Rusia admite tener preso al jubilado valenciano y España trabajará por su liberación

De acuerdo con la información a la que ha tenido acceso ABC, la Fiscalía Militar de la Flota del Mar Negro de la Federación Rusa reconoce tener recluido a «Mario» -como conocen a este exfuncionario valenciano en Ucrania-, en una respuesta remitida al abogado Anatoly Vladimirovich, quien elevó una consulta al Comisionado de Derechos Humanos del Kremlin para averiguar su paradero.

En este documento, el Gobierno de Vladímir Putin admite que Mariano permanece preso en una cárcel controlada por el ejército ruso, tras ser arrestado «por agentes de seguridad con el fin de verificar su participación en la comisión de acciones destinadas a causar daños a la seguridad de la Federación en el curso de una operación militar especial». Hasta este momento, habían desatendido y obviado todas las peticiones de información de su familia y el Ejecutivo español.

De esta manera, el anciano nacido en Carlet continúa preso en una institución penitenciaria de Sebastopol, donde «las actividades de verificación en relación a su caso no se han completado». Al margen de este reconocimiento, el ejército ruso no ofrece más detalles, pues «no se puede dar respuesta más detallada ya que esta información constituye un secreto de Estado».

El portavoz de la familia, Francisco Santisteban, celebra este avance y lo considera «un halo de esperanza» para conseguir la excarcelación de Mariano, quien -como ya informó este periódico- sufre graves problemas de salud y un deterioro físico que le ha llevado a adelgazar de manera preocupante durante su estancia en celda 187 de la prisión preventiva de Simferópol. «A su edad no está en condiciones de aguantar en la cárcel mucho más tiempo», comentaba su amiga Olena, en relación a las dolencias cardiacas por las que debe tomar pastillas a diario.

Tras conocer la resolución firmada por el Kremlin, el entorno del jubilado español ha recibido la comunicación del Gobierno de España de que «pone la maquinaria en marcha» para lograr su excarcelación, al considerar este certificado «altamente relevante» y un documento clave «con el que poder empezar a trabajar» después de largos y angustiosos meses de silencio.

No obstante, la Embajada española en Kiev prefiere mantener la cautela y no adelantar acontecimientos debido a la complicada situación que se vive todavía en Ucrania. Según han confirmado fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores a ABC, «siguen con preocupación el caso y mantienen informada a la familia de cuantas noticias puedan recibirse del eventual paradero de Mariano García».

Por otro lado, la respuesta del Defensor del Pueblo a la queja presentada por Santisteban y la familia de Mariano concluye que «en estos momentos, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación carece de información contrastada y veraz sobre el paradero» del compatriota apresado.

«Lo que está pasando Mario es un verdadero infierno, ni te imaginas lo inhumanos que pueden ser los rusos», este es el mensaje que recibió su familia en enero. De hecho, se acaban de cumplir trece meses desde que fuera apresado por las tropas rusas en una manifestación contra la invasión en el centro de Jersón.

Para el Kremlin, Mariano García es un «combatiente extranjero peligroso engañado por la propaganda ucraniana y occidental» que ha colaborado con su ejército y ha posado con armas en diferentes ocasiones. Sin embargo, su amiga Olena apuntaba a este diario que «nunca ha actuado como mercenario ni soldado, sino que siempre fue y será un voluntario».

Desde hace nueve años, cuando llegó a Ucrania, este valenciano de 75 años se enroló en una nueva vida dedicada a la tarea humanitaria entregando alimentos, medicaciones y ropa a diferentes ONG ubicadas en zonas de conflicto, lo que le llevó a ser considerado «un héroe español» y recibir la medalla de honor de la ciudad de Jersón, donde residía antes de ser detenido.

De conseguir su liberación, es un misterio saber si Mariano volvería a España con su familia o permanecería en Ucrania. En una conversación con ABC, prometió «ayudar a este pueblo hasta la muerte» e incluso le dijo a sus allegados que «el papá sabe cuidarse y no va a volver».