Psicología
Por qué algunas personas se sienten culpables por todo
El sentimiento de culpabilidad tiene muchísimo que decir la educación que hemos recibido desde que somos pequeños
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Iniciar sesiónPara hablar de culpa primero hay que hablar de emociones y saber que estas son determinantes en nuestra vida. Son ellas las que preceden al comportamiento y, por tanto, siempre que me comporto de 'x' forma es que antes ha habido una emoción. La psicóloga ... sanitaria María Ros San Juán dice que en redes sociales trata de hacer una labor de divulgación importante en este tipo de cuestiones porque cuanto más conocemos sobre emociones más desarrollamos el autoconocimiento.
Y la culpa es una de esas emociones que surge cuando sentimos que nos hemos desviado de nuestra escala de valores. En palabras de la psicóloga, la culpa es «la emoción que nos permite funcionar de forma coherente y en sintonía a quienes somos y quienes queremos ser». «Las emociones son un sistema de defensa con el que los seres humanos contamos, y gracias a ellas recibimos información muy valiosa sobre el mundo que nos rodea y las personas con las que interactuamos», cuenta.
Como ya habrás percibido, las emociones son más o menos grandes en función de quienes las viven. Por ejemplo, muchas personas tienen un mayor miedo ante diferentes aspectos de la vida y otros que, por el contrario, no tildan de peligrosas muchas de esas situaciones. Y con la culpa pasa lo mismo. Aquellos que se ven culpables constantemente es porque se sienten, de forma constante, desviados de sus sistema de valores y con la «sensación de no haber hecho lo que debían» (o se esperaba de ellos).
«Los psicólogos siempre buscamos dar información que permita llegar a una buena toma de consciencia sobre qué está pasándonos»
María Ros San Juán
Psicóloga
«Si a mí desde pequeña me enseñan que siempre tengo que ayudar a quien me lo pide o que mi conducta debe estar guiada por el altruismo, la bondad y la disposición forma constante, si de pronto veo que no he podido ayudar a alguien por cualquier motivo, me sentiré culpable casi de forma segura», alerta María Ros San Juán ( @psicomr ). ¿Por qué? Porque muchos han ido desarrollando una responsabilidad que lejos de quedar en tristeza por lo que les acontece a los demás, les hace sentirse culpables y, en parte, comprometidos con la causa. «En esta identidad y valores tiene muchísimo que decir la educación que hemos recibido desde que somos pequeños».
Y dejar de sentirse así es posible, pero solo cuando la propia persona quiere. Si partimos de la base de que la culpa es la transgresión de nuestro sistema de valores, lo primero que habrá que observar es cuál es ese sistema. Es decir, en mi identidad, ¿qué valores se supone han de guiar mi conducta? Apunta la experta que una vez detectemos estos valores, tendremos que decidir qué hacer con ellos (qué cambios hago, qué mantengo y qué dejo atrás).
«Este cambio, lógicamente, supondría una reducción de la culpa. Porque, si elimino el origen, la consecuencia no se daría. Por tanto, para reducir la culpa desadaptativa hay que hacer lo siguiente», añade, incluyendo la siguiente lista de acciones:
1. Identifica tu sistema de valores (¿quién soy?, ¿cómo creo que tengo que comportarme?, ¿qué ocurre si no lo hago?, ¿en qué me convierto?).
2. Decide si es adaptativo y funcional (¿estás siento justo contigo?, ¿es real que te comportes así?, ¿qué buscas queriendo actuar así?).
3. Haz los cambios que necesites.
4. Observa cómo la culpa se va disipando cuanto menos responsable te sientes de absolutamente todo.
5. Acepta que la culpa surgirá en algún momento de tu vida y está bien que sea así porque es una emoción como otra cualquiera. Por tanto no se trata de eliminarla, si no de descubrir la información que nos trae.
Acusadores crónicos
Aunque hay muchos que se culpan por todo, también hay otros que buscan constantemente culpables a absolutamente todas las desdichas del mundo. Este tipo de personas, según dice la experta, se les llama « acusadores crónicos » ya que son personas que «suelen estar a la defensiva», ven el error de forma constante, son intransigentes, negativos y buscan ajustes de cuenta constantes: «De forma vulgar digamos que 'son los que no pasan ni una', y tienen una clarísima falta de responsabilidad porque incluso habiendo tenido ellos que ver en 'x' situación, no se atribuyen responsabilidades, sino que buscan un culpable . Es lo que llamamos el 'locus de control externo'», cuenta. Esto último quiere decir «lo bueno es cosa mía, lo malo es cosa de otros».
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