Los políticos que dieron la campanada en 2010

1. La sucesión de Zapatero: Esa cita electoral de 2011 viene caldeada, de hecho, por la última «sorpresa» política que nos deja este año. Zapatero desconcertó a la plana mayor de su partido y del Grupo Parlamentario Socialista con lo que ya se ha dado en llamar un «comentario navideño». En la tradicional copa de La Moncloa por estas fechas festivas, al presidente del Gobierno pudo calentársele parcialmente la boca , como se dice de forma coloquial, al comentar en un corrillo a los periodistas que había tomado una decisión sobre su futuro inmediato y que, aunque no iba a desvelar si repetirá como cabeza del cartel socialista en las elecciones generales de 2012, sí que se lo ha contado ya a su esposa, Sonsoles Espinosa, y a un «líder muy, muy cercano» del PSOE.

Aunque el jefe del Ejecutivo ha venido esquivando sistemáticamente cualquier pregunta sobre esa opaca decisión , ese lunes 20 de diciembre el dirigente leonés se fue de la lengua y arremolinó todavía más incógnitas: a cuál será el cariz de esa decisión se unió la de quién es el político socialista que ya sabe la novedad y si será el mismo que le deba reemplazar, en su caso, al frente de la Secretaría General del partido.

2. Un mes atrás, aunque los coletazos se han dejado sentir en los estertores de diciembre de 2010, se produjo el cambio en Cataluña: un cambio de gobierno, de máximo mandatario, de color político y de composición en el hemiciclo autonómico . El 28-N, el «rey Artur», delfín de Jordi Pujol , consiguió a la tercera el triunfo en las elecciones catalanas y con él llegó la formación de un «Govern» que recupera la vieja guardia del histórico «president» convergente y mezcla dirigentes soberanistas, cuatro independientes y un socialista, el ex consejero de Cultura de Maragall Ferran Mascarell , que volverá a ocupar la misma cartera regional, aunque bajo mandato de CiU. El «charnego» José Montilla abandonó el cetro autonómico y renunció, todo a una, a su escaño en el Parlamento catalán , además de protagonizar un impecable traspaso de poderes al frente de la Generalitat.

3. Los otros protagonistas en Cataluña: Pero «el cambio» en España empezó en Cataluña, esa noche del 28 de noviembre. Con estas palabras nació para el resto de España una mujer que llevaba muchos años en la barrera de la política catalana, y que fue la auténtica piedra de toque del PP en estos comicios autonómicos. Con 18 escaños, Alicia Sánchez-Camacho cosechó el mejor resultado del PPC desde Alejo Vidal-Quadras, quince años antes, así que se convirtió de inmediato en una de las «mujeres» en las que se apoya el líder nacional Mariano Rajoy. Tampoco se escapó a los flashes otro personaje, estrictamente deportivo hasta el pasado mes de junio, y que esa noche de noviembre se convirtió en diputado. Joan Laporta irrumpió en el «Parlament» logrando sentarse en un escaño , junto a otros tres integrantes de su partido independentista. Así, logró arrebatar los votos de los descontentos de ERC -cuyo descalabro fue descomunal- y agrupando también las papeletas de los ávidos de referendos escisionistas.

4. Mes de elecciones también fue el de octubre, aunque limitadas al Partido Socialista de la Comunidad de Madrid: Tomás Gómez, el hombre que en pleno verano se atrevió a decirle «no» al mismísimo secretario general de su partido y a la sazón presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ganó la partida a su contrincante puesta a dedo por el jefe del Ejecutivo. El tándem Zapatero-Trinidad Jiménez aupó a Gómez, ex alcalde de Parla, a los altares de la opinión pública, siendo un gran desconocido hasta esta aparición. El 3 de octubre, Tomás Gómez se convirtió oficialmente y por méritos propios en el rival de Esperanza Aguirre por la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Los dirigentes de su partido, como Zapatero o Pérez Rubalcaba, que se habían postulado partidarios de la que seguía siendo ministra de Sanidad debieron reconocer la victoria de Gómez y en la siguiente remodelación del equipo gubernamental se recompensó a Jiménez con la cartera de Asuntos Exteriores.

5. Baile de nombres en el Gobierno: Esa remodelación tuvo lugar el 20 de octubre . Arreciaban los rumores y las peticiones de un cambio de rumbo, pero el presidente del Gobierno - que lo había negado en diversas ocasiones - sorprendió a propios y extraños cuando anunció la salida de la Vicepresidencia primera de su fiel escudera hasta el momento, María Teresa Fernández de la Vega, y y que su puesto en la Portavocía y el departamento lo ocuparía Rubalcaba. Jiménez era la nueva titular de Exteriores, Moratinos salía: Leire Pajín concentraba Sanidad, Política Social e Igualdad, Aído salía (a una Secretaría de Estado); desaparecía Vivienda y Beatriz Corredor como ministra; Ramón Jáuregui era el nuevo ministro de la Presidencia y Rosa Aguilar sustituía a Elena Espinosa en el Ministerio de los Medios (Ambiente, Rural y Marino). Como gesto hacia los sindicatos, Valeriano Gómez era el relevo de Celestino Corbacho en el «Ministerio del Paro». Según los analistas, Zapatero daba un puñetazo en la mesa, volvía a meterse en la agenda política y recuperaba la «iniciativa». Un cambio de gobierno bien recibido por la mayoría.

6. Y en esos nuevos nombres aparecía Alfredo Pérez Rubalcaba: el hombre «fuerte» del Gobierno , que revitalizaba la confianza de Zapatero en la vieja guardia felipista (con hombres también como el vasco Jáuregui) y que debía compaginar la Portavocía, la Vicepresidencia primera y la cartera de Interior, que tantos buenos frutos ha dado en la lucha antiterrorista. Nacía el fenómeno del Gobierno de la comunicación , por cuanto el propio Zapatero anunció que su Ejecutivo tenía un corte más público, más comunicativo, más retórico, ya que una vez tomadas las decisiones políticas, había llegado el momento de «saber contarlas» a la ciudadanía. Con la «liebre» Rubalcaba también nacían las ruedas de prensa en los Consejos de Ministros del viernes repletas de llamativas frases o interrupciones furibundas ante preguntas incómodas, con muchos gestos de complicidad hacia los informadores a los que hace guiños personalizados, y las comparecencias de un vicepresidente-presidente en funciones que ha dado la cara del Gobierno en más de una crisis (y a deshora, como ocurrió a las dos de la madrugada del 4 de diciembre, con el conflicto de los controladores aéreos en pleno auge ) y ha tapado la desaparición del mismo Zapatero.

7. Pero ni todos esos cambios fueron suficientes para evitar el movimiento de los barones autonómicos del PSOE sacudiendo la alfombra de Zapatero: Encabezados por el castellano-manchego José María Barreda , los Fernández Vara o los Tomás Gómez de turno, comenzaron a tantear la posibilidad de pedir primarias en el PSOE que diluciden el futuro político de Rodríguez Zapatero al frente del PSOE, dando por hecho que no se quedará y con la pretensión de evitar la designación de un sucesor por el método más antiguo, a dedo.

8. El Gobierno se dejó en casa el recetario social y alentó duros recortes que se había comprometido a no tocar nunca (como el cheque-bebé o la ayuda a los parados): Los primeros llegaron el 12 de mayo con las impopulares medidas de bajar el sueldo a los funcionarios y congelar las pensiones a los jubilados ; la siguiente hornada, el 1 de diciembre pasado (auspiciando medidas que forman parte del programa económico del PP que el PSOE tanto ha denostado). Todo ello unido a la subida del IVA, la aprobación de la reforma del mercado laboral y la de las pensiones en ciernes, con los planes para retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 impenitentes por parte del Gobierno socialista han hecho de este año una coctelera de medidas anticrisis más o menos improvisadas.

9. Entregas al País Vasco y sabotaje paralelo a Patxi López: Para mantener todas estas medidas dentro y fuera del Parlamento y, por ende, sacar adelante el duro trámite de los Prespuestos Generales del Estado (PGE) 2011, el Grupo Socialista negoció hasta última hora un pacto con PNV y CC, a quienes ha debido hacer jugosas concesiones . Zapatero ha agradecido de forma pública una y otra vez a nacionalistas vascos y canarios su «gesto de responsabilidad» hacia un país que podía ver cómo se multiplicaban sus problemas de cara a los mercados e inversores internacionales si no veían la luz sus cuentas estatales. Este acuerdo eclipsó la gestión de un lendakari socialista, Patxi López, que veía cómo sus detractores en el País Vasco servían de escudo a su partido en Madrid.

10. Francisco Camps demuestra que sabe nadar en todas las aguas : El 12 de mayo, el mismo día que Zapatero comunicó en el Congreso el nuevo catálogo de medidas antidéficit del Gobierno, otra noticia no pasó inadvertida. El Tribunal Supremo reabrió el «caso de los trajes» contra el presidente de la Generalitat valenciana , Francisco Camps, que pese a seguir imputado por un presunto delito de cohecho impropio se ha mantenido impertérrito defendiendo su inocencia en la trama «Gürtel» que le ha salpicado amén de otros miembros de su partido en Valencia y Madrid. El mandatario valenciano sigue contando con el respaldo de la dirección nacional del PP para presentarse el próximo mayo con opciones de revalidar su cargo en la Presidencia de la Comunidad levantina.

El Alto Tribunal tumbó el controvertido archivo de la causa ordenada el 3 de agosto de 2009 por el Tribunal Superior de Justicia valenciano (TSJCV) y devolvió la causa al instructor valenciano, José Flors, para que continúe el procedimiento, que aún está abierto.