«Para las entidades catalanistas, educar a tus hijos en castellano es un genocidio lingüístico»

El movimiento de oposición tras desmontar la Generalitat Valenciana varios apartados de la cuestionada por muchos Ley de Plurilingüismo, en concreto, la obligatoriedad de cuotas en la lengua de aprendizaje de asignaturas troncales -no de lengua- en las zonas castellanohablantes, se ha manifestado en dos frentes, con algunos protagonistas comunes en ambas, como la ONG del catalán (Plataforma per la Llengua).

Además de acudir en Barcelona para reivindicar a representantes comunitarios de la Carta Europea de Lenguas Regionales o Minoritarias, han constituido una nueva plataforma denominada -NOS!, que se ha presentado en Alicante en defensa de la «única lengua propia» de la Comunidad Valenciana.

«Han desatado una ola de hipocresía y contradicciones», a juicio de la PDLL, que critica como «entidades que han clamado por la defensa del valenciano, que consideran como la lengua 'propia' de la Comunidad, ahora guardan silencio cómplice frente a aquellos que la menosprecian, reduciéndola a un mero dialecto del catalán».

Esta apreciación coincide con lo que trascendió en la presentación de -NOS!, cuando sus fundadores informaron de que el «catalán de todos» representa su línea de reivindicación principal.

La citada plataforma integrada inicialmente por 26 entidades contrarias a las novedades y partidarias de mantener el status quo del anterior Gobierno autonómico, presidido por Ximo Puig, que incluso consideran insuficiente por no haber «blindado» estas normas, ahora «se alza contra lo que consideran una 'sustitución del valenciano por el castellano', una acusación que raya en lo absurdo, considerando que lo que se busca es simplemente otorgar a las familias libertad de elección en cuanto a la lengua vehicular de enseñanza», según la PDLL.

En definitiva, «queda claro que la libertad y el derecho a elegir son conceptos aterradores para estos grupos», opinan estos docentes, que en cuanto a la reunión con representantes de la UE, la definen como «un claro reflejo de su estrategia de victimización y tergivesación».

A su juicio, «presentan un escenario apocalíptico», además de que «es irónico cómo estas entidades, que se han llenado los bolsillos con subvenciones mientras pregonaban su amor por el valenciano, ahora acuden a instancias europeas para perpetuar una narrativa que va en contra de los deseos y derechos de una gran parte de la población valenciana», en referencia a las demandas de quienes rechazan la imposición idiomática.

Por eso, la Plataforma de Docentes por la Libertad Lingüística hace un llamamiento «a la razón y al respeto por los derechos de todos los ciudadanos, tal como se recoge en el artículo 3 de la Constitución Española y en el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana». En concreto, defienden poder elegir la educación en la lengua materna y la elección libre y personal de la lengua vehicular. «No aceptamos que entidades con intereses particulares y políticos decidan por nosotros», advierten.

Finalmente, apelan a la convivencia porque «la educación y la lengua no deben ser armas de división y conflicto, sino herramientas de libertad y elección personal», frente a «la imposición de una ideología que beneficia sólo a unos pocos».