POLÍTICA

La historia de los tripartitos: gobiernos de «usar y tirar»

Los precedentes de pactos como el que aspira a alcanzar el PSPV han estado marcados por las pugnas internas y apenas duraron más de una legislatura

ALBERTO CAPARRÓS - Actualizado: Guardado en: Actualidad

Las formaciones de la oposición en la Comunidad Valenciana confían en poder configurar un Consell tras las próximas elecciones autonómicos fraguado sobre una política de alianzas a varias bandas cuyos precedentes en otras autonomías se saldaron con fracasos estrepitosos y no duraron más de una legislatura en muchos casos.

La dificultad de conjugar intereses partidistas y programas electorales –en ocasiones hasta con amalgamas de cinco fuerzas distintas– marcó el devenir de unos pactos de gobierno que ahora las formaciones de izquierdas pretenden llevar a la práctica en la Comunidad Valenciana para poner fin el próximo año a dos décadas ininterrumpidas de poder del Partido Popular al frente de la Generalitat.

Cinco partidos con opciones

De acuerdo con las encuestas, hasta cinco formaciones –PP, PSPV, EU, Compromís y UPyD– tendrán representación en las Cortes Valencianas, con lo que, a trece meses vista de la cita con las urnas, ya han comenzado los movimientos para fraguar pactos postelectorales con las encuestas de intención de voto en la mano.

El fracaso más sonoro lo protagonizaron el PSC, Esquerra Republicana de Cataluña e Iniciativa-Els Verds. Las tres fuerzas catalanas hicieron valer la aritmética parlamentaria en un pacto a tres bandas a priori contra natura cuyo único objetivo pasaba por acabar con la supremacía de CiU en la política catalana.

Los nacionalistas catalanes no alcanzaron la mayoría absoluta en el año 2003, lo que dio paso a una etapa de gobierno con el socialista Pasqual Margalla al frente.

Tres años después, tras la renuncia de éste al cargo y la pérdida de votos del PSC, José Montilla y el independentista Josep Lluis Carod-Rovira formaron de nuevo gobierno como principales exponentes de un mandato que expiró en 2010. Fue la etapa en la que el dirigente independentista se reunió con los dirigentes de ETA mientras ejercía de presidente de la Generalitat en funciones.

El escándalo de Galicia

La gestión del tripartito, al margen de ahondar en la política de injerencias políticas respecto a la Comunidad Valenciana y Baleares, se tradujo en un aumento del paro y la deuda pública, acentuados por la desconfianza que generó aquel Gobierno, que en la siguiente cita con la urnas recibió un severo correctivo por parte de los electores catalanes.

En Galicia, la unión entre los socialistas y el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) tampoco dio mejor resultado. De hecho, el presidente Emilio Pérez Touriño tuvo que convocar elecciones anticipadas acuciado por los escándalos y sin haber dado solución a los graves problemas que aquejaban a los gallegos.

En Baleares, los socialistas hubieron de recurrir a un pacto a cinco bandas para formar gobierno en 1999 ante un PP que no alcanzó la mayoría absoluta. PSM, EU, Els Verds y UM –cuatro partidos de diferente adscripción ideológica– se sumaron al PSOE en una macedonia que caducó en apenas cuatro años.

Sin embargo, tras la derrota de 2003, en las siguientes elecciones autonómicas Antich volvió a formar con Unió Mallorquina, Bloc per Mallorca y Eivissa pel Canvi un pacto que saltó por aires tres años más tarde.

El modelo de Ximo Puig

La última experiencia frustrada de gobiernos a varias bandas se ha producido en Asturias, la única autonomía, junto a Andalucía, en la que en la actualidad gobiernas los socialistas. En este caso, el líder del PSOE asturiano logró el acuerdo con el que sueña Puig para la Comunidad Valenciana. Izquierda Unida y UPyD le brindaron su apoyo, pero las discrepancias ideológicas y programáticas hicieron que la formación que preside Rosa Díez diera por roto el pacto de gobierno el pasado mes de noviembre, que dejó a los socialistas en minoría en el Parlamento del Principado.

El PSPV maneja la posibilidad de que el partido magenta entre en las Cortes Valencianas y le brinde apoyo en la investidura para dejar fuera de los pactos de gobierno a Compromís, el gran rival de los socialistas que ya le pisa los talones como segunda fuerza en la ciudad de Valencia.

Con todo, el escenario ideal para Puig sería un pacto a la andaluza entre socialistas y Esquerra Unida.

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