Exponentes del patrimonio de la humanidad

Toledo es mezcla de tiempos y pobladores, de culturas y religiones, todos los estilos están en sus monumentos. Abrazada por el meandro del Tajo, su posición geográfica guarda las causas de su importancia. Por ello, algunos de los monumentos más importantes están relacionados con su estructura militar: El Alcazar, la muralla o el Castillo de San Servando. Pero hay cien toledos para disfrutar: el del Greco, el nocturno, el artesano, el judío, el literario. La ciudad invita a la estancia y a saborear con calma la trama de su pasado, en la modernidad de su presente, que nos ofrece numerosas posibilidades para pasar más de un día y aun así querer volver para poder visitar sus más de cien monumentos, como la Catedral, San Juan de los Reyes, sus sinagogas, sus mezquitas, sus iglesias, sus conventos, etcétera.
Y de Toledo a Cuenca. Una ciudad medieval encaramada, para ver por dentro, paseando sus calles estrechas, entrando en sus rincones monumentales; y contemplar desde fuera, desde el otro lado del río Júcar; para ver bañada por el sol o iluminada por la noche. Para ver las construcciones del hombre y las de la naturaleza. Para descubrir escondidos secretos de callejones y fachadas coloristas y alegres del barrio de San Martín, o para que invada la imponencia de su catedral gótica, o sumergirse de lleno en la envoltura de monumentos de la Plaza Mayor o la calle de San Pedro; sus iglesias y conventos y todos sus variados y diferentes museos, que hacen a Cuenca una ciudad mágica y con encanto.
Complejo minero por la Unesco
Otra visita más que obligada es Almadén. En el Valle de Alcudia se encuentra Almadén, enclave estratégico ya para los romanos, que abren esa tierra para exprimirla del preciado mercurio codiciado en el imperio como tinte, cosmético o ungüento, explotación que proseguirá en los siglos siguientes hasta llegar al presente.
El Parque Minero de Almadén, declarado Patrimonio de la Humanidad, nos ofrece un viaje al interior de una de las minas más antiguas del mundo. El parque se completa con los museos, centros de interpretación e interesantes muestras de arqueología industrial. La Antigua Escuela de Capataces de Minas, creada en el siglo XVIII para el Estudio de la Geometría Subterránea y Mineralogía. La Casa de la Superintendencia situada junto a la mina permitía un mayor control de ésta, de estilo barroco solo queda el cerramiento. El Hospital de mineros de San Rafael alberga el archivo histórico de las Minas de Almadén.











