Frenada en seco a las expectativas de recuperación en Córdoba. La Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2013, que se conoció ayer, cayó como un jarro de agua fría en los que vislumbraban un cambio de tendencia en los últimos meses en lo que se refiere a la reactivación del tejido productivo y la creación de empleo. Incluso, algunas estadísticas invitaban a ese optimismo, como la caída progresiva del paro registrado en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) en los meses precedentes en la provincia.

Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que Córdoba cerró el pasado año con 136.700 parados y con la segunda tasa de desempleo más elevada en España. Son 5.600 más que en el mismo periodo de 2012, lo que supone un incremento interanual del 4,2%. Bien es cierto que el último trimestre no suele ser un momento de excesiva generación de puestos de trabajo, pero sorprende que en relación a julio, agosto y septiembre la variación haya sido nula. Lo normal es que en ese periodo se reduzca el desempleo, sobre todo gracias a potentes campañas agrícolas, como la del olivar y la de los cítricos.

El número de desocupados es la segunda cifra más alta nunca registrada por la EPA en la provincia. Ese triste récord lo mantiene el tercer trimestre de 2012 (141.400 desempleados). Se da también la circunstancia de que Córdoba ha seguido la tendencia contraria al conjunto del país, donde sí se ha contabilizado una bajada del paro. No así en Andalucía, que experimentó un leve crecimiento del 0,2%. Además, con esta subida, Córdoba rompe una tendencia de tres trimestres consecutivos en el descenso de las personas que buscan un puesto de trabajo.

Más hogares sin empleo

La tasa de paro de la provincia sigue siendo muy preocupante. A finales del pasado año, era del 37,04%, dos puntos y medio más que en las mismas fechas de 2012, pero un poco inferior a la del trimestre anterior. Esta ratio es la segunda más alta en toda España. La ratio nacional es del 26%, más de 10 puntos porcentuales menos que en Córdoba mientras la andaluza se quedó en el 36,3%. Especialmente negativa es la tasa de paro femenino en la provincia, que llegó al 42,2%, también la segunda más alta del país. La masculina fue del 32,8%.

Los datos sí dejan algún espacio para la esperanza. Y es que el aumento del paro en este trimestre fue el menor en este periodo en los últimos cuatro años. La causa de que el desempleo en Córdoba no deje de crecer es que las estadísticas indican que se siguen destruyendo puestos de trabajo. La EPA señala que en la provincia hay 232.300 ocupados; es decir, 14.800 menos que un año atrás. La suma de trabajadores y parados deja una tasa de actividad en Córdoba del 57,3%, por detrás de las medias nacional y autonómica. Esto hace pensar que son muchos los cordobeses que han hecho las maletas los últimos meses y se han marchado en busca de ocupación.

La precarización del mercado laboral provincial parece haberse convertido en una realidad. Del total de ocupados, 181.000 son asalariados. Bien es cierto que la mayoría de ellos sigue teniendo la suerte de contar con un contrato indefinido. Casi dos de cada tres trabajadores por cuenta ajena que hay en Córdoba tienen este tipo de vinculación. Sin embargo, este grupo ha caído un 7,5% respecto al año anterior, mientras que los asalariados con un contrato temporal se han elevado casi un 11 por ciento, hasta alcanzar un total de 63.900 personas.

El drama de estos números se traslada a miles de familias que hacen auténticos juegos de malabares para poder llegar a final de mes. Según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), entre octubre y diciembre se contabilizaron 44.400 hogares en Córdoba con todos sus miembros en paro. Son 3.700 más que en el mismo periodo de 2012, pero no llegan al récord alcanzado el verano de ese año, cuando había 47.300 núcleos familiares en esta terrible situación. Los hogares con todos sus componentes sin trabajo representan casi el 16% del total que hay en la provincia.

Buceando en las estadísticas, pueden conocerse los grupos de población que lo están pasando peor y las dificultades para reengancharse al mercado laboral. El colectivo de desempleados que llevan más de un año buscando un puesto de trabajo o que no tienen ninguna experiencia está compuesto por 68.500 cordobeses frente a los 64.000 que estaban en esta situación hace un año. Esta subida puede explicar en parte los descensos del paro registrado en los sectores de la industria y la construcción. En el primero, hay contabilizados 3.300 desocupados, 2.100 menos que a finales de 2012, mientras que en el segundo se alcanzaron los 3.800 desempleados en los últimos meses de 2013, frente a los 7.200 que había en el mismo periodo del ejercicio anterior.

Resulta sorprendente que la agricultura cerrara el pasado año con 5.000 parados más en Córdoba, cuando las previsiones de producción de la actual campaña olivarera son mucho mejores que la temporada anterior. La actividad con más desempleo volvió a ser los servicios, con un total de 33.900, unos 6.000 más que 365 días antes.