La agonía del jubilado español encarcelado en Ucrania: «No está en condiciones de aguantar en prisión»
Amigos del voluntario valenciano de 74 años, que sufre problemas cardíacos, trabajan para conseguir su inclusión en un intercambio de presos con Rusia
El jubilado español que se fue a la guerra, «abandonado a su suerte» en una cárcel de Crimea
VALENCIA
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Iniciar sesiónDesolado, incomunicado, sin esperanzas y enfermo del corazón. El tiempo corre en contra de Mariano García Calatayud, el jubilado español de 74 años que permanece apresado en la celda 187 de la prisión preventiva de Simferópol (Crimea) desde hace siete meses, tras ser ... capturado en Jersón por el ejército ruso en una manifestación contra la invasión ordenada por Vladímir Putin. Algunos de sus amigos en Ucrania tratan de conseguir su liberación mediante su inclusión en una lista de intercambios de prisioneros. El problema, que Rusia no reconoce tenerlo recluido en esta cárcel de máxima seguridad.
Su amiga Olena, quien encabeza la lucha para sacar a Mariano del centro penitenciario de Crimea, reconoce a ABC que la situación es «preocupante». «Mario -como le conocen en Ucrania- no se encuentra muy bien. Tiene problemas cardíacos e incluso tuvo que ser ingresado en la sala de aislamiento médico de la cárcel», explica. Además, relata que según le han contado algunos compañeros de celda que han sido liberados, «psicológicamente está bajo de ánimos».
De hecho, recibe periódicamente una pastilla para el corazón, según ha averiguado su amigo y portavoz de la familia Francisco Santiesteban. «El tiempo juega contra Mario, ya que con 74 años no está en condiciones para aguantar en la cárcel mucho más tiempo», narra Olena, quien ha puesto el caso en conocimiento de un Juzgado europeo de Derechos Humanos y que, incluso, se ha dirigido en una misiva al Vaticano.
Fue hace justo un mes cuando la familia del jubilado valenciano, que se marchó a Ucrania a desempeñar labores humanitarias tras la invasión de Rusia en Crimea en 2014, averiguó después de seis meses de silencio y desesperación que seguía vivo pero apresado en una prisión controlada por las autoridades rusas. Tras conocer esta información, la Fiscalía abrió una investigación sobre su desaparición y Cruz Roja Internacional comenzó los trámites para solicitar su liberación. Algo que, semanas después, perece sin avances significativos. «No hay novedades al respecto», informan fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana y desde el Ministerio de Asuntos Exteriores.
«Estamos dispuestas a vender la casa para pagar un abogado»
En la doble lucha que se libra desde España y Ucrania para tratar de excarcelar al exfuncionario de Carlet, su amiga Olena y su pareja, trabajan sobre el terreno para contratar un abogado que pueda agilizar la gestión de incluirlo en alguna lista de intercambio de presos. Sin embargo, dada la situación que vive el país en medio de una contienda que dura ya ocho meses y sin visos de finalizar próximamente, no tienen el dinero suficiente para costear la contratación del letrado.
«Para empezar los trámites debemos pagar 50.000 rublos (unos 820 euros). La familia, según tengo entendido, no está dispuesta a abonarlos, porque tienen fe en el trabajo de las autoridades españolas», comenta Olena, quien «no es tan optimista» tras vivir trece años en España, ya que «en siete meses no ha habido movimiento alguno». «Con todo el respeto, pocas cosas tan lentas he visto en el mundo como los trámites en España», subraya.
Así, la pareja de Mario, según relata, está dispuesta a vender su casa para pagar al abogado, el cual supondría un hilo directo con Mario. «Yo no puedo ir a Crimea porque acabaría apresada en la misma cárcel y tuve que convencer a su novia para que no fuera porque no hubiese servido para nada, ya que ni siquiera Cruz Roja tiene acceso», añade su mejor amiga con la que ha repartido comida y ropa en numerosas ocasiones a la población civil en el Donbás.
Fruto de la desesperación, incluso alguno de sus allegados barajaron la posibilidad de solicitar al Gobierno de Turquía presidido por Recep Erdogan que intercediera en la inclusión de Mario en una lista de intercambios de prisioneros, después de haber asumido un rol mediador en la guerra de Ucrania, en la que Ankara respalda de manera diplomática a Kiev pero mantiene una buena relación con Moscú. No obstante, fue descartado por los vínculos entre el líder turco y Putin.
Durante los últimos meses, Mariano fue incluido por algunos medios rusos en una lista de «combatientes extranjeros engañados por la propaganda ucraniana y occidental», en relación a algunas fotografías en las que aparece posando con varias armas. No obstante, su amiga Olena aclara que «nunca ha actuado como mercenario ni soldado, sino que siempre fue y será un voluntario». De hecho, está considerado como un «héroe español» en Jersón donde recibió la medalla de honor al mérito civil por su trabajo en labores humanitarias en zonas de conflicto.
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