Ricky Rubio deja la NBA tras 12 años: «Ha sido un sueño»

El jugador ha asegurado en un comunicado poco después que su carrera NBA «ha acabado». Además, ha hablado públicamente por primera vez sobre sus problemas de salud mental, los que le tienen apartado del baloncesto desde el pasado agosto.

«El 30 de julio fue una de las noches más duras de mi vida. Mi mente se fue a un lugar oscuro. Sabía que podía ir en esa dirección, pero nunca pensé que podía perder el control de la situación. Al día siguiente, decidí parar mi carrera profesional.

Algún día, cuando llegue el momento, me encantará compartir mi experiencia personal con vosotros para poder ayudar a otros que estén pasando por situaciones similares. Hasta ese momento, me gustaría mantenerlo en privado por respeto a mí y a mi familia. También quiero decir que sigo trabajando en mi salud mental, pero lo estoy haciendo bien y cada día me encuentro mejor.

Hoy quería compartir estas líneas porque mi carrera NBA ha acabado.

Todo empezó en junio de 2009, la noche del Draft en Nueva York. Un sueño. Después de jugar 12 años en la liga, con todo lo bueno y lo malo, al final he conseguido un gran número de grandes recuerdos y buenas relaciones. Minnesota, Utah, Phoenix y Cleveland. Increíble. ¡Gracias!

Mención especial a Cleveland. Mi último hogar. Sé que el modo en el que han acabado las cosas ha sido duro. Nunca habría imaginado que el año pasado se hubiese desarrollado como lo hizo, pero tenéis una gran organización, con Koby y JB, quienes han sido increíblemente respetuosos y comprensibles con mi situación.

¡Gracias por todo el amor y ánimos!».

Rubio sigue recuperándose en España de sus problemas de salud mental, aquellos que le hicieron renunciar a última hora al Mundial del pasado verano, en el que España quedó eliminada en la segunda fase. Pese a que los Cavs habían mostrado total apoyo al base con su situación, las lesiones les han obligado a liberar la ficha de Rubio para sumar algún refuerzo.

Como relata el periodista estadounidense Adrian Wojnarowski, el base, si vuelve a jugar al baloncesto, lo hará en España, donde ya militó en clubes como el Joventut de Badalona o el Barcelona, el último escudo que defendió antes de dar el salto a la NBA en 2011.

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Al otro lado del Atlántico, Ricky ha vivido varios roles. De joven prometedor con los Minnesota Timberwolves a base titular en equipos con aspiraciones como los Utah Jazz o los Phoenix Suns. Después, se convirtió en un suplente de garantías de nuevo en los Timberwolves, último paso antes de llegar a los Cavaliers, quienes le renovaron en verano de 2022 pese a que unos meses antes había sufrido una durísima lesión de rodilla.

En sus 698 partidos en la NBA, Rubio ha promediado 10.8 puntos, 4,1 rebotes y 7,4 asistencias. Además, fue incluido en el mejor quinteto de novatos en 2011, cuando debutó. En 12 años ha acumulado un montante de más de 128 millones de dólares y se ha convertido en el cuarto español, con más partidos disputados en la NBA con (698), solo por detrás de Pau Gasol (1226), José Manuel Calderón (895) y Marc Gasol (881).

Pero no hay mejor forma de entender el fenómeno que significaba Ricky Rubio cuando llegó a la NBA que con las siguientes líneas. Hace 11 años, la liga sacó una serie de anuncios bajo el lema 'BIG' (grande en castellano) personalizados para grandes estrellas como Kobe Bryant, Dirk Nowitzki o LeBron James. Y Ricky era uno de ellos, pese a que no contaba con títulos o récords como sus homónimos. Pero ahí estaba, con su flequillo sesentero y con sus impresionantes pases.

Con una potente música flamenca de fondo, el anuncio coloreaba jugadas del español con el siguiente texto: «Esta es la historia de Ricky Rubio, también conocido como 'El Niño de El Masnou, España'. Él tiene una visión de 360 o 720 grados para pasar la pelota. El juega al baloncesto con pasión y con un gusto exquisito. Tiene la habilidad de ver las cosas antes de que pasen. El futuro es grande».