El segundo palo
El Real papá de Lamine Yamal
«Un Balón de Oro sin el Real Madrid es algo así como un Margarita sin tequila o como el Concierto para piano nº1 en mi menor, opus 11, de Chopin sin un piano»
Lamine Yamal, una primavera sin flores
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión'France Football' ha encontrado al sustituto perfecto del mejor club deportivo de la historia para su decadente Balón de Oro, Mounir Nasraoui, el padre de Lamine Yamal. Podría aplicarse a este premio aquella frase de Groucho Marx, «partiendo de la nada hemos alcanzado ... las más altas cotas de la miseria».
Antes de que la revista eligiera a Dembélé como el mejor del año, Nasraoui tuvo tiempo de mandar a paseo a Gabriel Vuitton, un famosísimo influencer que hace trucos de magia: «¡Qué quieres, tío!». Justo cuando Ronaldinho iba a hacer público el nombre del ganador, con el 'Théatre du Châtelet' guardando un tenso silencio, se le oyó gritar «¡Lamine Yamal para bien o para mal!». Después de la gala, Mounir dijo en 'El Chiringuito' que el subcampeonato de su hijo había sido ni más ni menos que «el mayor daño moral a un ser humano», añadiendo a renglón seguido que él no quería hablar de robo aunque algo raro había pasado.
Cabe esperar que en 2026 actúen Las Vulpes, aquel grupo femenino de punk rock de los años ochenta, y que canten su famosa canción 'Me gusta ser una zorra'. Mucho 'Théatre', mucha alfombra roja y mucha 'Tour Eiffel' pero lo vulgar se adueñó de París.
A George C. Scott, un actor de una pieza, le premiaron en 1971 con el Oscar por su prodigiosa actuación en 'Patton' pero no fue a recogerlo. Marlon Brando envió dos años después a una activista y actriz de origen apache, Sacheen Littlefeather, a recoger el suyo por 'El Padrino' aunque él sí se lo llevó a su casa. Scott no, él dijo que era un «desfile de carne», que la ceremonia se había convertido en algo superficial y que era absurdo y ofensivo poner a los actores a competir entre sí. Parece como si Patton estuviera hablando del Balón de Oro.
Un Balón de Oro sin el Real Madrid es algo así como un Margarita sin tequila o como el Concierto para piano nº1 en mi menor, opus 11, de Chopin sin un piano. Es cierto lo que dijo la otra noche el desaforado papá de Lamine, algo raro pasó… pero en 2024. Fue todo tan extraño que uno de los periodistas que no eligió a Vinicius entre los diez mejores futbolistas del mundo, el finlandés, puso pies en polvorosa, se hizo la cirugía estética y hoy es Jorge Javier Vázquez. Para compensar a Rodri, que lo perdió injustamente con Messi el año anterior, se lo hurtaron a Vini en su cara y el Madrid ya no está para estas chorraditas. Que salgan Las Vulpes. Partiendo de la nada…
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete