Laura Gómez, profesora: «No hay casos perdidos con las matemáticas, hay una fórmula para que les resulten atractivas»
La autora de '101 tips de matemáticas para la vida real', da varios consejos para quienes odian esta asignatura
Matemáticas, o las odias o las amas. Esta es la razón
Sin duda, la asignatura de matemáticas es por excelencia la que más suele atragantarse en los alumnos. Tanto es así que muchos escolares deciden elegir, o cambiarse de rama de estudios, en un intento de huir de esta materia. Es más, Laura Gómez, - ... más conocida como @LauriMathTeacher- profesora de esta asignatura en un IES y autora del libro '101 tips de matemáticas para la vida real', apunta que una gran mayoría de personas que consideran que las matemáticas es la asignatura más temida del mundo.
Entre las razones destaca que hay alumnos entran a clase con la idea de que no las van a entender. «Es como si te sientas a ver una película convencido de que no te va a gustar: cualquier detalle negativo lo confirma. Esa predisposición negativa hace que, en cuanto aparece una dificultad, el alumno piense 'ya sabía yo que no iba a poder'. Y claro, así es muy difícil disfrutar o aprender».
¿Qué la hace tan difícil: la dificultad por entenderla, o el profesor?
Un poco de ambas. Las matemáticas tienen su complejidad, como cualquier lenguaje nuevo, pero el problema es que muchas veces se explican sin contexto, sin ejemplos cercanos. El profesor juega un papel fundamental, es el encargado de plantearle las matemáticas como una herramienta que va a necesitar para su día a día y hacerles ver su utilidad real, como trato de hacer yo con mi libro.
¿Crees que si los alumnos comprenden la utilidad de las matemáticas en su día a día asumirían de mejor grado que es una materia importante?
Sin duda. Cuando un alumno descubre que las matemáticas sirven para calcular si merece la pena comprar una oferta, para diseñar un videojuego o incluso para combinar sus outfits, cambia su forma de verlas. Nadie quiere aprender fórmulas de memoria…, pero todos queremos entender el mundo. Ahí es donde las matemáticas se vuelven atractivas.
¿Debería cambiar el enfoque de las clases de matemáticas?
Sí, y ya está empezando a cambiar. Más práctica, más proyectos, más conexión con la vida real y menos listas interminables de ejercicios sin contexto. La teoría es necesaria, claro, pero debería ir siempre acompañada de un «¿para qué sirve esto?», que es lo que siempre nos demandan los alumnos. Esa es la fórmula.
¿Qué le dirías a un estudiante que 'odia' esta asignatura?
Que probablemente no odia las matemáticas, sino la experiencia que ha tenido con ellas. Igual que alguien puede odiar correr porque siempre lo obligaron en el cole, pero luego descubre que salir a correr escuchando música le encanta. Yo le diría: dale otra oportunidad, busca un enfoque distinto, y verás que son más amigas de lo que parecen. Eso sí, hay que tener paciencia y dedicarles tiempo y cariño.
Y a los profesores que la imparten, ¿qué consejos les darías?
Que intenten ponerse en la piel del alumno. Que recuerden cómo se sentían ellos cuando algo no les salía. Y que no tengan miedo de usar ejemplos del día a día, de ser creativos, incluso de equivocarse en clase y mostrar cómo se corrige un error. Eso humaniza la asignatura y la hace más cercana. Y los alumnos lo agradecen.
En la mayoría de los casos, los padres contratan un profesor particular. ¿Es la fórmula más adecuada para ver un aprobado?
Puede ayudar, sobre todo si ese profesor consigue dar confianza y resolver dudas que en clase quedaron pendientes, que es algo muy importante. Pero lo fundamental es cambiar la actitud del alumno hacia la asignatura: que pase de «esto no es para mí» a «voy a intentarlo».
¿Por qué decidiste crear vídeos en redes sociales sobre esta materia?
Porque veía que muchos alumnos tenían la sensación de que las matemáticas eran aburridas, y en realidad están por todas partes. Busqué el medio en el que ellos pasaban la mayor parte de sus horas, las redes sociales, y me metí en ellas. Quería mostrar el lado curioso, útil y bonito de esta materia. Y además, en redes uno puede llegar a miles de personas que quizá nunca se atreverían a abrir un libro de matemáticas, pero sí a ver un vídeo de 30 segundos.
Un alumno que lleva arrastrando las matemáticas desde Primaria, ¿puede sacar buenas notas en la ESO, o ya es misión imposible?
¡Claro que puede! Las matemáticas son como un idioma: si no entiendes algo básico, es difícil avanzar. Pero con paciencia, con buenos apoyos y cambiando el chip, se puede remontar. La base en 1º de la ESO es clave para poder avanzar con los siguientes cursos. No hay «casos perdidos», pero tienen que tener claro que les va a suponer un sobre esfuerzo que tienen que ser capaces de hacer para remontar.
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¿No es una pena que muchos alumnos se hagan 'de letras' sólo por huir de las matemáticas?
Sí, porque al final elegir un camino debería ser por vocación, no por miedo. Estudiar letras es maravilloso, pero si alguien lo hace solo para huir de los números, se está perdiendo opciones. Creo que nuestro reto como profesores es conseguir que ningún alumno descarte una carrera o un futuro solo porque no entendió una raíz cuadrada a tiempo.
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