Perelló pide a los políticos y al Ejecutivo respeto a la Justicia y evitar «ataques injustificados»
La nueva presidenta del Supremo se estrena llamando a la independencia judicial y pide respeto a los magistrados
En la judicatura saben que el consenso ha llegado porque todos han cedido y confían en que sigan los acuerdos
El fiscal general advierte del «peligro» de las acusaciones populares por el riesgo de «investigaciones prospectivas»
Isabel Perelló, un perfil discreto a la sombra de Margarita Robles
Nati Villanueva y Juan Fernández-Miranda
Madrid
Un alegato a la independencia judicial y a la separación de poderes, mano tendida a la carrera y un compromiso de transparencia y rigor en los nombramientos que se avecinan han centrado el primer discurso de la presidenta del Tribunal Supremo, Isabel Perelló, ... quien en la Apertura del Año Judicial ha recordado que «ningún poder del Estado puede dar indicaciones ni instrucciones a los jueces y magistrados» sobre cómo han de interpretar y aplicar el ordenamiento jurídico. «Sólo aquellos Estados en los que la división de poderes está garantizada son realmente Estados de derecho», ha apuntado ante el Rey en el salón de Plenos del Palacio de las Salesas, el mismo en el que se celebró hace cinco años el juicio del ‘procés’.
En una intervención breve, concisa, sin enigmas ni alharacas -bien es verdad que apenas tuvo un día y medio para preparar su discurso-, Perelló ha asegurado que a pesar de los años difíciles que han atravesado los magistrados por la falta de renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), «no nos hemos sumido en el desánimo». «Los jueces y juezas de este país hemos seguido trabajando con total entrega en la aplicación de la ley frente a cualquiera y en cualquier circunstancia, porque en un Estado democrático y de derecho nadie está por encima de la ley», ha recalcado la presidenta.
Perelló insiste en la necesidad de que se respete el trabajo del Poder Judicial y, sin aludir directamente a la ofensiva contra los togados desde las filas del propio Gobierno y la protagonizada por sus socios independentistas, ha subrayado que «el derecho a la discrepancia es posible, habitual, incluso podría decirse que es inherente al debate jurídico». «Pero críticas y discrepancias nada tienen que ver con la descalificación o el insulto» que pueden «socavar la legitimidad y la reputación» de la Justicia. En este sentido, recuerda que las posibles irregularidades que pueden producirse en el ejercicio de la función jurisdiccional «tienen sus propios mecanismos de corrección a través de las vías de impugnación previstas en las leyes procesales», en alusión al sistema de recursos en el que el Tribunal Supremo tiene la última palabra.
Las causas por delitos contra la libertad sexual volvieron a crecer el año pasado un 9%
Isabel VegaLa Fiscalía alerta de la «alarmante espiral, que no para de crecer» de los delitos sexuales
La recién aterrizada presidenta del CGPJ y del Supremo ha calificado de «delicada» la situación que atraviesa el Alto Tribunal como consecuencia de la ley que impidió al anterior Consejo en funciones cubrir sus vacantes. «El volumen de registro de asuntos sigue su imparable curva ascendente, y esto, unido a la falta de cobertura de plazas ha causado un enorme retraso, tanto en la fase de admisión de los recursos como en su resolución. Es evidente que la respuesta tardía no satisface la exigencia constitucional de que la tutela judicial sea realmente efectiva», dijo, pero se mostró decidida a revertir esta situación. A su juicio, es «esencial» que el CGPJ «lleve a a cabo la ingente labor que le corresponde de proveer las vacantes existentes con rigor, transparencia y respetando estrictamente los principios de mérito y capacidad. Tenemos la obligación de garantizar que el sistema de selección de magistrados nos lleve a la elección de los mejores profesionales», dijo.
El CGPJ como baluarte
Para Perelló, el Consejo está «preparado para afrontar los numerosos desafíos» que la Justicia tiene por delante. Y uno de ellos es seguir cumpliendo con «la función esencial de velar por la independencia judicial», «piedra angular de nuestro Estado de derecho». También la de constituirse «en baluarte» de los principios contenidos en la Constitución, cuyo artículo 117 determina que los jueces y magistrados son «independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley».
Su decidida defensa de la independencia judicial ha sido compartida y aplaudida en los corrillos posteriores al solemne acto, en los que muchos de los asistentes no ocultaron la aparente complicación que van a afrontar los vocales en la búsqueda de ese necesario consenso al que aboca la exigencia de una mayoría de tres quintos. Fuentes del órgano de gobierno de los jueces se muestran optimistas y creen que el perfil moderado de la presidenta, de Jueces y Juezas para la Democracia, facilitará los acuerdos entre los dos bloques del CGPJ, pues Perelló mantiene una buena relación con muchos de los vocales propuestos por el PP, que de hecho son los que pusieron su nombre sobre la mesa para responder a la innegociable exigencia del otro grupo de que la presidenta tenía que ser «mujer y progresista».
Un "hecho histórico"
A la primera de estas condiciones ha hecho alusión Perelló al calificar de «hecho histórico» el nombramiento de una magistrada al frente del alto Tribunal y del CGPJ, «un paso más -dijo- en el paulatino proceso de reconocimiento de la importante labor de las mujeres en la Administración de Justicia a todos los niveles».
Tras recordar que aún «queda mucho camino por recorrer, pues las mujeres siguen siendo minoría en los altos cargos judiciales», Perelló ha señalado que el de hoy tiene que ser un día «de reconocimiento y de agradecimiento a todas las mujeres de nuestro país que a lo largo de la historia han luchado por la defensa del derecho a la igualdad y por acabar con la inmerecida invisibilidad a la que se han visto sometidas las mujeres en los distintos ámbitos de la vida profesional y social».
Perelló ha dedicado su nombramiento a sus compañeras del Tribunal Supremo que «realizan una importante labor y cumplen sobradamente las características de excelencia y dedicación». «Todas ellas, sin excepción, merecen mi respeto y consideración». Ha hehcho extensivo ese reconocimiento a las mujeres que colaboran en el mundo de la justicia: fiscales, letradas de la Administracion de Justicia, gestoras, agentes y demás personal «que trabajan día a día para que la justicia se haga realidad». Tampoco se ha olvidado de los hombres en este difícil camino. «Esta conquista se ha hecho con la colaboración y de la mano de nuestros compañeros, que han participado en este proceso de reconocimiento efectivo de la igualdad, y a la sociedad que ha avanzado hacia unos ideales que ya no tienen vuelta atrás».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete