Las señales que te indican si tu bebé tiene hambre o se ha quedado saciado
Una nutricionista explica pequeñas pistas para que los padres no se angustien en relación a la alimentación de su hijo
Los errores más comunes de los padres cuando enseñan a sus hijos a comer
Madrid
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Iniciar sesiónUna de las mayores preocupaciones de los padres es saber si su bebé se ha quedado con hambre o no. Es cierto que, en ocasiones, resulta complicado saber si un niño se alimenta como debería, pues la forma de comunicarse con sus progenitores está ... basada en gestos y señales que deben ser interpretados para conocer si tiene hambre o si ya está saciado. Esto se conoce como alimentación receptiva.
Sin embargo, cuando se quiere quitar hierro al asunto en torno a la alimentación infantil es muy habitual oír frases del tipo «que el bebé coma lo que quiera». Es decir, que el peque sea quien decida cuándo comer, cuándo dejar de hacerlo y cuánto comer en base a su hambre y su saciedad. Sin embargo, los papás no pueden ceñirse exclusivamente a esta afirmación y dar por hecho que su hijo se está alimentando de forma correcta.
Para intentar ayudar a los padres angustiados con esta cuestión, los expertos de Nutribén® han establecido una serie de señales en las que hay que fijarse para guiarse y poder salir de dudas para quedarse tranquilos.
Entre los 0 y 6 meses
Tiene hambre si:
Se lleva las manos a la boca
Gira la cabeza hacia el pecho o el biberón
Arruga los labios, o hace ruido con la boca
Tiene los puños cerrados
Está saciado si:
Cierra la boca
Aleja la cabeza del pecho o del biberón
No ofrece señales con sus labios
Relaja las manos
Entre los 6 y 24 meses
Tiene hambre si:
Se alimenta a un buen ritmo y constante
Abre la boca cuando se le ofrece una cuchara o alimentos
Se entusiasma cuando ve alimentos
Está saciado si:
Se detiene mientras come y se distrae
Cierra la boca cuando se le ofrece comida o la cuchara
Gira la cabeza alejándose de los alimentos
Además de estos signos comunes, los papás de los niños recién nacidos deben prestar atención a otra serie de factores, que suelen ser sinónimo de que su alimentación no es suficiente para lo que requiere su pequeño organismo:
• Moja menos de cuatro pañales al día.
• Su piel sigue arrugada después de la primera semana.
• Al cabo de tres semanas, su cara aún no ha ganado volumen ni se ha puesto 'redondita'.
• Después de hacer una toma y quedarse dormido, pide otra vez enseguida, como si tuviera aún mucha hambre.
• Su piel se torna más amarilla, en vez de menos, en la primera semana de vida.
También deben tener en cuenta siempre que la alimentación del peque durante el proceso de lactancia exclusiva (ya sea a base de leche materna o fórmula infantil) debe ser a demanda. Y, además, cuando puedan detectar cualquier tipo de anomalía alimentaria que se mantenga en el tiempo, siempre será necesario compartirla con su pediatra para poder valorar si el peque necesita aumentar o reducir sus ingestas.
Belén Alonso, nutricionista de Nutribén®, recomienda siempre «prestar mucha atención a cómo se comportan los peques cuando llegar la hora de comer, es decir, qué gestos realizan cuando se les ofrece comida, cómo se expresa su cuerpecito mientras hacen la digestión, qué hacen cuando se les despierta para comer, y así como cualquier otro signo que nos ayude a detectar cualquier alteración».
Además, Belén Alonso recuerda que «los bebés deben seguir una lactancia exclusiva ya sea a base de leche materna o fórmula infantil hasta los 6 meses, aunque bien es cierto que en algunos casos la alimentación complementaria se inicia a partir del cuarto mes de vida.
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Belén Alonso destaca también que «es muy importante que vayamos combinando los alimentos teniendo en cuenta el menú del resto del día, para que consuman todos los nutrientes necesarios y de manera equilibrada».
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