Trump ofrece 5.000 dólares a los gazatíes que abandonen la Franja
Los ambiciosos planes de reurbanizar el terreno avanzan en la Casa Blanca
La mitad de la población de Gaza quiere emigrar donde sea, pero nadie les quiere
Corresponsal en Washington
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Iniciar sesiónEl esperado plan de Donald Trump para Gaza, perfilado en una reunión en la Casa Blanca hace una semana con su yerno Jared Kushner, el ex primer ministro británico Tony Blair, el secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial Steve Witkoff, ... contempla que Estados Unidos asuma la tutela del enclave durante al menos diez años bajo un fondo fiduciario. El proyecto incluye el desplazamiento de más de dos millones de palestinos a terceros países o a zonas internas, con una compensación de 5.000 dólares (unos 4.300 euros) en efectivo, cuatro años de subsidio de alquiler y un año de alimentos para quienes acepten salir.
Ese plan, que ya circula en Washington, prevé además la entrega de «tokens» digitales a los propietarios de tierras, canjeables por vivienda futura o dinero. Un «token», en jerga digital, es un comprobante que garantiza un derecho de canje en el futuro, una suerte de pagaré moderno.
En el documento, del que informó inicialmente 'The Washington Post', figura una inversión de 100.000 millones de dólares, sin requerir financiación directa del Gobierno de EE.UU., con un retorno estimado de cuatro veces en una década. La financiación privada se canalizaría hacia megaproyectos de infraestructura y desarrollo: resorts turísticos, fábricas de vehículos eléctricos, centros de datos y complejos residenciales de lujo. La Casa Blanca se compromete a levantar autopistas, un puerto, un aeropuerto, plantas de desalinización y de energía solar. Trump confía en atraer a Arabia Saudí para el diseño y la construcción de entre seis y ocho «ciudades inteligentes», con edificios de hasta veinte pisos y apartamentos de 167 metros cuadrados valorados en 75.000 dólares.
La seguridad inicial del enclave quedaría a cargo de Israel y de contratistas privados estadounidenses junto a efectivos de países socios, con una transferencia gradual a una policía local en el plazo de diez años. Israel mantendría el control militar y, según el plan, ya discute con países como Libia, Etiopía, Sudán del Sur, Indonesia y Somalilandia la acogida de gazatíes desplazados.
No hay ninguna referencia a la creación de un Estado palestino, y la futura autoridad local quedaría integrada en el marco de los Acuerdos de Abraham.
El plan contempla como primera fase la limpieza de escombros, la retirada de artefactos explosivos sin detonar y la reconstrucción de la red eléctrica y de los servicios básicos. Incluye también una gran carretera de circunvalación, apodada «MBS Highway» en referencia al príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman, junto a nuevos puertos, aeropuertos, plantas de desalinización y parques solares. Es una forma de atraerse el apoyo del hombre fuerte del régimen saudí, interesado en el desarrollo de ciudades del futuro en el desierto.
«Gaza Trump Riviera»
La costa mediterránea pasaría a llamarse «Gaza Trump Riviera», con resorts de lujo e incluso islas artificiales al estilo de Dubái. El enclave se dividiría en zonas diferenciadas: un centro residencial con parques, escuelas y hospitales; un polígono industrial en el este, con fábricas y centros de datos; y una franja costera convertida en polo turístico.
Como en las pasadas iniciativas de Trump, los palestinos y sus aspiraciones de autodeterminación no son parte central de la propuesta.
Este plan convence a Israel, pero no a los aliados árabes como Jordania o Egipto, que se niegan a acoger más refugiados palestinos en sus fronteras. Según informa Mikel Ayestarán, los tanques israelíes avanzan en Ciudad de Gaza, donde ya controlan más del 40 por ciento del mayor núcleo urbano. A su paso dejan muerte, más de 100 fallecidos en las últimas 24 horas, y una destrucción total porque van dinamitando barrio a barrio para evitar que los civiles puedan regresar algún día a sus casas. La operación prosigue imparable y el jefe del Ejército alertó a los responsables políticos que con la actual estrategia «van a instaurar un gobierno militar, su plan nos está llevando allí, comprendan el significado». Zamir cuenta con el respaldo de los responsables del Mossad y Shin Bet.
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