hay que vivir
La polisemia retorcida
Sugiero a la RAE que limite a una las acepciones de las palabras para limitar los usos perversos de Sánchez
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Iniciar sesiónSánchez es la polisemia retorcida. Con lo divertida que es esa peculiaridad del lenguaje según la cual una palabra puede significar dos cosas, y en ocasiones provocar situaciones hilarantes… y va el presidente y lo revienta. ¡Con lo enriquecedoras que son las segundas y ... terceras acepciones del diccionario de la Real Academia! Por ejemplo: en el debate público parece que singularidad u ordinalidad no significan lo mismo para el Gobierno que para sus socios, y en ese juego perverso es exactamente en el que estamos.
Hablamos mucho de financiación autonómica, y nos centramos en dos ejes: el primero es cómo va Pedro Sánchez a aterrizar lo firmado en catalán con ERC en una nueva edición del sanchismo más puro: lo que yo interpreto de lo que hemos pactado es distinto de lo que tú interpretas. Así con la amnistía, el 'lawfare', la singularidad y ahora la ordinalidad. Los documentos son papel mojado, las palabras se las lleva el viento. Antiguamente, los señores sellaban los acuerdos con un apretón de manos. Ahora, en estos tiempos del todosanchismo, no valen ni los documentos. ¿Quién engañará a quién?
El segundo eje cuando hablamos de financiación es cómo va a conseguir Feijóo mantener la unidad de sus barones cuando María Jesús Montero les ofrezca billetes para asar una vaca, algo tan del PSOE andaluz. De momento, el presidente del PP se ha puesto las pilas y ha uniformado a sus barones a toque de corneta. Gran idea ese posado en el palacio de los Duques de Pastrana, como un Gobierno en la sombra. Músculo autonómico frente a poder central.
Pero hay un tercer eje al que no prestamos atención: los barones, baroncitos y baroncetes socialistas, todos ellos con la espada de Damocles del congreso federal del PSOE y un margen de 45 días para celebrar los regionales. ¿Se atreverán a decir lo que piensan? ¿O, como es probable, si no piensan nada original, a trasladar a La Moncloa lo que piensan sus votantes? Y aquí hay un barón relevante, que no gobierna pero es técnico de Hacienda y, además, ejerció sus primeros años en Cataluña. El madrileño Juan Lobato se sabe bien el tema y además tiene alguna idea sobre cómo resolver el sudoku de la financiación autonómica sin reventar el sistema ni la solidaridad. ¿Le está consultando María Jesús Montero? Da la sensación de que es exactamente al revés: en Ferraz le quieren poner un candidato alternativo en su congreso regional. Hace 20 años que en Madrid no hay un líder que repite y cuando Lobato fue elegido siendo un alcalde de pueblo tan querido como desconocido aceptó el reto de asumir un PSM en su peor momento a cambio de tener seis años. De momento los datos le van avalando. ¿Cumplirá Sánchez aquella promesa o además de vacilar a los indepes también va a vacilar a los socialistas madrileños?
Si el sanchismo se perpetúa, sugiero a la RAE que reforme el diccionario y que las palabra tengan sólo una acepción. Es una tontería, lo sé, pero tal vez, así, vamos a superar este soporífero juego de retorcer permanentemente las palabras en beneficio propio. Hágase.
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