El arte le gana el pulso al vino

Este año, un lienzo de Basquiat de 1982 -el mismo año en que se enamoró de la Ambición Rubia - se adjudicó por 110 millones de dólares (casi 90 millones de euros) por lo que resulta imposible calcular el valor de aquellas desventuradas pinturas. La noche de la subasta , el jefe del departamento de arte contemporáneo de Sotheby's en Nueva York clausuró el evento anunciando un hito: «esta noche Basquiat ha entrado en el panteón de los artistas que valen más de 100 millones , como Picasso, Giacometti, Bacon y Warhol».

La gran casa de subastas inglesa vendió la obra al empresario japonés Yusaku Maezawa en el primer semestre de 2017. En el segundo, Christie's vendió un «Leonardo» por 450 millones de dólares . El «Salvator Mundi» de Da Vinci y el «Sin título» de Bascquiat consiguieron que, por primera vez en ocho años, la inversión en arte superara al vino .

La crisis económica ha hecho «mucho daño» al mercado del arte , pero según Daniel Díaz , asesor en Wecollect.club , el sector comienza a despojarse del miedo y se despierta del letargo, aunque eso sí, se compra con «más cautela» .

Según los datos de The Wealth Report , un informe que rastrea los hábitos y el gasto de los cuidadanos con mayor poder adquisitivo, el valor medio del arte vendido en una subasta aumentó en un 21% casi el doble que el vino , que creció en un 11% y más del triple que los relojes, con un superávit del 5%. Sebastián Duthy, de Art Market Research , explicó que ese incremento responde a la inestabilidad del mercado del arte, impulsada por los precios de la posguerra y el arte contemporáneo.

La actual tendencia alcista en el mercado del arte está muy relacionada, según Duthy, por el deseo de los «entusiastas del arte» por sumarse a los nuevos museos .

El voraz apetito de las grandes instituciones como el Louvre hacen el resto. La apertura de su museo en Abu Dhabi ejerce también presión en la paciencia cuasi incorruptible de los grandes inversores.

Sin embargo, el informe sugiere que la pulsión por comprar arte está lejos de responder a objetivos financieros , el coleccionista de obras satisface, más bien, su vertiente emocional. Toma el camino correcto, ya que según Daniel Díaz, la inversión en el arte sólo es segura si se hace desde el corazón, porque nadie puede prever las curvas de los mercados pero, sin embargo, cuando un cuadro gusta, el coleccionista siempre gana .

En los últimos 10 años, el mercado del arte creció en un 78% , una cifra que todavía está muy lejos de la que alcanzaba en épocas anteriores. A pesar de que los porcentajes se hayan disparado como consecuencia de la venta del «Salvator Mundi» y el «Untitled» . El balance sitúa al sector por debajo del automovilístico y el vinícola , que crecieron en los últimos años un 334% y un 192% respectivamente . A largo plazo, los expertos aseguran que tanto el vino como los coches son «mejores inversiones».

Los mercados de la Borgoña subieron un 16,5% en el último año gracias, por un lado, a la desmesurada demanda asiática y, por otro, a la escasez del producto, ya que las heladas arrasaron gran parte de la producción.

Los coches clásicos son, según la consultora, la mejor clase de activos. En los últimos 1o años se vendieron auténticas joyas de cuatro ruedas: la casa de subastas Bonhams vendió un McLaren F1 de 1995 por 15 millones de dólares , Soheby's adjudicó un Ferrari 250 GT California Spider 1959 LWB por 18 millones , pero el récord de la casa inglesa lo batió un Aston Martin DBR1 de 1956 pilotado por Stirling Moss , se vendió por 22'5 millones .

No obstante, en 2018 el arte inclinó la balanza financiera a su favor y, aunque el superávit estuvo condicionado por la venta de los dos pesos pesados, los más optimistas consideran la venta del Da Vinci un hecho trascendental, porque puede redirigir el interés de los coleccionistas hacia los grandes maestros clásicos. Si fuera asi, se pincharía la burbuja de los contemporáneos y la estabilidad de este mercado dejaría de ser un sueño .