Un psiquiatra alerta: «Es el momento de pensar en la salud mental que queremos para los jóvenes del mañana»
Javier Quintero es jefe de psiquiatría en el Hospital Infanta Leonor y director de PsiKids

La pandemia ha devastado a nuestros jóvenes, con cifras de problemas emocionales y conductuales como nunca antes habíamos visto. Parece que la conciencia social y la presión mediática, ha puesto el foco en la salud mental. Una oportunidad que como sociedad, no deberíamos dejar escapar, ... pero que merece una reflexión para saber la salud mental que queremos, al menos para los más jóvenes .
Sabemos, por ejemplo, que en España se produce un abandono escolar precoz, es decir fracaso escolar, en el entorno del 19 por ciento. Dicho de otra manera, 1 de cada 5 jóvenes no alcanzará una formación básica, que les permita afrontar su futuro con unas mínimas garantías, cuando sabemos que vamos a un mundo cada vez más globalizado con lo que eso implica. Por otro lado, un 10% de los menores, presentan algún problema ligado al neurodesarrollo, como puede ser el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) , los trastornos del espectro autista o del aprendizaje. Pues bien, a pesar de la eficiencia de campañas de detección precoz y apoyo en etapas tempranas, por cierto, como se hace en muchos otros países de nuestro entorno, parece que se está optando por una rebaja de las exigencias generales, en lugar de una ayuda a las personas con alguna dificultad.
¿Cuál será el resultado previsible? Una «rebaja» en las cifras de fracaso escolar, pero a costa de un aumento de los problemas posteriores . En unos años mejoraremos las cifras de abandono escolar, pero empeoraremos los indicadores de empleabilidad y de salud mental. Si, de salud mental también, no hacer nada o mirar para otro lado, nunca es la solución. Para que nos entendamos, es como si para prevenir el infarto de miocardio, identificamos que el colesterol en sangre es un indicador importante, y en lugar de ayudar a la gente a tener hábitos de vida más saludables y reducir sus niveles de colesterol, lo que se hace es subir el límite de colesterol considerado saludable por «decreto» y sin base científica. En el corto plazo parecerá que reduciremos el porcentaje de población en riesgo, pero ¿servirá para reducir los problemas cardíacos por esta razón?, me temo que no, sino más bien todo lo contrario. Las soluciones cosméticas en salud tienen un coste demasiado alto.
Los menores con este tipo de dificultades son más vulnerables a muchos problemas, pero pueden mejorar su pronóstico con un diagnóstico precoz y las ayudas adecuadas, de no hacerlo el fracaso escolar es solo una de las consecuencias. Se aumenta el riesgo de presentar problemas de conducta , de trastornos del estado de ánimo y también se multiplica la prevalencia de consumos de drogas . Está documentado hasta un incremento de los accidentes de tráficos o embarazos no deseados, entre otros problemas ya no directamente relacionados con la salud mental, pero con un importante impacto en la calidad de vida de las personas a futuro.
Pensando en el futuro de los más jóvenes y en su salud mental, los que toman las decisiones deberían tener entre sus prioridades resolver los problemas afrontandolos, por muy complejos que estos sean y probablemente diseñando acciones que no van a tener un retorno inmediato. Tenemos una magnífica oportunidad para mejorar la salud mental, pero se debería resistir la tentación de caer en el oportunismo. La salud mental es una cuestión que nos deberíamos tomar muy en serio.
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