La Audiencia de Córdoba cree que nada ha cambiado para liberar a Bretón

El hilo argumental estriba en que nada ha cambiado para que Bretón salga de la cárcel y se desvirtúe la base de la imputación que pesa sobre él, que no es otra que la presunta detención ilegal de sus hijos, siendo como padre garante de los menores . Estando vigentes «múltiples y variados indicios» contra el procesado sin que el «hallazgo de los cuerpos ni el resultado de una determinada pericial [aportada por la defensa sobre las imágenes de unas cámaras]», como últimas novedades en el caso, sean trascendentes en la imputación realizada.

El auto, al que ha tenido acceso ABC, se circunscribe a analizar, fundamentalmente, los dos elementos sobre los que pivotaba el recurso de apelación de José María Sánchez de Puerta: el fallido registro de hace unas semanas en Las Quemadillas y un contrainforme pericial que ve erróneo el análisis de un astrofotógrafo de la Universidad de Valencia que cifró en un 98% la probabilidad de que los niños no llegaran al parque, por las imágenes de la cámara de la Ciudad de los Niños.

«Dar importancia decisiva a que la búsqueda de los cuerpos no ha dado resultado es desenfocar el sentido de la causa y de la imputación misma», dicen los magistrados en su auto, que entienden que mientras que no haya indicios en sentido opuesto, «las víctimas de este lamentable suceso se encuentran vivas y privadas de su ámbito de libertad más básico», agregan. Los togados ven «razonable» que se apuren todas las posibilidades en la investigación, pero también recuerdan que «no se ha imputado al recurrente otra cosa que no sea un delito de detención ilegal», por lo que, concluyen, el que no hayan aparecido los restos «refuerza la imputación por no poderse ampliar a otros hechos».

Como en ocasiones anteriores, la Audiencia recuerda a la defensa que no hay prueba contraria al cúmulo de indicios que pesan sobre Bretón y su participación en la desaparición de sus hijos. «No existe una explicación satisfactoria, sino incompatible con datos objetivos, cuando no contradictorias entre sí y presididas por un contexto de ruptura de la unión con la otra progenitora».

El auto refresca en varios pasajes fundamentos empleados en anteriores ocasiones para poner en solfa la coartada del parque por el anormal comportamiento del padre y la variedad de indicios existentes. Aunque los magistrados no entran a valorar la convicción del juez instructor sobre el posible asesinato, sí le recuerdan que cualquier aseveración en esa línea carece de «efectividad jurídica» y en todo caso habría que esperar al juicio.

En cuanto al contrainforme de un ingeniero encargado por Sánchez de Puerta, la Sección Segunda es clara. Lo emplaza al tribunal sentenciador, no sin antes apostillar que su objeto «no ha sido demostrar que los niños viajaran en el coche en los aledaños de la mencionada zona del Parque Cruz Conde , sino disminuir la eficacia de aquél [el de Valencia] al que contradice en torno a la contundencia de sus conclusiones». Incluso va a más al considerar que el primer informe, que da altísima probabilidad a que los niños nunca fuesen allí, no es erróneo.