El director del Parador de Teruel niega la fiesta de Ábalos y garantiza que no hubo «destrozos ni quejas»

Esa es la «verdad» de los hechos que el responsable del Parador de Teruel ha defendido este lunes en la comisión de investigación del caso Koldo en la Cámara Alta, a la que ha acudido para aclarar las informaciones publicadas en medios de comunicación sobre la estancia del ex secretario de Organización del PSOE. Pese a negar los testimonios de algunos trabajadores, Gutiérrez sí ha admitido que Ábalos y Koldo García, su asesor personal en el Ministerio de Transportes, se hospedaron durante la noche del 15 al 16 de septiembre de 2020 en el Parador. Ese mismo día también estuvieron la ex delegada del Gobierno en Aragón y actual portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, y el expresidente de la comunidad, Javier Lambán, porque tenían que participar en una visita a las obras de la línea férrea a Valencia.

El director del Parador de Teruel ha detallado que la «reserva múltiple» del Ministerio de Transportes se realizó a través de Viajes El Cortes Inglés. La reserva de la Presidencia de Aragón también se gestionó por medio de esa agencia de viajes, mientras que la Delegación del Gobierno hizo el trámite directamente. En total, ha dicho, «ocho habitaciones para ocho personas». El entonces titular de Transportes se alojó en una de las dos suites principales, la 101, y el resto fueron habitaciones «normales». También la estancia fue normal, como ha reiterado Gutiérrez durante toda su comparecencia, en la que ha ido alterando su tono hasta mostrarse, al final de la sesión, visiblemente molesto con las preguntas de los senadores.

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La presunta fiesta con «señoritas» se habría producido en plena pandemia en el contexto de una visita oficial relacionada con obras ferroviarias en la provincia, según desveló 'Ok Diario'. Según los testimonios recabados, el exministro y sus acompañantes dejaron la suite principal «completamente destrozada». Un extremo que ha negado el director del Parador porque hubiera dejado «huella», en forma de partes y registros de incidencia. «Esa noche no hubo fiestas, no hubo daños, no hubo ninguna factura de daños porque no los hubo, no hay ningún parte de mantenimiento que lo soporte. No hay ninguna denuncia, ninguna queja», ha resumido.

Gutiérrez se ha escudado en que no hubo registro alguno de entradas o salidas de terceros ni de ninguna incidencia para afirmar, tajante, que «no hubo fiesta» durante noche del 15 al 16 de septiembre de 2020. «Fue una noche absolutamente normal porque si hubiera habido algún tipo de anomalía, el primero que lo hubiera sabido era yo», ha insistido. Cuestionado por los testimonios de los trabajadores, el responsable del Parador ha afirmado que, después de hablar con ellos, uno admitió que ese día no estaba trabajando, pero escuchó comentarios; otro aún no formaba parte de la plantilla y un tercero dijo haber respondido «para quitárselo de encima».

De la misma manera, el director del Parador de Teruel ha desmentido que esa noche llegara una «furgoneta» con prostitutas. El exministro lo hizo, según ha relatado, en un coche y éste le saludó a su llegada. Su acompañante, Koldo García, dijo entonces que Ábalos estaba «cansado» y le solicitó la carta para pedir la cena en la habitación. Pilar Alegría y Javier Lambán habían llegado antes y se alojaban en habitaciones separadas. Gutiérrez ha asegurado que nadie más entró en esas habitaciones, al menos, no hay registros de que eso ocurriera, aunque ha dicho desconocer si pudieron pasar de una a otra.

También ha garantizado que las tres facturas, las relativas al Ministerio de Transportes, la Delegación del Gobierno y el Ejecutivo de Aragón, se pagaron «en tiempo y forma». Eso sí, cuestionado por cómo o quién sufragó la cena de Ábalos, puesto que en la factura solo aparecen alojamiento y desayuno, Gutiérrez ha respondido que tal vez pudo hacerlo en metálico «ese otro señor» que lo acompañaba, Koldo García.

Hasta ahí sus responsabilidades, porque ha descargado en la «alta dirección» de Paradores la apertura de un expediente a los trabajadores que denunciaron los destrozos por esa supuesta fiesta con prostitutas. En concreto, ha detallado que fueron los departamentos de recursos humanos y de relaciones laborales de la cadena hotelera pública los que contactaron con los empleados para «recordarles la observancia de la confidencialidad de los clientes». También ha puesto en manos de la alta dirección las posibles acciones judiciales contra los medios de comunicación que destaparon la polémica.