Suscribete a
ABC Premium

LA ALBERCA

Puente, el as de bastos

Desde la misma orilla de las llamas voy a resumirle al ministro los piropos espontáneos que le dedicó la gente

El incendio ideológico de la Mezquita

Disculpen las mejoras

Alberto García Reyes

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Tendría que ser un oxímoron canónico. Ministro cafre. Pero Óscar Puente ha convertido el concepto en un pleonasmo. La grosería es una redundancia en el sanchismo, un régimen en el que el insolente parte con más puntos que el sensato para ocupar escaño. Ha causado ... mucho destrozo intelectual el mensaje corto de las redes, la presunta ocurrencia, el ingenio de bisutería. Y a golpe de arrebatos dactilares ha hecho carrera ministerial un alcalde derrotado que vomita invectivas contra sus adversarios políticos hasta que se acaban convirtiendo monótonamente en desprecios a la gente, a la nobleza de la política, a la historia de su partido y a su propio honor. Alguien que le quiera un poco debería quitarle el móvil por las tardes. Terapia de choque. Porque el teléfono de sobremesa es la trinchera de los más excelsos cobardes. Es el templo de la mediocridad. El partenón derruido de los acomplejados.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia