El festivo Bárbara Ann, donde el espectáculo manda, abre por su parte una segunda sede en Madrid, esta en la calle Cedaceros, en pleno centro, confirmando el auge de las propuestas de cena con show entre el público que acude a la ciudad.

Otro que crece es The Fitzgerald, la cadena de hamburgueserías de los valencianos Mario y Carlos Gelabert, que inaugura local en Valdebebas. Por su parte, La Martinuca, que nació durante la pandemia como un restaurante especializado en tortilla de patatas solo con envío a domicilio, da el salto a un local físico en la calle Barquillo. Y La Mamona, de cocina española con toques actualizados, estrena su tercer local en Madrid, este en Pozuelo, adonde el Grupo Lalala afianza su expansión. Lo hace igualmente el Grupo Gunilla (Gunilla, Graf, Callejón de Serrano, Tayrona, Bianca, Bribón, Giselle Dinner Club) con su nuevo Margarita, centrado en una carta internacional que más bien acompaña su idea de cócteles, música y baile.

Madrid tiene este mes nuevo italiano: Casa Vito, un local informal y colorido con el que el grupo Vespok (Pólvora, Rincón de Vespok, Salitre) invita a sumergirse en una película de la mafia.

La ciudad que no para también suma a su amplísima oferta gastronómica un peruano, Pucará, que se suma a la animada calle Príncipe de Vergara con su cocina de platillos de las distintas regiones peruanas.

The Penthouse byWOW ya lleva, en cambio, algo de rodaje. Se trata de un restaurante en las alturas de la Gran Vía -ocupa la quinta y sexta planta del actual centro comercial WOW Concept, de Dimas Gimeno, en el edificio que ocupó en su día el Hotel Roma, ahora modernísimamente recuperado para estos fines- que quiere ser comedor pero también punto de encuentro en la ciudad. Detrás no hay novatos, sino el Grupo TriCiclo (Triciclo, Sua) y el chef Javier Goya.

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