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Hostelería

Preocupación entre los empleados de El Brillante tras la muerte de su dueño: «Alfredo era como un padre»

Madrid pierde a Alfredo Rodríguez, dueño de El Brillante, el bar más célebre de Atocha. Así era el tabernero que hizo del bocadillo de calamares una joya para el viajero

Bocadillo de calamares: el genuino 'fast food' madrileño

Un empleado de El Brillante, ayer, mostrando el célebre bocadillo de calamares ante la fachada del bar de Atocha Guillermo Navarro
Adrián Delgado

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Hubo un tiempo en que el viajero de provincias recordaba dos cosas al poner los pies en la estación de Atocha: el endiablado tráfico de su ‘scalextric’ –borrado del mapa en 1985– y los bocadillos de calamares de El Brillante . A los pies ... del Hotel Mediodía, lleva siete décadas siendo el eterno lugar de paso del que llega y refugio del de aquí. El más genuino ‘fast food’ madrileño tiene en este bar un templo desde que Alfredo Rodríguez Villa viera claro el negocio allá por 1951. Su hijo, también Alfredo, aprendió a amar el oficio desde que a los 14 años se pusiera detrás de la barra en la que, literalmente, le salieron los dientes.

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