Belén Colomina, psicóloga: «El desarrollo personal florece cuando convertimos la envidia en brújula»
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Emociones
ABC Bienestar
El sentimiento de tristeza es un estado psicológico que no es, de por sí, un indicador de trastorno mental. De hecho, es relativamente habitual. Es una de las seis emociones básicas (no natales) del ser humano, junto con el miedo, la ira, ... el asco, la felicidad y la sorpresa, según describe el psicólogo pionero en el estudio de las emociones, Paul Ekman.
Etimológicamente este término viene del latín «tristitia». La tristeza puede describirse como una clase de dolor emocional o estado afectivo provocado por un decaimiento espiritual y expresado a menudo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, la desgana o el abatimiento. Una persona puede sentirse triste si no se cumplen sus expectativas o cuando las circunstancias de la vida resultan dolorosas.
A pesar de que existen diferencias claras entre ambos términos, no es extraño que la tristeza se confunda en ocasiones con la depresión . Sin embargo, una de las grandes diferencias es que la tristeza es un estado mental pasajero , mientras que aquellas personas que sufren una depresión se encuentran en una situación crónica de abatimiento, malestar y desazón.
Otra de las diferencias es que en un cuadro depresivo puede aparecer abulia , que incapacita total o parcialmente para enfrentarse al día a día. Cosas como ir a la compra, hacer una gestión fácil o un trayecto en transporte público se convierten en una tarea casi imposible para las personas con depresión que además sufren abulia.
Lo que sí es cierto es que, tal como aseguran los expertos, si la tristeza se prolonga en el tiempo (durante varios meses) puede conducir a que la persona empiece a desarrollar un cuadro depresivo. En psiquiatría se habla de tristeza patológica cuando se da una alteración de la afectividad que produce un descenso del estado de ánimo, que puede incluir también anhedonia, pesimismo, desesperanza y disminución de la motivación.
Para distinguir ambos términos es importante atender a las diferencias cuantitativas sino también a las cualitativas. Así, mientras que en la depresión puede que no se identifique o recuerde el hecho o el sentimiento que provoca el malestar , cuando estamos tristes sí que suele reconocerse qué es lo que ha hecho que nos sintamos así.
Desde el punto de vista cognitivo suele interpretarse la realidad de un modo más negativo. Se tiende a recordar situaciones tristes del pasado y se presta más atención a lo negativo
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