«Es importante cuidarse y buscar la belleza pero respetando nuestra personalidad»

La cosa no es sencilla, no vale con cuidarnos emocionalmente, o con hacer mucho ejercicio y tener una buena rutina de piel. El bienestar es un equilibrio entre muchos planos de nuestra vida , y no hay buen lugar por donde empezar. Dice la autora que el bienestar necesita un enfoque global, y que cada persona necesita un análisis y un plan de acción concretos. «La complejidad de las necesidades de las personas me llevó a escribir este libro como un compendio del bienestar, que se centra en las necesidades de la mujer a todos los niveles», afirma. Hablamos con la autora en ABC Bienestar sobre cómo podemos empezar a cuidarnos por dentro (y por fuera) para alcanzar una felicidad real.

¿De qué depende nuestro bienestar?

Esta es una pregunta muy sencilla y muy compleja a la vez. Básicamente depende de la «integración mente, cerebro, corazón y cuerpo», y también las relaciones personales. Es algo complejo que a veces no conseguimos, pero a la vez es muy sencillo.

¿Debe el trabajo para alcanzar el bienestar empezar de dentro hacia afuera?

No debe empezar el interior, puede empezar desde donde tú quieras. Puede empezar a veces con un pequeño cambio en la alimentación, haciendo ejercicio, o en el estilo de ropa, y que esto afecte a la parte interior, o viceversa. Se puede empezar por trabajar tus relaciones personales y tu apego, por ejemplo. Cada pequeña cosa impacta en las demás. Esto se va agrandando y te vas dando cuenta de más cosas hasta que alcanzas la integración . Pero, en realidad, puedes empezar por dentro o por fuera; por ejemplo las personas que tienen problemas de falta de autoestima , de ansiedad , a veces con un pequeño cambio diario les va animar. El bienestar, al final, es una onda expansiva.

¿Qué es exactamente el autocuidado? ¿Cómo debemos practicarlo?

El autocuidado es una actitud que, lo ideal, es haberla aprendido desde la infancia viendo a nuestros padres cuidarse, para después replicarlo en tu mismo. El autocuidado es algo muy amplio, que empieza, por ejemplo, por darte espacios: para respirar, para estar tranquilo, para simplemente darte cuenta de qué necesitas. Autocuidado también es escucharte cuando quieres poner un límite. Es un trabajo de respetar al otro, pero sobre todo respetarte a ti. El autocuidado, en realidad está en todos los ámbitos, y cuando empiezas a aplicarlo en unos hábitos, después te das cuenta en otros.

¿La imposición estética, y de comportamiento, que imprime la sociedad sobre las mujeres hace que sea más difícil alcanzar ese bienestar?

A nosotras se nos exige más trabajo, más perfección, siempre se tiene encima de nosotras una espada de Damocles que está atenta a decir: «A ver si vas a gritar un poco, y vas a parecer una loca», o «No vayas a decir una tontería, y estés fuera de lugar»; esto los hombres no lo tienen. Tienen otras dificultades, como tener relaciones emocionalmente más pobres, generalizando, pero las mujeres tenemos un yugo que hay que quitarse.

¿Cómo encontrar un equilibrio entre el cuidado de la belleza, y sentirnos bien, pero no obsesionarnos con ello, o depender de ello para ser feliz?

Para mí la clave está en el apartado de la autoestima, donde en el libro hablo de la autoestima prepotente o impotente. Al final siempre la autoestima es aceptar lo que tenemos, querernos con «lo que hay». Al final cada uno tenemos un cuerpo, una cara, unos rasgos familiares, e implica quererse con lo que tenemos. Si buscamos parecernos a Kim Kardashian, me voy a estrellar; nunca podré quererme y nunca estaré satisfecha. Por ello es tan importante cuidarse, buscar la belleza pero dentro de nuestra personalidad. Una cosa que yo recomiendo es seguir influencers que se parezca a nosotros. Si soy una chica muy alta, o un pelo específico, sigue a gente con esas características, para no frustrarte tanto.

¿Cómo deshacernos del estereotipo que dice que las mujeres necesitan un hombre para ser felices?

En realidad es una de las falacias más difíciles que hay de sobrellevar, por la presión social. Por ejemplo, el síndrome de la impostora es más fácil librarse de él, porque es algo que es propio, pero en este caso es algo que nos viene de fuera. La familia, los amigos, que te echan en cara que no tienes novio, o que no has conocido a alguien. Entonces, supongo que es un trabajo de ir cubriendo nuestras necesidades en todos los ámbitos, y cuando vamos haciéndolo, y aumentando el nivel de satisfacción, todas estas ideas van desapareciendo, se hacen más pequeñas.

Las mujeres tienden a ser más emocionales de manera pública, mientras los hombres lo son en la esfera privada. ¿Cómo no sentirse culpable por ser más emocional en público, algo que muchas veces está «mal visto»?

Para mí la manera es validarnos. Si por ejemplo tú estas en una reunión, y tienes un enfado tremendo por algo que te parece injusto, debes validar y mostrar ese enfado. Al final nos da igual la opinión ajena: debemos respetarnos y ponernos un límite. Si un día tenemos que subir la voz, lo hacemos. Se debe ignorar lo que piensen los demás y tener un respeto absoluto por lo que sale de nosotras, y no castigarnos o sentirnos culpables por ello.

Otra cosa esencial es validar a otras mujeres si lo hacen. Hay que poyar a otras mujeres porque, ayudándolas también nos ayudamos. Si escuchamos un comentario como: «Esta chica está loca», hay que poner un límite y rebatirlo.

Si, en general, no nos sentimos bien con nosotras mismas, ¿por dónde debemos empezar el trabajo para recuperarnos?

Donde nos sea más fácil. Cada uno tiene sus necesidades. Por ejemplo, una buena manera de empezar es por el control de nuestra respiración. Es importantísima y mucha gente tiene problemas de patrones de la respiración , algo de lo que no se habla y que puede crear mucha ansiedad. Por ejemplo, si tienes mucha ansiedad , puedes empezar por el ejercicio físico. Si no te sientes muy bien con tu aspecto, por empezar a utilizar cosméticos más efectivos, o cambiarte el corte de pelo. Cada uno debe empezar a trabajar por donde le resulte más fácil. Hay quienes empiezan a trabajar desde el principio sus traumas de la infancia, y les va fenomenal, y otros que van trabajando cosas poquito a poquito, hasta que se sientes más fuertes.