Desmontando Ozempic, el 'medicamento del año' que promete pérdidas de peso milagrosas
Analizamos la cara oculta, médica y social, del nuevo medicamento que parece conseguir pérdidas de peso milagrosas
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Iniciar sesiónHa vuelto a ocurrir. La sociedad de nuevo prefiere una pastilla milagro (inyección en este caso) al esfuerzo, la disciplina y a poner la salud por encima de la estética. Esta semana la revista Science otorgaba al Ozempic el título de 'medicamento del año'. ... Desconozco si el nivel de investigación científica que hay tras este anuncio justifica la decisión, pero no deja de ser impactante que un medicamento destinado para combatir la diabetes se esté convirtiendo en un recurso, parece que infalible, entre gente pudiente (la dosis ronda los 1.200 dólares) para lucir palmito.
El Ozempic es solo el primero de una nueva generación de fármacos, como el Wegovy o el Zepbound, que van a marcar una época. El principio activo fundamental para estos resultados 'milagro' es la semaglutida ¿Cómo funciona? El conocimiento científico para lograr este éxito excede, por mucho, a lo que soy capaz de entender y explicar, pero la función que cumple es sencilla: Estos medicamentos imitan a las hormonas saciantes que el cuerpo produce de forma natural tras una comida, consumiéndolos estamos 'hackeando' (así suena más guay, más actual) nuestro cerebro para hacerle creer que estamos llenos.
No he tenido el placer de hablar con el equipo científico que emprendió este proyecto hace años, supongo que será una de las entrevistas más jugosas que pueda haber en estos momentos, pero el destino de estos medicamentos es el de combatir la diabetes. De hecho, su prescripción está financiada para pacientes con esta enfermedad y el uso con fines estéticos es ya una cuestión del margen que tenga el bolsillo de cada cual. Y aquí llegan los problemas.
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No puede haber campaña más bestial que el conseguir que Kim Kardashian entre en un vestido que utilizó Marilyn Monroe para entender que sí, que es un puñetero milagro. Ya lo dijo Quevedo, el de verdad no el desperdicio musical que balbucea delante de un micrófono: 'Poderoso Caballero es Don Dinero'. Toda la socialité con pasta y exposición pública tiene un nuevo sistema prácticamente infalible para quedar bien en esa foto que aparecerá en todas las revistas del mundo en determinada fecha señalada. Tal es la avalancha que ya surge un debate ético ante cierto problema de desabastecimiento para las personas que lo necesitan de verdad, por salud, y una vez más aparece por arte de magia una brecha social en la posible prevalencia futura de la obesidad. Sabemos que con muchos ceros en la cuenta, tu dosis y tu receta están aseguradas. Es sorprendente como adalides del feminismo y la lucha contra los estereotipos de belleza se han bajado del carro y se han apuntado a esta tendencia, como recientemente ha confesado Oprah Winfrey. Igual su problema tenía más que ver con la falta de voluntad que con su sistema profundo de valores. Si es mediante una inyección y con relativo poco esfuerzo, todos, todas y todes tienen claro en qué lado de la acera quieren estar si se lo pueden permitir.
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El problema para la salud
Una de las circunstancias en las que este medicamento puede estar más justificado es con la llegada de la menopausia y la mayor resistencia a la insulita que esta provoca. La ganancia de peso y de porcentaje graso es habitual con todo lo que ello conlleva, por lo que podríamos encontrar un contexto de uso saludable. Por supuesto que la recomendación debe ser que lo prescriba tu médico, pero venga la recomendación de donde venga debes entender que una bajada de tu apetito implica meter menos calorías en tu cuerpo. Adelgazas, sí, pero en un momento en el que la pérdida de masa muscular se acelera bruscamente reducir la ingesta calórica y no incorporar entrenamiento específico de fuerza va a dar lugar a la tormenta perfecta.
Esto parece que le importa un pimiento a quien puede permitirse una inyección de 1.200 dólares a la semana, pero las consecuencias desde un punto de vista de salud muscular y ósea empiezan a preocupar, y no es nada complicado encontrar artículos en las que profesionales médicos están alzando su voz advirtiendo de los efectos que van a llegar a largo plazo. Pero ese tipo de información no se consume, no interesa a nadie. Lo importante es quedar bien en la foto y esforzarse lo justo, que es más bien poco aunque quien lo pague sea tu salud. Mucha suerte.
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