Elecciones municipales 28M: las ciudades (VI)
Candia asedia la muralla del bipartito PSOE-BNG en Lugo
Un puñado de votos pueden abocar a un 'más de lo mismo' o a que el PP recobre la alcaldía después de 24 años. Los choques en el seno del gobierno ralentizan a una ciudad con el centro histórico en obras que va a menos
Sigue toda la información en directo de la actualidad de la campaña de las elecciones del 28M
Ayuso se pronuncia sobre los gritos racistas a Vinicius en Mestalla
SANTIAGO
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónUna situación kafkiana retrata como pocas lo que ha sido el último mandato en Lugo. El cementerio municipal de San Froilán, con sólo tres operarios disponibles y el riesgo de que no pudieran celebrarse entierros. De fondo, las desavenencias entre las dos ramas del ... gobierno municipal, la del PSOE y la del BNG. Cruces de acusaciones y vuelos de cuchillos entre el área de gobernanza (socialistas) y participación ciudadana (nacionalistas) sobre quién tenía la culpa. Y una intervención in extremis de la alcaldesa para que no se disparara el malestar de los vecinos en plena campaña electoral.
Además de un reflejo de la dinámica de estos cuatro años, con dos socios atrincherados en departamentos estancos, y problemas cada vez que surgía un asunto en el que confluyeran competencias —véase, igualmente, la renovación del alumbrado—, la polémica con el cementerio también da testimonio de cómo la llegada de las elecciones del 28M ha tensionado aún más a los inquilinos del consistorio lucense.
La regidora, Lara Méndez, ve cómo la popular Elena Candia acaricia la posibilidad de arrebatarle el bastón de mando. Un puñado de votos, a tenor de la demoscopia, pueden decantar la balanza hacia la mayoría absoluta que necesita el PP. Salvo que Ciudadanos retenga un asiento y puedan sumar. Las cuentas de Méndez son claras: reeditar su alianza con el BNG. Más allá de los enfrentamientos con el Bloque, es su única opción. El nerviosismo de Méndez se incrementaría aún más ante una amenaza de sorpasso de los frentistas, pero este escenario no parece viable. Estaba previsto que recibiera, como la coruñesa Inés Rey, un espaldarazo in situ de Pedro Sánchez, pero éste canceló la visita que tenía prevista el 10 de mayo para centrarse en su reunión en Washington con Joe Biden.
Una circunstancia que no pasó por alto el pasado viernes el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo: él sí se desplazó a Lugo para arropar a su candidata —«me alegro mucho de no tener que suspender el mitin, como parece ser que otro tuvo que hacerlo»—. «Elena es una mujer que no se resigna a que la ciudad viva en una inestabilidad permanente en el Ayuntamiento, a que siga bloqueada año tras año, lustro tras lustro, a que Lugo no sea capaz de avanzar y ponerse en las primeras posiciones de las capitales de provincia», pregonó Feijóo.
El carril bici, «un problema»
Dependiendo del lado del que caiga la moneda el 28M, la ciudad amurallada abrirá nueva etapa con Candia o se abocará a reeditar un bipartito encabezado por una alcaldesa que ha ido perdiendo crédito a lo largo de estos ocho años, más allá del autobombo con el que pregona su día a día el servicio de prensa municipal. Hasta algo tan inocuo, en principio, como un carril bici ha generado malestar a los vecinos afectados. Ni siquiera el teniente de alcalde, el nacionalista Ruben Arroxo, se muerde la lengua, y llegó a tildar la infraestructura de «problema». Resulta revelador que el Concello tuviera que lanzar una campaña de premios para fomentar su uso.
El carril bici es, en esencia, uno de esos 'proyectos faraónicos' que le achaca la oposición a Lara Méndez, y que tiene una larga ristra de ejemplos, como las inversiones en el entorno del río Miño o, entre los casos más recientes, las 'Caldas' que no son caldas, sino piscinas, de escasa profundidad, rellenadas con agua de traída a las que se da temperatura con calentadores, a cambio de un costoso mantenimiento que podría llegar a los 400.000 euros al año, denuncia el PP.
Para símbolo de la gestión del socialismo en Lugo, una mole de hormigón: el Garañón. La herencia del presumible próximo candidato del PSdeG a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, ha tenido que procesarla Méndez, quien en la recta final del mandato dio finalmente luz verde al derribo de los seis bloques de nueve plantas ubicados en el parque Rosalía de Castro. Una construcción erigida de forma ilegal, como atestiguan tres sentencias. Casi 600.000 euros costará tirar las torres abajo, con la incógnita de si a la minuta se le sumará una indemnización millonaria a la promotora. De ser así, podría darse una caso similar al de la Fábrica de la Luz, también con la justicia de por medio, 2,4 millones de euros de indemnización, una concesión sin renovar, unas turbinas inservibles y, como alternativa, reconversión en un centro de enogastronomía.
Ideas mal resueltas
A Méndez no se le puede negar que tenga ideas, cosa distinta es cómo las gestiona y cuál es su resultado. Las hay que son abono para la fricción, como la negativa a convertir el cuartel de San Fernando en Parador y el empeño en que albergue el Museo de la Romanización. Alfonso Rueda dio el 'ok' de la Xunta en un cara a cara el año pasado, pero la alcaldesa, embarcada en la procura de fondos, lo utiliza para pasar la pelota de la financiación a la Xunta y polemizar con Candia. Otras iniciativas son carne de polémica, como la peatonalización del casco histórico, con lo que conlleva de problemas de tráficos y acceso y descalabro para la hostelería y el comercio; además, llueve sobre mojado de murallas adentro, donde cierran negocios emblemáticos y van a menos los servicios.
El urbanismo —área en la que hace dos años dimitió el entonces concejal Miguel Couto— es otro de los caballos de batalla. El propio gobierno municipal admitió a principios de año que tenía 240 licencias de obra sin abrir. El PP cifra el retraso en la tramitación en más de un año en zona urbana y en más de dos en el rural —con sus propios problemas, como disponer de agua potable y saneamiento—, y ve en este problema endémico la causa de que se pierda músculo empresarial y que un goteo de lucenses opte por marcharse a ayuntamientos limítrofes.
-
Feijóo llama a «votar contra la resignación» que predica Sánchez
José Luis Jiménez
Consecuencia: Méndez también ha pinchado en otro de sus objetivos para su segundo mandato, alcanzar los 100.000 habitantes. Un salto jugoso por lo que conlleva de acceso a más fondos y otras mejoras. Según el INE, Lugo llegó a 98.519 habitantes en 2020, pero desde entonces ha perdido población, y en 2022 cayó a 97.211.
Más bipartito o el regreso del PP tras 24 años: la incógnita se resolverá con 'photo finish'.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete