Trump excluye a Reino Unido del aumento de los aranceles al acero y aluminio, que se sitúa en el 50%

Trump justifica el aumento asegurando que las importaciones de estos materiales siguen representando una amenaza para la seguridad nacional y que los aranceles vigentes hasta ahora no han permitido a las industrias nacionales alcanzar niveles de producción sostenibles. «He determinado que aumentar los aranceles previamente impuestos proporcionará mayor apoyo a estas industrias y reducirá o eliminará la amenaza a la seguridad nacional que representan las importaciones de artículos de acero y aluminio y sus derivados», señala el decreto.

En 2024, las exportaciones de acero de España a Estados Unidos alcanzaron las 264.809 toneladas, un 0,4% más que en 2023, cuando fueron 263.825 toneladas. El valor total fue de 412,2 millones de dólares, según datos de la Oficina del Censo de EE.UU. En cuanto al aluminio, las importaciones estadounidenses procedentes de España fueron mínimas: apenas 0,02 millones de toneladas métricas. España no figura entre los principales proveedores de aluminio de EE.UU., una lista encabezada por Canadá, Emiratos Árabes Unidos y China. Los principales destinos del alambre de aluminio español son Italia, Alemania, Estados Unidos, Portugal y Francia.

El Reino Unido queda exento de este aumento y mantiene los aranceles al 25%, en virtud del acuerdo bilateral firmado el 8 de mayo de 2025. Esta excepción será revisada a partir del 9 de julio. Además, el decreto advierte que quienes declaren incorrectamente el contenido de acero o aluminio en los productos importados se expondrán a multas, pérdida de privilegios aduaneros e incluso responsabilidad penal.

Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha impuesto y congelado distintos tipos de aranceles. Actualmente está en vigor un arancel universal del 10%, anunciado el 2 de abril en lo que denominó el «Día de la Liberación de América». A partir de ahí, se contemplaban tarifas recíprocas. A la Unión Europea le correspondió un 20%, aunque de momento siguen en fase de negociación. Si no hay acuerdo antes del 9 de julio, ese porcentaje subirá también al 50%.

En el caso de China, los aranceles llegaron a superar el 150%, pero tras un proceso de negociación se redujeron hasta situarse en torno al 30%. Trump insiste en que China debe continuar negociando «de buena fe» si quiere mantenerlos en ese nivel.

Canadá y México, pese a formar parte del tratado de libre comercio con EE.UU., están sujetos a un arancel del 25%. Las tres partes se encuentran ahora en conversaciones para revisar esas condiciones. Con el Reino Unido, en cambio, Trump ha cerrado un acuerdo que fija el arancel en el 10 %, y cuyos detalles aún están en fase de ajuste.

Según dijo Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, el objetivo es negociar acuerdos y atraer inversión industrial: «Hay líderes empresariales pidiendo reunirse con este presidente, suplicando venir a la Casa Blanca para hablar con él, porque saben que es un negociador jefe, que está cerrando buenos acuerdos en nombre del trabajador estadounidense».

España fue uno de los países más afectados por los aranceles al acero y al aluminio impuestos por Trump en su primer mandato y mantenidos por la Administración Biden. Entre enero y mayo de 2021, las exportaciones españolas de acero a EE.UU. cayeron más del 50% respecto al mismo periodo de 2020, pasando de 152.487 a 74.657 toneladas métricas. El desplome se concentró en el acero no aleado. Mientras países como Francia, Alemania o Suecia aumentaban sus ventas, España perdió cuota de mercado y quedó por debajo de otros socios europeos. Según la Oficina del Censo de EE.UU., las importaciones desde España fueron de las que más descendieron, frente al aumento de compras a países como Canadá.

A pesar de las presiones diplomáticas, incluidos los esfuerzos de la Comisión Europea y de Angela Merkel, la Casa Blanca mantuvo los aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio procedentes de la UE. Trump los ha vuelto a subir ahora.