El falso policía con placa y pistola que asaltaba a jóvenes en patinete

Ahora, la Policía Nacional le ha dado caza después de cometer seis robos entre julio y agosto en los distritos de Puente de Vallecas y Retiro. Fue tras las primeras denuncias cuando los investigadores determinaron que los asaltos estaban marcados por un denominador común: el autor interceptaba a sus víctimas en calles o parques y las cacheaba con la excusa de haberse producido un delito en las inmediaciones. Una vez que estaban a su merced, se hacía con sus pertenencias, cartera, teléfono y hasta el vehículo en el que viajaban, llegando incluso a escapar subido en el mismo.

Puestas las cartas encima de la mesa, los agentes establecieron un dispositivo para la identificación del sujeto, arrestado el pasado jueves y reconocido en dependencias policiales por todos los afectados. Acusado de seis delitos de robos con intimidación y un séptimo por usurpación de funciones públicas, el juez ha ordenado su ingreso inmediato en prisión.

Esta modalidad, empleada a oleadas por los amigos de lo ajeno, casi siempre ahonda en la vulnerabilidad de los más jóvenes. Hace un año, este diario alertaba de las denuncias interpuestas por varios adolescentes tras ser abordados por una pareja que simulaba «ser de la secreta en Móstoles». Los malhechores paraban a sus objetivos y les preguntaban por los puntos de venta de droga de la zona.

Tras ello, les pedían los terminales para revisar si tenían información de las personas que supuestamente estaban buscando. Pero nada de lo relatado era verdad. Con el botín en su poder, el individuo que llevaba la voz cantante les ordenaba lo siguiente: «Vayan caminando y les seguimos a cinco metros». Presas del miedo, los menores avanzaban sin mirar atrás, lo que facilitaba la huida de sus interlocutores.

Ya en octubre, la Guardia Civil hacía pública la detención de otro falso policía tras cometer ocho delitos de robo con intimidación y otro continuado de usurpación de funciones públicas a lo largo del verano pasado. Igual que ahora, la investigación comenzó a raíz de la acumulación de denuncias de los tutores legales de las víctimas. «Un hombre de unos 45-50 años, haciéndose pasar por policía secreta, le robó a mi hijo», revelaba públicamente una de las madres.

El sujeto simuló hablar por teléfono para decir a su supuesto oyente que estaba viendo a un sospechoso, antes de colgar y pedirle su móvil y cartera identificándose como policía. «Cuando el niño se lo dio todo y replicó que él no había hecho nada, le dijo que fuera a buscar a sus padres mientras él custodiaba sus pertenencias», añadía la progenitora. Al regresar con ellos, obviamente ya no estaba.

Para evitar caer en la trampa, es preciso señalar que cualquier policía está obligado a identificarse en caso de que un ciudadano así se lo solicite. Además, ninguna persona está obligada a entregar el móvil, la cartera u otro objeto de valor; solo deberá facilitar el DNI o pasaporte cuando haya indicios de que ha podido incurrir en un delito o se considere necesario.