Psicología
Cómo aprender a decir «no» sin sentirte culpable
Puesto que los demás no saben dónde están nuestros límites, es imprescindible decir que no para que las personas que nos rodean sepan lo que nos pueden hacer o proponer y lo que no

Aprender a decir «no» es necesario para poder priorizar y poner por delante lo que más queremos o necesitamos. Sin embargo, no siempre es fácil. Muchas veces de nuestra boca sale un «sí» cuando nuestro cuerpo grita «no» por miedo, el miedo a que no ... nos quieran y el miedo a lo que nos podemos perder (FOMO- Fear of missing out). Sin embargo, pocas veces nos focalizamos en lo que ganamos al decir no (JOMO - Joy of missing out). Es decir, el disfrute de perderte lo que sea por ser fiel a tu elección .
Cada vez que decimos «sí» por compromiso estamos diciendo que «no» a gastar nuestro tiempo de otra manera. Pero a decir «no» también se aprende, y la coach en inteligencia emocional, Ixi Ávila, conoce las claves:
1. Conoce tus prioridades y valores para tener claridad . Si tú no sabes lo que quieres es muy difícil que lo puedas comunicar... «El primer paso siempre tiene que ver con ordenar las prioridades en base a nuestros valores personales sin olvidarse de tener en cuenta y priorizar la salud tanto física como mental a la hora de decidir», dice la experta.
2. Ten en cuenta tu energía, no solo tu tiempo . Apunta Ixi Ávila que s menudo caemos en el error de simplemente pensar si tenemos tiempo físico para hacer algo o no y «se nos olvida tener en cuenta que diferentes acciones requieren diferente energía» y que nuestra energía es limitada.
«El primer paso siempre tiene que ver con ordenar las prioridades en base a nuestros valores personales»
Ixi Ávila
Coach de inteligencia emocional
3. A veces no necesitas decir no completamente . Te apetece lo que te proponen pero no en ese momento, ahí puedes proponer una alternativa. Lo que sí es importante es evitar las excusas y el procrastinar la respuesta, porque luego cuesta más decir que no.
4. Comunica desde la vulnerabilidad . Si lo piensas, flaco favor le haces a alguien al decir que «sí» por compromiso u obligación. La honestidad es la opción más generosa. Es mejor un «no» sincero que un «sí» forzado.
5. Por último, una regla de oro que suele ayudar a decidir en caso de dudas es: Si no es un «sí» rotundo es que no .
«Ciertas situaciones nos llevan a terminar cediendo, diciendo que sí a algo que no se quería»
Laura Fuster
Psicóloga general
Y, por extraño que parezca, no saber decir «no» está directamente relacionado en muchas ocasiones con la ansiedad . ¿Por qué? Porque muchas veces anteponemos las necesidades de los demás por delante de las nuestras. Y aunque esto puntualmente puede ser un acto de generosidad o empatía, si actuamos de este modo con mucha frecuencia podríamos sufrir las siguientes consecuencias como: pérdida de autoestima y no conocer nuestros propios límites.
Pero muchas veces nos cuesta decir que no por nuestros pensamientos . Es muy probable que en algunas situaciones anticipemos que la otra persona se va a enfadar o va a pensar que soy un egoísta o que me escaqueo o no quiero prestar mi ayuda cuando proponen cosas. «Si aparecen estos pensamientos crearán inseguridad y ansiedad y es muy probable que se acabe cediendo, diciendo que sí a algo que no se quería », advierte la experta.
Tal como desvela Laura Fuster, psicóloga en Valencia, en consulta proponen a las personas que les cuesta decir que no que empiecen haciéndolo en situaciones sencillas y con personas de confianza: «Como comentábamos, la primera palabra debe ser no, ejercer contacto visual y con un tono de voz seguro y audible».
Por ejemplo, si una amiga nos propone salir y no queremos, podemos decir «no, hoy prefiero no salir». Otras opciones serían «no, no me va bien» o «no, hoy no me apetece». Siempre hay que expresarnos de una manera directa y sin dudas pero también con educación y respeto hacia la otra persona.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete