La figura de Jorge Bellver (1965, Alfara del Patriarca) ha ganado en predicamento interno y será una piedra angular en las previas de los procesos electorales por su discurso directo contra una oposición que tilda de radical.

-¿Las europeas van medir el liderazgo de Fabra o la fortaleza del PPCV?

-Fotografiarán el estado de ánimo de una sociedad que lleva soportando siete años de crisis por culpa del desgobierno socialista y dos años y medio de reformas, no siempre fáciles, que ha tenido que tomar el PP para evitar la intervención económica. Con todo, estoy convencido de que los valencianos votarán por una Europa popular.

-¿Cuál es su quiniela?

-No me gustan los juegos de azar. Prefiero la seguridad del trabajo bien hecho. La participación es importante porque de las próximas elecciones saldrá el Parlamento europeo con mayor capacidad de decisión de su historia.

-¿Cree que el discurso de unidad y cierre de filas de Fabra ha calado?

-Mi partido es un partido unido. Todos los que formamos parte de él apoyamos al presidente y los pequeños botes siempre van dentro de un gran barco. Pueden remar un rato solos, pero necesitan al transatlántico.

-¿Entiende las críticas de Alfonso Rus ante decisiones de Fabra sobre los imputados o la financiación?

-El presidente Fabra escucha lo que nos piden los valencianos: más ejemplaridad, transparencia, participación y justicia en el reparto de recursos. Opinar es libre y legítimo.

-¿Para recuperar la confianza de los ciudadanos necesitan renovarse?

-Somos un partido en permanente renovación para adaptarse a lo que los valencianos necesitan. Cambiamos la junta directiva y aprobamos los nuevos Estatutos, pioneros en favor de la transparencia y la ejemplaridad. Ideológicamente tenemos claro a qué no vamos a renunciar nunca. Eso no lo puede decir la oposición que es un nido de serpientes: capaces de renunciar a todo con tal de morder poder.

-¿Cuáles son las principales críticas a la labor del Consell?

-Más que críticas los ciudadanos nos piden explicaciones sobre las medidas del Consell y exigen que saquemos a la región de la crisis económica.

-¿Cómo ha reaccionado el grupo parlamentario popular ante la salida de Milagrosa Martínez?

-Milagrosa Martínez y Angélica Such actuaron con responsabilidad y agradecí su gesto de respeto y compromiso con el PP y con los criterios marcados por el presidente. El grupo parlamentario se comporta con sensatez y madurez y deja de lado intereses particulares a favor del interés general.

-¿Qué pasó con el pacto del PSPV sobre el Síndic de Greuges?

-El miércoles quedó en evidencia que los socialistas son rehenes de Compromís. No hay PSPV, hay un tripartito donde la izquierda más radical y extrema lleva la voz cantante. Ximo Puig tiene una hipoteca con los minoritarios que le supone una carga muy pesada, ideológica y de proyecto que arruinará lo poco de socialismo valenciano que queda.

-¿Qué pueden esperar los valencianos del tripartito si gobierna en 2015?

-No lo contemplo. Sí que veo mucho odio al PP y a la mayoría social a la que representamos; veo desprecio a nuestras señas de identidad; que quieren convertirnos en sucursal de Cataluña; oigo amenazas a los colegios concertados y a los hospitales públicos del modelo Alzira; oigo cómo llaman a la insumisión a las normas y a quemar la calle. Me niego a pensar que quienes dicen estas cosas puedan tener algún día responsabilidad de gobierno.

-¿Van a seguir luchando por rebajar el número de diputados y cambiar la Ley Electoral?

-Por supuesto. Creemos firmemente en las dos propuestas que hizo el presidente Fabra y que la mayoría de los ciudadanos apoya. La oposición prefiere la administración mastodóntica y la propuesta de elección directa de diputados les descolocó. No creen en la libertad de participación y elección.

-¿Se ha reabierto una batalla por las señas de identidad valencianas?

-Sin duda. Somos el partido de los valencianos, estamos orgullosos de nuestras señas de identidad y estamos dispuestos a defenderlas de agresiones externas e internas.