Día de las Víctimas del Terrorismo: sin las víctimas, PP y Vox, pero con Bildu

La realidad es que las numerosas ausencias en la cita evidencian la división política y la distancia abismal que en este momento existe entre el Ejecutivo y las víctimas. Algo, sea lo que sea, no está en su sitio o ha perdido la perspectiva. Esta, de hecho, fue una de las reflexiones de la voz de estas en el hemiciclo, la del presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero. «¿Qué está sucediendo que genera estas ausencias en este día tan señalado?» , preguntó de forma retórica Caballero durante su intervención, en cualquier caso con un tono más conciliador que el manifestado fuera. La respuesta, realmente, la dio él mismo acto seguido, cuando pidió a sus señorías que hagan todo lo posible para acabar con los denominados 'Ongi Etorri', los homenajes a los presos etarras que salen de la cárcel y en los que Bildu participa activamente y defiende. Tanto es así, que el paso mes de marzo se posicionó en contra de rechazar estos actos por considerarlos «muestras de cariño» en varios ayuntamientos.

«Señorías, pongan cuanto esté en sus manos para que nuestro ordenamiento jurídico, de forma incontestable, impida que se sigan cometiendo los ultrajes a las víctimas que constituyen los homenajes a los terroristas », dijo Caballero, que sin mencionar a Bildu también pidió la plena colaboración para esclarecer los cientos de asesinatos de ETA que aún siguen sin resolverse. «Es esencial garantizar un relato veraz a aquellos que no tuvieron una vivencia directa de lo que sucedió. De no hacerlo, privaremos a nuestros jóvenes de una poderosa herramienta para enfrentarse a posibles conflictos futuros: conocer lo que paso y quienes lo causaron», señaló, siempre con el objetivo de que todos los colectivos participen en el Congreso.

Quien sí dejó claro cuál es su sitio fue la presidenta de la AVT, Maite Araluce, que leyó un contundente discurso frente al Congreso para expresar su malestar por la política penitenciaria del Gobierno y la elección de sus socios eventuales. «O se está con las víctimas o se está con los verdugos; en esto no caben medias tintas» , dijo tras criticar que se «ha blanqueado al brazo político de ETA» y la permisividad con los citados homenajes a etarras. «No todo vale por garantizarse la permanencia en La Moncloa», añadió.

El acercamiento de presos fue uno de los puntos fundamentales de su intervención, dedicada especialmente a uno de los miembros del Gobierno presente en el Congreso este mediodía, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que estuvo acompañado por una ecueta representación gubernamental: la vicepresidenta Carmen Calvo y su homólogo de Justicia, Juan Carlos Campo. «Son más que un simple cambio de prisión, son la antesala de las progresiones de grado, los permisos penitenciarios, la libertad condicional o incluso indultos. Para los que nos acusan de de vengativos por criticarlos, les digo que no es venganza, es justicia», añadió Araluce, que insistió en que Bildu debe ser ilegalizado según la Ley de Partidos y el Tribunal Constitucional. Al tiempo que el acto se desarrollaba en el Congreso, cerca de un centenar de víctimas del terrorismo pedía fuera la dimisión de Marlaska y el presidente del Gobierno.

En la cámara tampoco estuvieron el PP y Vox, en el caso de los primeros por primera vez en once años. Mientras que en el hemiciclo sí estaba Mertxe Aizpurúa, portavoz del partido liderado por Otegui, su homóloga popular, Cuca Gamarra, flanqueaba a la presidenta de la AVT durante su discurso en el exterior. «No puede haber equidistancia entre Bildu y las víctimas», dijo ante los medios. No obstante, Ana Pastor y Adolfo Suárez Illana sí participaron , aunque dejaron claro que no en representación del partido, sino como miembros de la Mesa del Congreso.

La negativa de los de Abascal, en cambio, fue sin matices y, como ya hicieron el año pasado, rechazaron su presencia en un «acto cínico con los herederos de ETA». El portavoz político de la formación, Jorge Buxadé, celebró la presencia del PP a su lado y reiteró que el sitio natural de Vox en este tema es la calle, junto a las víctimas. «No necesitamos que nos construyan ningún relato político, los españoles saben que ha sido el separatismo y el terrorismo de extrema izquierda los que llenaron de sangre y de muerte las calles de España», aseveró Buxadé.

A caballo entre ambas posturas estuvo Ciudadanos, que tuvo a un representante dentro de la cámara, Edmundo Bal, y a otro fuera, Miguel Gutiérrez. Fue Bal quien explicó este equilibrio entre lo institucional y lo oficioso. «Nuestro corazón y nuestro afecto está fuera con las asociaciones de víctimas del terrorismo que no van a participar en este acto porque Sánchez blanquee a Bildu , por el acercamiento de presos de ETA al País Vasco. Los entendemos», dijo el portavoz adjunto de Cs.

Los tres partidos del espectro del centro-derecha coincidieron así en un nuevo frente contra el Ejecutivo en compañía de la sociedad civil, ahora sin remilgos por una foto que en esta ocasión era del todo irrelevante. También acudieron los portavoces del PNV (Aitor Esteban), Unidas Podemos (Pablo Echenique) y UPN (Carlos García Adanero). También la presidenta del Senado, Pilar Llop, pero ni Sánchez ni ninguno de los primeros espadas de los grandes partidos de la oposición.

La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, se refirió veladamente a los ausentes en la cámara y reiteró su compromiso y la importancia de acompañar a las víctimas y «compartir el dolor». «Creo firmemente en estos dos consensos que unen a nuestra sociedad y a nuestras fuerzas políticas y que hoy es momento de celebrar: la voluntad de acompañar el dolor de las víctimas del terrorismo y la firmeza frente a cualquier nueva amenaza o acto de violencia terrorista . Sobre esos consensos fundamentales debemos edificar las políticas públicas. Y ahí el protagonismo está y debe estar en la sede de la representatividad democrática, donde todos los españoles tenemos voz mediante nuestros representantes», destacó Batet.

En ese sentido, la máxima autoridad de la Cámara Baja insistió en el papel que ha de desempeñar el Parlamento y las instituciones . «Tenemos un primer compromiso permanente, más allá de la propia victoria frente al terrorismo, que es el del acompañamiento a sus víctimas. En ese acompañamiento, en la voluntad de compartir el dolor y el recuerdo, creo poder hablar también en nombre de todas las fuerzas políticas presentes en las Cortes, sin excepción. Todos hoy queremos hacer de este acto la expresión de nuestra solidaridad, de nuestra decisión de estar a su lado, de quienes más íntimamente han sufrido y siguen sufriendo, y seguirán sufriendo siempre, la crueldad del terrorismo», concluyó.