Los socios de Sánchez le piden medidas contra Israel más allá de reconocer el Estado de Palestina

La comparecencia de Sánchez ante los diputados del Congreso para dar explicación de varios asuntos ha puesto de manifiesto que sus socios de ERC, en línea con lo que opina una parte del Ejecutivo, la que controla Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, le piden más decisiones en contra de Israel. Rufián ha dicho que reconocer a Palestina «es una muy buena noticia», pero «tardan diez años en hacerlo». Y ha añadido que «hoy van a reconocer más escombros y cadáveres que territorio», por lo que estaría bien que se actuara contra Benjamin Netanyahu, que ha calificado de «criminal de guerra».

El portavoz de ERC en la Cámara Baja ha pedido al presidente del Gobierno que sea «valiente» pues no hay comparación posible, en su opinión, en cómo ha respondido ante los «asesinatos de más de 30.000 personas en siete meses», por parte del Ejército de Israel, con la respuesta a los insultos de Milei. «¿Qué tiene que hacer Netanyahu?», ha preguntado Rufián en relación a una respuesta más contundente contra el primer ministro de Israel, más allá de reconocer el Estado de Palestina a partir del 28 de mayo.

PNV y Bildu también han señalado que ven con buenos ojos el movimiento anunciado por Sánchez en relación con el Estado palestino. Bildu, en palabras de Merxte Aizpurua, ha reclamado que el Gobierno no se quede ahí y, en una postura similar a la adoptada por Sumar y en la que iría ERC, aunque Rufián no lo ha concretado, ha reclamado la ruptura de relaciones con Israel e ir más allá de un gesto simbólico que debería haber llegado antes.

«Sabemos que lo hace por convicción», ha dicho Aizpurua en referencia a la posición adoptada por Sánchez en la esfera internacional, donde ha tratado sin éxito de recabar apoyos para acelerar la fórmula de los dos Estados, «por eso puede y debe hacer más». Bildu, como ERC, entiende que la firmeza mostrada con Milei contrasta con la «laxitud» mostrada con Israel o Marruecos. «Las decisiones diplomáticas se deben medir bien o se corre el riesgo de sobreactuar», ha dicho y en ese sentido ha exigido aplicar un «embargo de armas» contra Israel y apoyar la denuncia de la Corte Internacional de Justicia contra Netanyahu por crímenes de guerra.

Por su parte, Aitor Esteban, portavoz del PNV, ve en la iniciativa de política exterior «un toque de atención a Israel» justificado, dado que, según ha dicho Esteban, «un país democrático (e referencia a Israel) es el que respeta los derechos de sus ciudadanos y de quienes no lo son». A diferencia de lo que ha hecho Aizpurua, Esteban también ha condenado los ataques terroristas de Hamás del pasado 7 de octubre y ha pedido la liberación de los rehenes de Israel.

«Le llegará la hora de mirarse al espejo y no le va a gustar lo que verá», ha advertido Esteban por su parte sobre el líder israelita, al que ha acusado de «impulsar la situación» en la Franja de Gaza. Sin embargo, el portavoz peneuvista ha hecho un análisis geopolítico manifiestamente más amplio que el del resto de comparecientes. Con la vista puesta en en flanco sur de la Unión Europea, espacio por el que ha interrogado a Sánchez a cuenta de la retirada de las tropas españolas de Mali. Una región, la del Sahel, abandonada del debate público según el diputado nacionalista vasco. «Para algunos todo es Gaza, aunque no le quito importancia», ha afirmado.

Por su parte, Míriam Nogueras, portavoz de Junts en el Congreso, no ha centrado su intervención en la política internacional y se ha limitado a defender que Carles Puigdemont sea el próximo presidente de la Generalitat de Cataluña, en lugar de Salvador Illa, líder del PSC y ganador de las elecciones autonómicas del 12 de mayo. Nogueras ha señalado, igualmente, que se felicita por la aceptación de Sánchez de la existencia del 'lawfare' pero le ha reprochado que solo se haya dado cuenta cuando le ha afectado a su esposa.

Esteban y Aizpurua, pese a transmitir su apoyo al presidente del Gobierno ante la campaña de 'lawfare' que estaría sufriendo, en opinión de los portavoces del PNV y Bildu, «ahora en primera persona», han tachado los cinco días de reflexión que Sánchez anunció tras la denuncia del sindicato Manos Limpias contra su mujer como un movimiento «electoralista» de cara a los pasados comicios en Cataluña.