El portavoz de las monjas de Belorado confirma que no han entregado las llaves del convento

«Si no me las han entregado ni a mí, que las he tenido que pedir para poder abrir, se las va a entregar al apoderado de no se quién», ha respondido con desdén ante la pregunta de si las clarisas habían cumplido con esa parte de lo exigido desde el arzobispado de Burgos en las comunicaciones remitidas en la tarde del pasado jueves y de las que una notaria hizo entrega fehaciente. Tenían hasta las 00.00 de este martes, pero cumplido el plazo, las monjas no están dispuestas a dar su brazo a torcer, ha apuntado Ceacero, ironizando incluso con que él está «secuestrado» en el convento porque no tiene llaves con que abrir y cerrar las puertas y salir a hablar a los medios ante los que le gusta prodigarse.

Y la resolución del conflicto no tiene visos de fecha pronta en el calendario, pues, según lo apuntado por Ceacero, «esto lo va a solucionar un juez en el ámbito civil». Nada, por tanto, del Derecho Canónico, al que apela la Iglesia, pues defienden que «no» está «por encima» del civil.

Además, ha confirmado que sigue adelante las denuncia interpuesta por las monjas por «abuso de poder y usurpación de la representación» contra el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, quien ya excomulgó al falso obispo Pablo de Rojas cuando estaba el frente de a diócesis de Bilbao y a quien dirigen ahora las principales críticas. «Lo que no puede hacer el señor Iceta es quedarse con el dinero de las monjas. Eso sí sí un crimen», ha espetado Ceacero a las puertas del convento de Belorado, en el que ya lleva un mes.

De hecho, Pablo de Rojas y José Ceacero siguen en el interior del convento de Belorado como «asistentes espirituales» y prestando «apoyo moral» a la quincena de monjas, ha subrayado, pese a que también en lo mandatado desde el arzobispado burgalés figura que ambos deben abandonar el cenobio de clausura.

Además, esquivando y desviando las preguntas que no le interesaban, sí ha confirmado que «ninguna» novedad hay en la decisión de las religiosas de abandonar la Iglesia Conciliar, esto es, la posterior al Concilio Vaticano II, de la que también reniega la Pía Unión de San Pablo Apóstol encabezada Pablo de Rojas, acompañado por Ceacero.

En las comunicaciones remitidas desde el arzobispado de Burgos el pasado jueves, también el plazo de diez días para ratificarse o retractarse de su posición contraria a la Iglesia católica, lo que pone como fecha tome el domingo 16 de junio. Y aunque Ceacero ya ha venido a decir que más allá de que las religiosas serán «cinco días más viejas» que este martes, «no sé que más cambio habrá»: «Hasta donde yo sé no piensan ir a ningún sitio». «El tribunal eclesiástico no funciona los domingo», ha apostillado.

A lo que no ha entrado tampoco es a la hipoteca que suscribieron sobre el convento para conseguir 720.000 euros. «Yo no gobierno a las monjas» y serán ellas las que «tendrá que decir» cualquier cosa al respecto.

Y con este martes como una fecha marcada especialmente en el calendario de este caso, las monjas han vuelto a llamar a la Guardia Civil ante el intento de algunos medios de grabar en el interior del convento.

Sobre este asunto, fuentes del arzobispado de Burgos han traladado a ABC que, a expensas de la notificación oficial de la notaria, han «tomado nota de la no entrega» de las llaves y ahora sus servicios jurídicos comenzarán a trabajar en los próximos pasos a dar.