El Covid borra las grandes marcas de la Gran Vía de Madrid
Los cierres de Inditex y H&M se suman a las pequeñas tiendas que, sin turismo, no pueden asumir las altísimas rentas del centro de la capital
A unos pocos metros del 'kilómetro cero' de la capital, los restos de las cuatro letras de Zara presiden unas puertas que, desde hace un mes, lucen un aspecto carcelario. El gigante Inditex consumó el pasado marzo un cierre histórico : bajó la persiana ... de la primera tienda de Zara en Madrid (y la primera fuera de La Coruña), un local de siete plantas en el número 6 de la calle de Carretas. Hace dos semanas, otro punto y final sacudió el centro de la ciudad. Del situado en el número 37 de la Gran Vía solo quedan sus iniciales rojas, todavía luminosas, tras la barrera metálica. Muy cerca, en el número 31 de la arteria madrileña, ni siquiera hay rastro de la segunda baja de Inditex en la zona este mismo mes, el emblemático abierto en 2010. La pandemia ha precipitado esta cascada de cierres de los 'flagships' –buques insignia, en inglés– de la moda en ubicaciones privilegiadas de la capital.
El sector del 'retail' no se ha salvado del año del Covid y sus consecuencias. Las ventas cayeron un 40% en 2020 y, en los primeros tres meses de 2021, el desplome ha crecido hasta el 47% , según datos de Acotex (Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos de la Comunidad de Madrid). «Para vender ese poquito hemos tenido que hacer promociones muy agresivas y nos hemos quedado sin márgenes», escenifica el presidente de Acotex, Eduardo Zamácola. Sin turismo, sin ingresos y sufragando elevados alquileres, muchos establecimientos se encontraron en un callejón sin salida. Incluso los grandes. «Los cierres [de Inditex y H&M] han sido motivados por la baja facturación y las altas rentas que, en muchos de los casos, no se ha podido llegar a acuerdos favorables con los propietarios de los locales», explica el director de Retail en Engel & Völkers Commercial, Eugenio Gallego.
La bofetada del Covid-19 , sin embargo, no ha sido el único detonante. De hecho, la crisis sanitaria ha afianzado un cambio de tendencia que venía gestándose en los últimos años ante el auge del 'e-commerce'. La desaparición de estas tiendas de H&M, Zara y Pull&Bear apenas son la punta del iceberg. El grupo sueco tiene previsto aplicar un ERE a 1.100 trabajadores y cerrar 30 establecimientos a lo largo de este año. Por su parte, Inditex borrará más de 300 establecimientos en toda España hasta 2023. «Es un claro indicador de reestructuración en la red comercial de estos gigantes del 'retail'», señala Gallego.
Los procesos de decisión de los colosos del sector son lentos; sus movimientos, también. «Son noticias, como el cierre de Zara, que estaban en el radar antes del Covid», asegura la directora de High Street de Knight Frank, Tamara Sánchez. Así, los últimos candados echados forman parte de decisiones estratégicas maceradas desde hace años y que incluyen planes de posicionamiento y de integración de venta física y digital. H&M, por ejemplo, contaba con dos tiendas a menos de 200 metros y Pull&Bear ya dispone de un local enorme en la cercana calle de Preciados. Con todo, es cierto que el patógeno ha acelerado estos cambios en los modelos de negocio . «Hace unos meses las marcas estaban en 'stand by'; ahora han activado sus planes de expansión», insiste Sánchez.
Las despedidas de la Gran Vía abren la puerta a nuevos operadores. Aunque todavía se desconocen los sustitutos que ocuparán estas joyas comerciales, es probable que también sean firmas de moda. «Esto abre nuevas perspectivas para nuevas marcas que hasta ahora no podían entrar en esos locales», destaca el director de Retail de JLL, Augusto Lobo. Unos codiciados espacios vacíos que llegan además en un momento de transformación del eje comercial que une la calle de Fuencarral con Callao y la Puerta del Sol. Las reformas en el Hotel Riu de Plaza de España y el complejo de Canalejas son un imán para las firmas. Si bien no es oficial, ya corre el rumor de que Inditex y H&M se disputarán uno de los locales en los bajos del citado hotel.
Ajuste de rentas
El suelo comercial más caro de la capital se reparte entre el centro (Gran Vía, Sol, Preciados, Fuencarral) y la Milla de Oro (Serrano, Ortega y Gasset, Goya, Velázquez). La renta media de un local de 200 metros cuadrados en la Gran Vía es de 280 euros por metro cuadrado , trasladan desde Knight Frank. En los últimos meses muchas marcas han podido negociar con los propietarios de los locales, en su mayoría, fondos de inversión y 'family office' (inversores patrimoniales, es decir, grandes fortunas). Y uno de los efectos de la pandemia será un ajuste de rentas. «Si los ingresos disminuyen, los sueldos se mantienen, el producto cuesta lo mismo, y la renta sigue siendo la misma; tenemos un grave problema. Muchos de los propietarios han ofrecido reducciones y carencia en renta, porque han sido capaces de ver que si no reajustaban estos niveles, al menos por un tiempo, podrían encontrarse con su local vacío, y un gran problema a la hora de realquilarlo», desgrana Gallego, de Engel & Völkers.
El corazón de Madrid ha sido el más damnificado por la restricciones sanitarias. «La situación es muy, muy crítica» , asevera la presidenta de Apreca (Asociación de Comerciantes de las Calles Preciados, Carmen, Arenal y Adyacentes), Paloma de Marco. Apreca cuenta con unos 70 asociados, desde los gigantes del textil hasta los pequeños establecimientos. Cada vez son menos; De Marco no sabe la cifra exacta de cierres, pero la prueba es la sucesión de persianas bajadas en las calles que parten del 'kilómetro cero'. «Los locales más pequeños en calles secundarias jamás volverán a ser locales de 'retail'», augura Lobo, de JLL.
Pero el horizonte no es tan negro. Un local de Bershka acaba de abrir sus puertas en la calle de Preciados, donde también Inditex ha ampliado su tienda de Zara. «Preciados siempre va a ser 'prime', hay apetito y hay interés», afirma Lobo. En otras palabras, ni siquiera el Covid-19 eliminará la demanda en el núcleo comercial por excelencia de la capital . «Es un momento para reposicionarse, para que marcas medianas entren en locales disponibles en los que antes no podían, para que marcas internacionales entren en España», detalla Sánchez, de Knight Frank. Su mensaje es optimista: «Ya volvemos a hablar de aperturas y no de cierres».
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