Polonia hará un referéndum sobre el plan para reubicar inmigrantes
La mayoría de los polacos rechazan la obligación de recibir a solicitantes de asilo como parte del plan de reubicación de la UE
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El primer ministro polaco espera recibir mayor atención para su plan de fronteras europeas seguras
Tanto Hungría como Polonia han vetado hasta el momento en Bruselas el texto de la Comisión Europea que fija como objetivo la reubicación de 30.000 refugiados al año, con penalizaciones de 20.000 euros por persona a los países que rechacen acogerlos. Este ... mecanismo deberá negociarse ahora en la Eurocámara, donde el gobierno polaco se sabe impotente, y ha decidido dar a la mayoría de socios europeos que defienden el proyecto una muestra de rechazo democrático, con la celebración de un referéndum este otoño que deberá sentenciar la participación o exclusión del país en el esquema europeo de reubicación de refugiados.
El partido gobernante Ley y Justicia (PiS) ha presentado un proyecto de enmienda que le permitirá realizar un referéndum el mismo día en que se celebren las elecciones parlamentarias, presidenciales o de la UE. «Puedo confirmar que planeamos las elecciones parlamentarias junto con un referéndum sobre las reubicaciones de inmigrantes que se realizarán al mismo tiempo, también para reducir los costes», ha anunciado el primer ministro conservador Mateusz Morawiecki una votación que tendrá lugar a finales de septiembre o principios de octubre. De esta manera, el gobierno polaco pondrá a Bruselas en el brete de forzar el cumplimiento de una norma que los ciudadanos han rechazado expresamente en votación democrática y espera también recibir mayor atención para su «plan alternativo, un plan de fronteras europeas seguras» que Morawiecki denomina «La Europa de las fronteras seguras». Este concepto rechaza sin excepciones las entradas ilegales en territorio europeo, descarta las sanciones a los países que no acepten refugiados y preserva la soberanía nacional en tales decisiones por encima de los compromisos europeos.
Combinando el referéndum y las elecciones, el PiS cuenta con una doble victoria. No solo lidera las encuestas electorales, sino que la mayoría de los polacos también rechaza en los sondeos la obligación de recibir a ningún solicitante de asilo como parte del plan de reubicación de la UE. Hasta el 74% de los polacos se opone a las reubicaciones y solamente el 26% cree que el gobierno debería aceptar a los solicitantes de asilo, según la encuesta más reciente del Pollster Institute, publicada por Super Express.
Desde el inicio de la invasión rusa, entre 9 y 10 millones de refugiados ucranianos han cruzado la frontera polaca y al menos 1,3 millones se han quedado a vivir sin recursos propios. Tanto el gobierno como una extensa red de voluntarios, que incluso les han abierto las puertas de sus casas, han soportado la gran operación de acogida y han dado sobradas pruebas de su solidaridad, pero el hecho es que el país se siente desbordado. Las soluciones que se adoptaron en un principio como provisionales han cristalizado como permanentes, tanto en los presupuestos estatales como en hogares en los que desde febrero de 2022 se acoge y mantiene hasta a ocho personas llegadas de Ucrania.
Los precios de la vivienda han aumentado notablemente y los presupuestos públicos han debido ser recortados, incluso en partidas como la Sanidad, para poder financiar los gastos que ocasiona la acogida. El hecho de que los ucranianos busquen trabajo dificulta a los polacos negociar subidas salariales y la inflación sigue situada entre el 15% y el 17%. «No es hostilidad, es agotamiento», explica el sociólogo Jan Opielka sobre el creciente rechazo incluso a los refugiados ucranianos, mejor aceptados que los procedentes de Oriente Medio por compartir la misma cultura.
Los polacos se muestran divididos sobre la celebración del referéndum: una encuesta realizada por IBRiS para el periódico Rzeczpospolita muestra que el 50,3% apoya la idea y el 47 % está en contra. Pero una vez realizada la pregunta del referéndum, la mayoría se vuelva claramente en contra de la idea de que la UE acepte cantidades masivas de refugiados e inmigrantes en su territorio. «Es una cuestión de lógica: en el territorio Schengen las reubicaciones no van a funcionar porque la gente se mueve como quiere de país a país», razona Adrian Zandberg, de Razem. «El PiS está intentando utilizar un truco electoral ya probado en 2015», dice Jan Maria Jackowski, senadora independiente, «está forzando como principal tema de la campaña electoral la migración en relación con la UE, una estrategia que claramente le beneficiará en las urnas al precio de polarizar el país».
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